Él tiró de mí hacia su casa, sosteniendo mi mano, y sonriendo con
entusiasmo.
―¿Mamá? ¿Papá? ¿Están en casa? ―gritó Pitt, buscando en el
salón vacío.
Podía oír voces en la cocina.
―Sí, cariño. Estamos aquí ―llamó Julia.
Peter sonrió feliz y me arrastró a la cocina. Julia estaba horneando galletas
y Bartolome estaba ocupado tratando de comer la mezcla de la galleta directamente
del tazón, haciéndola reír y ella le golpeó la mano con la cuchara de madera. Me reí entre dientes de la escena. Ellos siempre eran así, ella era la perfecta ama de casa
y madre, y él la adoraba a ella y a Peter, lo cual era muy dulce.
―Hey, La. Cuánto tiempo sin vernos―dijo Barto, agarrándome en
un abrazo, lo que hizo que mi corazón se acelerara.
―Hey, Barto. Hola, Ju. ¿Cómo están? ―pregunté alegremente.
―¡Estamos muy bien! Lali, te abrazaría pero estoy
cubierta de galletas, cariño. ―Julia frunció el ceño, levantando sus manos en
evidencia.
―¡Hey!Dijiste que no podía tomar una porque se estaban enfriando―se quejó Barto, haciendo pucheros, haciéndome reír; ella cogió una galleta y la
lanzó hacia él con un guiño.
― Chicos, me preguntaba si querían conocer a mi
novia. ¿Tal vez ella pudiera cenar con nosotros esta noche?―Sugirió Peter, poniendo su mano en la parte baja de mi espalda.
Una sonrisa se extendió a
través del rostro de Julia. Se veía tan contenta que realmente pensé que en realidad estaba conteniendo las lágrimas.
―¡Oh, Pitt! ¡Me encantaría
conocerla! Todavía no puedo creer que tengas una novia. ¡Pasaste todo este tiempo diciendo que sólo había una chica para
ti y ahora finalmente eres capaz de seguir
adelante y salir con alguien!―arrulló, prácticamente rebosante de emoción y orgullo.
―Si bien, mamá, baja el tono un poco, ¿eh? ―murmuró él, poniendo los
ojos en blanco.
―Entonces, ¿a qué hora viene? ¿La has conocido,
La?¿Es bonita? ―preguntó ella, sonriendo hacia mí. Miré a Peter, sin saber qué decir.
Toda esta situación era ridícula. ¿Y dijo ella que Peter siempre había
dicho que sólo había una chica para él?
―En realidad, mamá, ella está aquí ahora mismo―dijo Pitt con orgullo,
frotando mi espalda suavemente y sonriendo hacia mí. Sus ojos fijos en los míos,
haciendo que todo mi cuerpo se sintiera un poco más caliente. Juls saltó y se limpió las manos en un paño, de forma rápida arreglándose el pelo frenéticamente,
antes deque ella prácticamente corriera hacia el pasillo.
Bueno, ¡raro!
―Bueno, ¿está ella estacionando el automóvil o
algo así? ―preguntó Julia, mirando hacia atrás a Peter antes de mirar a la puerta otra vez. Él se echó a
reír más fuerte y Barto y yo reímos también.
―Mamá, esta es mi novia. Su nombre es Mariana Esposito―Peter sonrió con orgullo hacia mí mientras me presionaba a mí misma más cerca de él.
La cara de Julia reaccionó para mirarme, sorprendida. Poco a poco, su cara
volvió a la felicidad, luego dicha completa, mientras reía y corría hacia mí, agarrando a ambos, en un gran abrazo.
―¡Oh, Dios mío! Al fin, ¿ustedes dos se unieron?
¡Por fin! ―Ella casi gritó, saltando arriba y abajo en su lugar.
Peter, envolvió su brazo alrededor de mi cintura y me tiró más cerca de
él.
―Sí, finalmente ―confirmó, poniendo los ojos
en blanco, pero luciendo divertido a la vez. Barto llevó la mano hacia Peter. Se estrecharon las manos en un
gesto muy adulto, antes de que lo atrajera en un abrazo de oso.
Después que toda la emoción se hubiera apagado, fuimos a cenar. Fue muy agradable estar sentada con los padres de Pipu así, ellos sinceramente
no dejaron de sonreír. Cada vez que Pitt y yo nos tocábamos, Juls suspiraba feliz, radiante hacia nosotros.
―¡Bien, ustedes chicos pueden limpiar la mesa! ―ordenó Julia, agarrando mi
brazo y tirando de mí hacia la sala de estar―. Estoy muy feliz por ustedes
dos. Peter te dijo que ha estado enamorado de ti durante años, ¿verdad? ―sonrió.
Mi respiración quedó atrapada en mi garganta por su elección de
palabras. ¿Ella pensaba que Peter estaba enamorado de mí? Él no estaba enamorado de mí, ¿verdad? ¿Realmente él
susurró que me
amaba ayer por la noche
antes de dormirme?
―Er, me dijo que le gusto desde hace mucho tiempo, sí―murmuré, un poco incómoda.
Ella rodó sus ojos.
―Gustar, cielos ese chico ha estado enamorado de ti desde el
principio. Quiero decir, ¡todavía te llama Ángel por el amor de Dios! ―Se rió.
La miré, confundida.
―¿Qué tiene eso que ver? ―pregunté, frunciendo el
ceño. Realmente amaba a Juls, pero a veces podía estar un poco loca.
―¿Nunca te ha dicho por qué te llama así? ―preguntó, sonriendo hacia
mí. Negué con la cabeza, y rió entre dientes misteriosamente―.
La primera vez
que te vimos fue en la fiesta del sexto cumpleaños de Pitt. Ustedes no hacia mucho
tiempo que se habían mudado y pensamos que estaría bien, ya sabes, invitar a los
vecinos a la fiesta ―comenzó, asintiendo con entusiasmo.
―Sí, lo recuerdo. Tenían globos por todas partes,
y un payaso que hacía trucos de magia ―sonreí; los Lanzani siempre hicieron las mejores fiestas, incluso fiestas infantiles. ―Así es.
Entonces de todos modos, tú y tu hermano vinieron a la
fiesta y tan pronto como entraste por la puerta, Pitt se quedó mirándote. Él
literalmente no podía apartar sus ojos de ti. Tú sonreíste y le dijiste feliz cumpleaños, pero ni siquiera podía hablar contigo, así que te alejaste para ir a bailar. Se
volvió hacia mí, y, ¿sabes qué me dijo? ―preguntó, con los ojos lagrimeando. Negué con la
cabeza. ¿Qué diablos va a decir ella? ¡Esto me está volviendo loca!―
Él dijo en un tono muy serio, “Mamá, ¿estoy muerto?” Y yo dije: “no cariño, no
estás muerto”, y él sacudió la cabeza, mirando a todos confundido por algo. Luego señaló
hacia ti bailando y dijo: “Si no estoy muerto,
entonces ¿por qué hay un ángel en nuestra casa?” ―dijo, juntando las manos y sonriendo.
Jadeé. ¡Mierda! ¿Es por eso que él me llama Ángel? Mi corazón estaba
acelerado y mis palmas sudorosas. Creo que Pedro está realmente enamorado de
mí, pero ¿estoy enamorada de él? No lo creo, al menos, no todavía. Pero puedo
verme a mí misma fácilmente enamorándome de él.
―¿Es por
eso que me llama así?¿Hablas en serio?―le pregunté, sin saber si estaba bromeando o no.
―Totalmente. Pregúntale si no me crees, pero desde el momento en que te
vio estuvo enamorado de ti, está claro en la mirada en su rostro. Me
sorprende que nunca te dieras cuenta. ―Sacudió la cabeza, riéndose entre dientes.
―Nunca me di cuenta porque siempre fue tan malo conmigo. Él siempre me estaba haciendo caer, o tirando
de mi pelo, dándome sobrenombres.
―Fruncí el ceño. ¿Por qué hacer todo eso si estaba enamorado de mí?
―Tu hermano le hizo mantenerse alejado. Venció a
Pitt después de su fiesta de cumpleaños ese mismo año y le dijo que se mantuviera alejado de ti ―dijo, riendo y sacudiendo la cabeza―. Ese hermano tuyo seguro es protector, bendícelo ―dijo, sonriendo con cariño.
―Sí, lo sé. Peter y yo hablamos de ello y decidimos
ocultarlo de Vico por un par de semanas, justo hasta que las cosas se calmen. Realmente apreciaría si no
le dices nada si lo ves.―Me estremecí ante la idea
de Peter y Vico peleando.
Definitivamente quería poner eso fuera el mayor tiempo posible.
―No voy a decir nada, pero no creo que lo debería dejar mucho tiempo, de lo contrario sólo se volverá más duro.
Sonreí agradecida.
―Sí, sólo un par de semanas.
Me aparté rápidamente, haciéndolo gemir.
―Ángel, no te he visto durante todo el día ―se quejó, haciendo pucheros
como un niño pequeño. Me reí de la palabra
Ángel; ¿realmente me llama así porque pensaba que yo era un Ángel cuando él tenía seis años de edad?
―¿De qué te
ríes, hermosa?―preguntó, acariciando el lado de mi cara con el dorso de un dedo.
Me mordí el labio para detenerme y negué con la cabeza.
―Nada ―mentí, sonriéndole.
Inclinó la cabeza hacia delante y me besó de nuevo, pidiendo entrada y
me aparté de nuevo.
―Pitt,
en serio, tu mamá nos está mirando ―le susurré a su cara de cachorro.
Ambos miramos hacia Juls que estaba mirando fijamente con una enorme
sonrisa en su rostro, como si estuviera viendo la cosa más linda del mundo.
Peter se levantó y extendió la mano hacia mí.
―Vamos a escuchar algo de música en mi
habitación. ―Frunció el ceño un poco hacia su mamá que todavía nos miraba como una especie de mujer feliz
loca.
Agarré su mano y dejé que me levantara y me llevara a su habitación. No había estado en su
habitación por años. Creo que la última vez que estuve aquí fue probablemente hace unos dos años cuando entré a cambiarme de ropa
después de que tuvimos una enorme guerra de agua y Vico y yo nos habíamos
quedado afuera. Su habitación era la misma que era entonces, pero ahora tenía
más cosas las paredes. Como la camisa de hockey firmada que había conseguido
por su cumpleaños de sus padres este año, y sus trofeos que estaban alineados en algunos estantes.
Él puso un poco de música tranquila y me acerqué a la estantería para ver dos fotos enmarcadas. Una de
ellas era de Vic, Pitt y yo en el
parque donde habíamos ido para un picnic cuando éramos niños, yo tenía probablemente
once o doce años. La otra foto era de mí y mi equipo
de baile, tomada en una
de las competencias que habíamos entrado. La levanté y la miré con curiosidad.
―Me encanta esa foto ―dijo Pitt, sonriendo hacia
ella cuando se puso de pie a mi lado.
La tendí hacia él.
―¿Cuándo tomaste esto?
―Hace unos dos meses en el club de Richmond. Ganaron
el primer premio y ustedes estaban saltando por todo el lugar, emocionados―Sonrió y frotó su pulgar sobre la imagen, antes de ponerla de nuevo abajo.
Me acerqué a su cama y me senté.
―Wow, ¡tu cama es incómoda! No es de extrañar que
te guste dormir en la mía ―bromeé,
pasando la mano sobre su edredón. Se rió y se sentó a mi lado. No pude dejar de notar que se veía tan guapo cuando se reía. Lo empujé sobre la cama y me moví así estaba a horcajadas sobre él, puse mis antebrazos
cerca de su cabeza y me incliné de modo que nuestros rostros casi se tocaban―Entonces, Pitt, quiero que me digas algo ―Suspiré, pasando mis manos por su pelo.
―¿Puedo besarte primero? Luego voy a responder lo
que quieras. ―Su mirada se movió hasta mis labios por una fracción de segundo, antes de regresar a
mis ojos.
Bajé mis labios a los suyos. Sus brazos se dirigieron inmediatamente
alrededor de mi cintura, tirándome más cerca de él, una de sus manos enredándose en
mi pelo.
Trazó su lengua por mi labio inferior poco a poco y no lo rechacé esta
vez, abrí mi boca, ansiosamente. Su gusto explotó
en mi boca mientras deslizaba su lengua dentro, masajeando la mía con pasión, haciéndome gemir. Besar a Liam
parecía ser mejor y mejor cada vez. Estaba ardiendo en la necesidad de que me
tocara, pero también estaba consciente de que sus padres estaban al final del pasillo
y sabían que estábamos aquí juntos.
Me aparté los pocos minutos, ambos
estábamos respirando duro. Estaba corriendo lentamente sus manos por mi cuerpo,
desde la parte superior de mi cabeza hasta la cintura y de
vuelta arriba de nuevo, mirándome con amor.
Estaba un poco sorprendida por la mirada en su rostro. Lo que su mamá
dijo queera cierto. Él realmente estaba enamorado de mí, podía verlo en sus
ojos.
―Entonces, ¿qué es lo que quieres saber, Ángel?―preguntó, sujetando
ambas manos en mi trasero y apretando suavemente. Casi fui
distraída, por sus manos; quiero decir, si sólo las
movía un poco más abajo y más hacia el centro, ellas estarían exactamente donde mi cuerpo estaba gritando que él estuviera.
Sacudí mi cabeza para despejar los pensamientos lujuriosos, y sonreí a su hermoso
rostro.
―Quiero saber por qué me llamas Ángel.
Él jadeó y se sonrojó un poco. Sonreí tranquilizadoramente hacia él. Gimió y sacudió la cabeza rápidamente.
―De ninguna
manera. No voy a
responder eso―se quejó, dándome la cara de cachorro que no podía resistir.
―Vamos, dijiste que ibas a responder cualquier
cosa que quisiera ―animé. Frunció el ceño y sacudió la
cabeza. OK, voy
a intentar otra
táctica―.¿Por favor? ―Supliqué, picoteando sus labios―.¿Por favor? ―Susurré, besándolo de nuevo―.¿Por favor?
Gimió y tomó una respiración profunda mientras lo besaba por el cuello.
―Te llamo Ángel, porque, honestamente creo que
Dios puso un ángel en la tierra sólo para mí―admitió, tomando mi rostro en sus manos haciéndome mirarlo.
Tomé una bocanada de aire inestable. Así que era cierto lo que dijo Juls.
Mi corazón estaba acelerado en mi pecho mientras seguía hablando―.
La primera vez
que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eras tan hermosa que me
dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.
―Eso tiene que ser la cosa más dulce que jamás he
escuchado, Pi―murmuré, besándolo cariñosamente. Me devolvió el beso y rodó así que estaba debajo de él―.Podría besarte todo
el día―susurré, mientras besaba por mi cuello, mordisqueando suavemente sobre la piel y haciéndome gemir jadeante.
―Mmm, eso suena como un buen plan―murmuró contra mi piel. Envolví mis piernas alrededor de su cintura y tiré de él más cerca de mí, besándolo
con todo lo que tenía. Me sujetó los brazos por encima de mi cabeza y me besó de nuevo antes de trazar besos a través de mi mejilla hacia mi oído―Te amo,
Ángel ―susurró.
Mi corazón se detuvo y mi cuerpo comenzó a temblar, pero no sabía qué
decir.
―Yo... Yo..
Peter... Yo..
Me besó de nuevo, impidiéndome hablar. Sentí su agarre aflojar en mis
muñecas, así que envolví mis brazos alrededor de su cuello, tirando de él hacia
mí.
―No tienes que decir nada. Me he sentido así sobre
ti durante años, pero apenas has dejado de mirarme como el mejor amigo gilipollas de tu hermano. Sólo
quería decir las palabras para ti, eso es todo. He estado esperando para
decirlas durante mucho tiempo ―dijo, alejando mi pelo de mi cara. Envolví mis brazos
alrededor de su cuello y lo besé con fuerza por toda su cara, antes de finalmente
besarlo largo y duro en su boca perfecta.
Continuara...
El tercero y ante ulitmo... mas tarde mas!!
Le dijo te amo!!! Que amor!! Massss
ResponderEliminarLali también lo ama,y más a cada momento k se entera d cositas.
ResponderEliminares normal que aun no le diga te amo el lo tiene muy claro pq viene des de hace tiempo ella tmb lo siente perl aun no lo sabe es mas lindo peter vomo comenzo a decirle angel jaja
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