lunes, 31 de marzo de 2014

¿Jugamos a casarnos?


Cap 21 parte 2 ¿Es tu novio?
—Supongo que ha madurado —la castaña se encogió de hombros—. Anda, hay que ponernos de pie —empezó a levantarse y el muchacho la siguió.
—Creo que me siento traumatizado por todo el amor de Brenda —eso provocó una sonrisa en Lali.
—Prepárate para obtener más —dijo la muchacha señalando sobre su hombro.
Pitt volteó lentamente solo para observar a Luz con los ojos brillosos y llenos de felicidad.
— ¡PETER! —gritó entusiasmada y corrió a abrazarlo, al parecer era algo común en las mujeres de esa familia, primero Jeanne, después Brenda y ahora Luz, por suerte no había otra mujer más, claro a parte de la madre de las chicas pero no creía que ella tuviera esa reacción…
—Hola Lucecita —dijo Pitt sonriendo ante la chica, por suerte ella no había cambiado mucho pero aun así ella ya tenía 13 años.
— ¡Que alegría que estés de regreso! ¡Te hemos extrañado! —dijo aun emocionada sin soltarlo.
—Yo también los extrañé mucho —dijo. Lali sintió un pinchazo en el estómago, Pitt siempre había considerado a Luz como la hermanita que le hubiese gustado tener por lo que al escucharlo decir que los había extrañado comprendió que era sincero.
Antes de que pudiera decir alguna otra cosa Mateo entró a la casa cargando dos mochilas, una azul marino y otra de un color rosa fuerte y mientras las dejaba a un lado de la entrada divisó a su pequeña hermana abrazando a un grandulón y cuando vio a ese grandulón suspiró.
—Peter, has vuelto —dijo el chico—. Eso está genial —en su voz si se escuchaba una emoción que Bruno no había expresado.
Bien, ahora era oficial, Peter estaba confundido completamente, ¿Cómo es que toda la familia estaba tan contento de verlo?
Mateo se quedó unos minutos conversando con Peter y su hermana mientras que Lali observaba la escena, ella sabía perfectamente el porqué de la emoción de sus hermanos y en parte le dolía el regreso de Pitt, ¿Por qué tenía que llegar justo en ese momento? ¿Por qué no llegó antes?
Suspiró y sonrió, no debía de sentirse así en un día de cumpleaños de uno de sus hermanos, aunque ni siquiera hubiera iniciado la fiesta, debía sonreír.
A los pocos minutos entraron los padres de Lali junto a Pablo quien era el que cargaba el pastel, como era de esperarse también lo recibieron amablemente, incluso Poli lo había recibido contento, algo había sucedido con el hermano mayor de todos ya que en serio parecía feliz de verlo.
Apenas les había alcanzado el tiempo para arreglar la mesa en donde habían colocado el pastel cuando Cris llegó. Aunque no fuera una fiesta sorpresa el pequeño sí que se sorprendió al ver a Pitt en su casa, no es que lo recordara perfectamente pero definitivamente tenía recuerdos de él junto a su hermana mayor, después de todo sólo tenía 4 años y no se preocupaba por recordar algo más que el lugar en donde dejaba sus juguetes.
La fiesta fue algo sencillo pero por alguna razón Peter se sentía exhausto, aproximadamente a las 9:00 de la noche todo se había terminado, después de todo era una fiesta para un niño y al día siguiente había clases.
Lali había estado un poco silenciosa y cuando finalizó en festejo se apresuró a limpiar el lugar antes de empezar a despedirse del modelo.
— ¿Irás a tu casa? —preguntó la muchacha.
Ambos estaban afuera de la casa, de pie en la acera manteniendo la distancia.
—Sí, me siento cansado y mañana tengo que llegar temprano a la universidad para arreglar los últimos detalles de mi transferencia —le explicó.
Ella solo asintió y ambos permanecieron en silencio durante unos minutos. Esa incomodidad no se había sentido más temprano.
—Tienes esa cara de que quieres decirme algo —dijo Peter y ella hizo un intento de sonrisa pero no lo consiguió así que se dio por vencida.
—No, está todo bien.
No se sentían como dos adultos hablando, se sentían esa clase de adolescentes que no sabían lo que querían. Que no eran sinceros.
El teléfono de Lali timbró con el mismo tono que había sonado en el auto de Pitt, al ver la pantalla del teléfono sonrió nuevamente y suspiró.
Peter debió permanecer en silencio pero no lo hizo, necesitaba hacer esa pregunta, de la que temía escuchar la respuesta.
— ¿Es tu novio? —preguntó, sintiendo la boca seca y apretando sus manos en puños dentro de las bolsas del suéter.
Levantó su cabeza conectando su mirada con la del hombre frente a ella, presionó un botón del celular y lo guardó rápidamente.

—Sí —contestó sin apartar su mirada.

Sigue...

Oh! =O

Besos
Lunis♥

domingo, 30 de marzo de 2014

¿Jugamos a casarnos?



Cap 21 parte 1 ¿Es tu novio?

—Ya veo, por eso me convenciste de venir, ocupabas un ayudante —le dijo el modelo arrojando un puño de confeti en el cabello de la castaña.
Ella solo sonrió mientras sacudía su cabeza para que los pequeños círculos de colores cayeran al suelo.
Ambos estaban solos en la casa de los padres de Jeanne, supuestamente todos deberían de estar ahí ya que Cris no tardaba en llegar de la escuela pero Anastasia y Gabriel habían ido a recoger el pastel del cumpleañero, Brenda y Bruno tenían prácticas después de clases, Luz y Mateo seguramente se habían retrasado en la secundaria y James salía tarde del trabajo aunque también debería estar llegando lo que solo dejaba a Lali y Peter solos.
La pequeña casa estaba decorada de manera sencilla con unos globos azules y rojos pegados a un cordón y colgando en medio del techo de la sala, había también un par de mesas y sillas, en donde deberían estar los sillones, con manteles de plástico azules.
Minutos más tarde habían terminado con la pequeña pero linda decoración y ya que no había sillones no tuvieron más remedio que sentarse en el suelo justo en el centro de la sala, pudieron haber usado las sillas de las mesas pero todo se veía tan bien y no querían desordenar así que el piso pareció la mejor opción.
Hablaron un poco sobre la universidad y sobre el trabajo de Pitt, Lali se sorprendió al saber de su boca que el modelo no había estado de acuerdo en actuar en aquellas películas en España o la novela que hizo en Roma pero ya que estuvo trabajando dentro de la compañía MAK’s se vio obligado a hacerlo.
— ¿Qué tiene de malo actuar? —preguntó Lali.
—No es que tenga algo de malo pero refiero modelar de manera sencilla como lo hacía antes, actuar va a otro nivel que yo nunca me especialicé, no negaré que fue una experiencia muy agradable haber actuado en diferentes lugares pero lo mío es estar frente a la cámara haciendo poses sexys —dijo el muchacho levantando ambas cejas coquetamente.
Lali le sonrió y aunque probablemente él ya lo había notado aun así le explicó.
—Yo soy actriz —dijo y por alguna razón se sonrojó un poco—. Amo hacer eso, ponerme en el papel de un personaje que nació de una increíble mente, no sé si me explico, pero creo que es lo mejor que puede existir —se encogió de hombros—, por eso fue lo de la peluca rubio — concluyó.
—Y aunque pienso que te ves muy linda de rubia definitivamente te prefiero de castaña — le guiñó un ojo y la muchacha solo sonrió negando con la cabeza.
— ¡Rayos! Y yo que pensaba teñirlo de rojo —hizo puchero y después ambos soltaron con carcajadas.
La puerta se abrió de golpe atrayendo velozmente la atención de los dos muchachos. Una joven de cabellera larga y castaña entró por la puerta abierta con una sonrisa en el rostro que inmediatamente se deshizo al ver al modelo que aún seguía sentado en el piso de la sala de su casa.
—Brenda… —empezó a decir Jeanne pero fue interrumpida.
— ¡Pitt! —gritó Brenda mientras corría hacia donde el muchacho se encontraba, prácticamente se abalanzó sobre el muchacho envolviéndolo en un caluroso abrazo que jamás se imaginó recibir por parte de la chica—. No puedo creer que estés aquí. Es maravilloso —sí, y definitivamente no se esperaba esas palabras.
—También, es un gusto verte —dijo el Peter sin comprender la personalidad de Brenda. La última vez que se vieron la chica lo aborrecía en cambio ahora parecía quererlo, su fuerte abrazo que amenazaba con romperle los huesos de la espalda lo demostraba.
—Creí que no te agradaba —dijo Lali viendo a su hermana que después de unos segundos más por fin dejó respirar a Peter.
La mini Lali hizo un movimiento con las manos restándole importancia al comentario de su hermana mayor.
—Eso era cuando tenía 15 años, por favor, ahora ya soy mayor de edad y soy más responsable de mis actos y mis palabras —empezó a decir Brenda pero Pitt como si no supiera sumar tuvo que dejar de escucharla para analizar la edad de la castaña.
¡18 años! Rayos, eso explicaba por qué parecía ser una copia exacta de Lali, técnicamente cuando ellos dos empezaron con ese “juego”, tres años atrás, La tenía esa edad y las dos chicas eran idénticas pero… ¡18 años! No podía creerlo, no le había tomado importancia a la cantidad de años que habían estado separados pero ahora con solo la edad de Brenda se le hizo que fue una eternidad.
—Oh. Peter —dijo una voz varonil, completamente varonil, las dos chicas y el modelo levantaron la mirada al mismo tiempo para encontrarse con Bruno, el mellizo de Brenda quien definitivamente había cambiado—. Estás aquí —habló el joven y aunque no demostraba ninguna emoción ni en su voz ni físicamente por dentro estaba aliviado de ver al primer novio de su hermana mayor—. Qué bien —finalizó y subió las escaleras de dos en dos.
Lali rodó los ojos y volvió su vista a Peter que estaba anonadado al ver a sus hermanos menores.
— ¿Sucede algo? —preguntó Brenda antes que su hermana mayor pudiera hacerlo.
—No —negó con la cabeza—, es solo que estás muy grande —dijo observando a la chica que sonreía felizmente.
—Gracias, me gustaría decir lo mismo pero tú tienes el mismo aspecto que hace tres años, pero eso no significa que no te veas bien, desde luego —le aclaró y se puso de pie—, bueno, tengo que irme a cambiar que Cris no ha de tardar en llegar —se giró hacia las escaleras pero volteó rápidamente —. ¿Te quedarás aquí hoy? —Pitt solo asintió y ella lanzó un ¡hurra! Para subir animadamente las escaleras.
Cuando desapareció en el segundo piso Peter se acercó a Lali y le susurró:

— ¿Se puede saber que fue eso?

Sigue...

Reeeeeeegaloooooo!!!!!!!!!!!!

Eh! por que tanta alegría??

Besos
Lunis♥

¿Jugamos a casarnos?




Cap 20 ¿Amigo?

3 años después…

Peter sentía las manos heladas mientras sujetaba el volante de su auto, quería arrancar el auto y salir de ahí para calentarse frente al agradable calor de la chimenea de su casa pero no podía hacerlo, se lo había propuesto, llevaba más de un año con ese plan.
Mantuvo su vista fija en las puertas de la universidad al mismo tiempo que pensaba en algún lugar cálido. La suerte no había estado de su lado en ese día, pero sabía que todo cambiaría una vez que viera a Lali.
¿Cómo estaría ahora?
¿Se habría teñido el cabello?
¿Habría crecido más?
¿Cómo estarían sus manos? O ¿Sus labios…?
Eso definitivamente lo animó a esperar un poco más, quería verla. No. Necesitaba verla.
Habían estado comunicándose con mensajes ocasionales por Twitter o por facebook pero justo un año antes habían roto su comunicación, Lali ya iba en un punto crucial en la universidad y el trabajo de Peter había empezado a aumentar al grado de no dejarlo dormir durante días. Por lo que después de eso su comunicación había terminado.
Pero ya estaba ahí, después de tres largos años de trabajo había vuelto al lugar donde Lali estaba.
Ambos con 21 años y cientos de experiencias en sus vidas adultas se podían considerar más maduros y esperarla no debía ser un problema aunque dentro su auto estuviera a menos 2 grados centígrados y afuera el camino estuviese cubierto por una capa blanca de nieve.
Retiró sus manos del volante y las frotó entre sí para poder calentarse.
A lo lejos se escuchó un timbre y fue sólo cuestión de segundos para que una manada de hombres y mujeres de diferentes edades empezaran a salir del edificio frente al que su auto se encontraba estacionado.
Todos salían colocándose abrigos, chamarras y bufandas que les cubrían todo el rostro, Peter deseó que Lali no usara nada que le cubriera su rostro o no podría reconocerla fácilmente y sí no la podía encontrar ese día se sentiría perdido.
Suspirando y dando un tropezón salió de su auto para acercarse un poco al edificio, rechinó los dientes al sentir sus manos como grandes copos de nieve, Rochi le había advertido que usara guantes pero él se había negado, bueno, en realidad a la mayoría de las cosas que le decía la chica se le negaba. Escondiendo sus manos, dentro de los bolsillos del pantalón negro de vestir que llevaba, dio unos cuantos pasos más mientras que con la mirada buscaba una cabellera castaña que con solo cerrar sus ojos la recordaba perfectamente.
Varios estudiantes lo golpearon al pasar junto a él, extrañamente nadie lo reconocía aunque ni siquiera se había molestado en esconder su apariencia y digamos que ahora era aún más conocido de lo que fue años atrás.
Un grupo de estudiantes salió gritando y lanzando silbidos de victoria. Eran muchos, entre hombres y mujeres que vestían como si acabaran de salir de una película antigua, las chicas con vestidos largos y esponjosos, la mayoría cubriéndolos con abrigos y los chicos con trajes elegantes de color marrón, algunos llevaban sombreros, bigotes falsos y anteojos antiguos. Todos se detuvieron a unos metros del muchacho.
Por alguna razón Peter no pudo apartar la vista de ese grupo aunque su prioridad era buscar a Lali entre tantos estudiantes pero ellos no eran lo más fácil de ignorar en ese lugar, no solo sus vestuarios llamaban la atención también llevaban cargando cajas, bolsas de tela negras y grises y una rubia tenía una cesta de frutas falsas, como las que usan en las películas.
La vista del muchacho se quedó más tiempo observando a la rubia que era la única que no usaba ninguno de esos vestuarios extravagantes. Su sonrisa era hermosa…
Agitó su cabeza y cuando iba a regresar la vista hacia el edificio los chicos volvieron a reír escandalosamente atrayendo su atención de nuevo.
—Ahora vamos a celebrar al club —dijo una chica saltando de emoción.
—Ustedes vayan, me siento tan cansada que hasta la nieve me parece un excelente lugar para dormir en este momento —dijo una voz realmente conocida.
¡Rayos!
La vista de Peter  buscó desesperadamente a la dueña de esa voz pero alguien dijo algo y todos volvieron a reír, al parecer sólo eso sabían hacer. Las chicas negaron con una sonrisa en sus rostros y empezaron a moverse para continuar su camino. Las manos del modelo temblaron y sus ojos se posaron en la rubia de la hermosa sonrisa, cuando dieron un paso los ojos de la chica hicieron contacto con los de él y entonces entendió. ¡La había encontrado!
Los ojos de Lali se abrieron tan grandes como pudieron en ese momento, olvidó por completo que tenía una cesta de frutas de utilería en sus manos y la arrojó a alguna parte dejando a unos de sus compañeros con la palabra en la boca.
No se detuvo a esperar que la reconociera simplemente corrió hacia él.
Al parecer si la reconoció ya que cuando ella se abalanzó sobre él y lo abrazó él le devolvió el abrazo aún más fuerte de lo que soportaba, le dolió un poco pero no se quejó, sólo se dejó consentir por los brazos de Peter, los cuales había extrañado mucho.
— ¡No puedo creer que estés aquí! —dijo Lali después de que ambos soltaran su abrazo.
Él hubiera querido sostenerla de esa manera durante todo el día pero ella se alejó rápidamente manteniendo una distancia que a Peter le molestó.
—Aquí estoy —dijo con una enorme sonrisa.
Muchas cosas habían cambiado, en primer lugar… ¡dios! Lali había desarrollado un buen cuerpo, tres años atrás el muchacho pensó que apenas si era copa “A” y ahora…
— ¿Por qué no me avisaste? —preguntó la chica sonriendo y golpeándolo ligeramente en el hombro, algo que él definitivamente no se esperaba. Logró ver como ella contenía toda su emoción—. Me hubiera hecho un tiempo para ir…
—¡La! —Gritó un chico quitándose el sombrero del vestuario de época que vestía y lo agitó en el aire—. ¿Todo bien?
—Sí —le gritó de vuelta, el cabello rubio se levantó un poco cuando una ventisca helada los rozó—. Me voy a casa, nos vemos mañana —les gritó, no es que estuvieran demasiado lejos pero había tanto ruido de todos los estudiantes que sus voces se perdían aun en corta distancia.
— ¿Segura? —preguntó el mismo chico no muy seguro de dejarla con ese grandote musculoso que parecía modelo sacado de revista. Si supiera…
—Sí, mi amigo me llevará —y más valía que Peter la llevara porque ni loca tomaba el transporte en ese clima tan feo.
—No se preocupen —gritó Peter reposando una de sus manos sobre un hombro de Lali—. Yo me aseguraré de que llegue a su casa.
Los ojos de las muchachas brillaron, al parecer lo habían empezado a reconocer, y después sonrieron tontamente mientras unas de ellas empezaban a jalar a los chicos para que desaparecieran lo más pronto de ahí.
Lali no esperó a que ellos se fueran antes de voltear nuevamente hacia Peter y regalarle una cálida sonrisa que prácticamente podía derretir toda la nieve del lugar, ya lo había derretido a él.
—Entonces ahora me tendrás que llevar a casa o me robo tu auto —dijo sonriendo. Ambos entraron al auto sacudiéndose la nieve de los hombros. Peter encendió la calefacción y fijó su vista en Lali.
—En serio, no puedo creer que estés aquí —dijo sonriendo, sin voltear a verlo.
—Y yo no puedo creer que estés rubia.
Ella frunció el ceño antes sus palabras confundiéndose por un segundo, lentamente se fijó en el espejo lateral del auto para observar la peluca en su cabeza.
—Esos… están muertos —susurró entre dientes mientras llevaba sus manos a su cabeza para empezar a retirar la peluca rubia—. Olvide quitarla, como siempre, pero ellos me debían recordar que le tenía puesta. Cuando los vea mañana los torturaré lentamente a cada uno para que no se vuelvan a olvidar decirme… —murmuró y manteniendo las últimas palabras sólo para ella. Sí, seguía siendo la misma.
Pitt no dijo nada, solo la observó quitarse la peluca dejando a la vista una malla negra que atrapaba todo su cabello, dejó el cabello falso sobre su regazo y después retiró la malla ahora sí dejando ver su cabello castaño que estaba en dos trenzas. Qué alivio, pensó. No es que no se viera bien de rubia, por dios, se veía sexy, pero la Jeanne castaña era aún más hermosa.
Rápidamente deshizo las trenzas dejando su cabello rizado caer sobre sus hombros, ¿sobre sus hombros? había cortado su largo cabello.
—Te ves hermosa con tu cabello así —dijo Peter sin poder retener sus palabras. De igual manera no había tenido la intención de retenerlas.
Las mejillas de Lali se tornaron de un rojo intenso mientras alejaba su mirada de la del muchacho e intentaba esconder su rostro con su cabello, nadie le había dicho que lucía hermosa con ese corte, el día que se lo cortó solo obtuvo unos “¿Qué pensabas cuando cortaste tu cabello?” o “Tu cabello era tan largo” y cientos de cosas más que le hicieron sentirse mal al hacerse ese corte, durante casi tres meses había estado esperando a que su cabello creciera pero en ese momento, al escuchar esas palabras viniendo de él ya no le importó más.
—Gr… gracias —dijo y aclaró su garganta.
—De nada —ambos permanecieron en silencio, Pitt con la vista sobre ella y ella con la vista perdida hacia el frente.
Estaba tan feliz de volver a verlo que no sabía exactamente como hablar o de que hablar.
—¿Cuánto tiempo te quedarás aquí? —le preguntó finalmente.
—Amm, bueno… —suspiró y Lali se temió que no fuera a quedarse mucho tiempo en la ciudad. ¡Maldita España! Ya se lo había quedado durante más de dos años y Roma también lo había tenido durante muchos meses, era justo que ahora se quedara más tiempo en su país de origen.
—Oh —pronunció mientras tragaba, su garganta estaba repentinamente seca—. ¿No será mucho tiempo?
Él negó.
—Todo lo contrario —contestó y el corazón de la muchacha dio un repentino brinco—. Estudiaré los últimos dos años de la universidad aquí.
—Júralo —dijo inmediatamente.
—Te lo juro —contestó posando una mano sobre su pecho.
—Eso es maravilloso, mi día ha estado lleno de buenas noticas y luego llegas tú para hacerlo el mejor de mis días de universidad —aunque lo intentara no podía esconder su sonrisa de felicidad, era tan tontamente feliz en ese momento.
—Eso realmente signifi… —fue interrumpido por el sonido de un celular.
Lali se removió en el asiento del auto hasta que logró sacar su celular de uno de los bolsillos internos del delgado suéter que llevaba puesto, tocó la pantalla un par de veces y luego sonrió.
—Cierto, tengo que ir a casa rápidamente —dijo sin ver a Peter—. ¿Me llevarás?
No tenía que preguntarlo dos veces. El auto ya estaba encendido.
—Claro que sí.
—Por cierto —dijo Lali atrayendo la atención del modelo que había mantenido su vista fija en la carretera—. Hoy es el cumpleaños de Cris, mis padres le organizaron una fiesta y estás invitado.
— ¿Crees que tu hermanito me quiera en su fiesta? Seguramente no recuerda mi rostro.
—Vamos, tienes que venir, estoy segura de que Cristóbal te recuerda. Es decir ¿Cómo olvidaría al chico que amaba golpear con sus juguetes? —ambos rieron ante el recuerdo.
—¿No se debe celebrar en familia?
—Irán también sus amigos así que yo tengo derecho de llevar uno —¿amigo? Peter tragó y asintió.
— ¡Perfecto! —dijo victoriosa.
Su celular nuevamente volvió a sonar pero esta vez fue un tono diferente del primero, uno personalizado y cuando los ojos de Lali se clavaron en la pantalla en su rostro se dibujó una sonrisa diferente, una de esas sonrisas que ponen las chicas cuando reciben un mensaje de la persona de la que están enamoradas. Pitt la observó de reojo y creyó entender por qué ella usó esa palabra “amigo”.

Sigue...

Ahh!!! las asuste eh?! jajajaja

Bueno y ahora?!

Chicas, gracias por los comentarios del capitulo anterior... La verdad que me hicieron reir mucho... Pero... obviamete ahi no termina la cosa jajajaja
Disfruten de la continuación....

Besos
Lunis♥

sábado, 29 de marzo de 2014

¿Jugamos a ser novios?


Cap 19 parte 2 ¿Jugamos a ser novios? (Parte 2)

—Jamás había tenido que decirle adiós a alguien —dijo el muchacho.
Sostuvo las manos de la castaña entre las suyas, se sentían frías aunque la temperatura en el lugar había empezado a elevarse.
—¿Tan solitario eras? —preguntó la chica con una sonrisa—. Se supone que yo soy la antisocial del colegio.
Eso le sacó una sonrisa.
—Adiós, Pitt —dijo Lali, por suerte su voz no sonaba triste como creyó que iba a estar en ese momento, ciertamente le ayudaba la sonrisa que él tenía en su rostro.
—¿No me vas a dar beso de despedida? —preguntó curvando su labio inferior hacia afuera.
—¿Por qué tendría que hacerlo? —se cruzó de brazos más sin embargo no podía borrar la sonrisa en su rostro, una sonrisa de tristeza, por cierto —. Después de todo, nosotros siempre jugamos —dijo Lali.
—Entonces ¿Jugamos a ser novios? —le preguntó Peter, levantó ambas cejas casi como si estuviera coqueteando y antes de que ella pudiera decir alguna palabra la atrajo y la besó.
Le besó profundamente, como si su propósito fuera dejarla sin respiración o hacer sangrar sus labios. Hubo una segunda llamada que ellos no escucharon porque la unión de sus labios era más importante que eso. Delineó los labios de la castaña con su lengua para después morder levemente su labio inferior, quería besarla de una manera que ella lo recordara durante el tiempo que estarían separados.
Los brazos de Lali subieron hasta el cuello del modelo y se presionó contra él para sentir los latidos de su corazón. Peter  deslizó su lengua dentro de la boca de la chica y la saboreó detenidamente, grabándose, memorizando el sabor de su boca, después acarició su lengua lentamente provocando que ella lanzara un gemido sólo para él.
Alguien pasó junto a ellos y los golpeó haciendo detener su beso bruscamente, voltearon a varias direcciones pero no vieron a nadie, seguro fue un pasajero con prisa.
Nuevamente se besaron pero esta vez fue algo menos profundo y con más prisa.
—Ya me vas a dejar sin respiración —dijo Lali apartándose de él.
—Tú tienes la culpa por besar tan bien —le dijo el muchacho.
—Tú tienes la culpa por enseñarme.
—No quiero saber que estés besando a otro chico así —una de sus manos se deslizó desde la mejilla de la chica hasta sus labios en donde los delineó completamente.
—Yo puedo besar a…
La silenció con otro beso.
—No seas tan ruda conmigo —apoyó su frente en la de ella—. O te llevaré conmigo aunque debas ir sentada sobre mí en el avión.
Ambos rieron y la irritante voz femenina apagó sus risas.
—Me tengo que ir —dijo como si no fuera obvio.
—Cuídate.
—Tú también.
—No hables con extraños.
Ambos rieron.
—Tendré que hacerlo, pero tú no ayudes a extraños para la próxima.
—Lo pensaré —sus frentes aún seguían unidas y ahora ambos habían cerrado sus ojos, era menos doloroso así.
—Te llamaré aunque tenga que hacerlo por medio de señales de humo —suspiró para evitar que su voz se quebrara—. Sé que es egoísta pero extráñame.
Ella negó sin pronunciar palabra alguna.
-Última llamada- volvió a repetir la mujer de los altavoces.
—Te tienes que ir —dijo Lali.
Separaron sus frentes y ambos suspiraron profundo como si se hubieran puesto de acuerdo, sus miradas permanecieron entrelazadas hasta que ambos las desviaron hacia diferentes direcciones.
Peter empezó a caminar de espaldas observándola.
—Adiós —le dijo antes de darse media vuelta.
—Adiós —dijo tragándose el nudo en la garganta.
Después observó la espalda del muchacho, apretó sus labios e inclinó su cabeza.
Lali —escuchó su nombre y levantó su cabeza, Peter la observaba a punto de entrar por el pasillo, había personas en el lugar que ya habían empezado a reconocer al modelo, después de todo no se había molestado en cubrirse, más sin embargo nadie hacia nada, solo lo observaban, ni siquiera tomaban fotos. Lo que fuera no les importó a ninguno de los dos, él abrió su boca y esa palabra dejó congelada a la muchacha hasta que una aeromoza lo tomó del brazo para alejarlo de su vista.
Las puertas se cerraron y Lali limpió una lágrima que apenas había querido hacer su aparición, suspiró y se dio media vuelta para salir de ahí.
Caminó con la mirada baja hasta llegar con un guardia que le pidió el pase de color verde que le había permitido entrar hasta la sala de espera de los pasajeros.
—¿Se encuentra bien? —le había preguntado el hombre y ella con una sonrisa fingida asintió.
Salió de ahí para ir a buscar a su familia pero solo encontró al cachorrito que la esperaba en donde antes habían estado, el perrito agitaba la cola y lamió las lágrimas que habían empezado a bañar su rostro.
—Yo también te quiero —dijo recordando el Te quieroque Peter  le acababa de gritar antes de subir al avión.

Fin...?


No se me enojen eh!...  
Llore con el final!! 

Besos 
Lunis♥

viernes, 28 de marzo de 2014

¿Jugamos a ser novios?


Cap 19 parte 1 ¿Jugamos a ser novios? (Parte 2)

El camino al aeropuerto no fue muy animado, en el auto todo estaba silencioso, incluso a Lali le pareció que el chofer se sentía triste por tener que ir a dejarlo.
Gotas de lluvia empezaron a caer sobre los cristales impecables del auto, hasta el clima estaba contra ellos.
Cuando bajaron del auto la lluvia ya azotaba fuertemente, ¿cómo era posible que en mayo estuviera lloviendo de esa manera? Pero al parecer Peter había verificado el pronóstico del tiempo antes de salir de casa porque llevaba una sombrilla lo suficientemente grande como para cubrirlos a ambos.
Tener que esperar dos horas en el aeropuerto para partir era una tortura, todo sería mejor si llegaran y se fueran rápidamente, ahorrarían partidas dolorosas y cientos de lágrimas de personas que se separaban en esas puertas.
Los padres de Peter llegaron media hora después y se reunieron con ellos, por suerte él no se iría solo, sus padres irían con él, tenían que hacerlo, después de todo trabajaban juntos como familia.
Durante la próxima media hora llegó la familia de Lali pero se mantuvieron alejados de ellos, habían ido porque pensaron que su hija iba a necesitar apoyo después de la partida del modelo.
Ella recargó su cabeza en el hombro del muchacho mientras recordaba la pregunta que le había hecho esa misma mañana y la respuesta que le había dado.
—¿Es egoísta de mi parte pensar que tú sientes algo por mí?
Le había preguntado pero ya que se negaba a mentirle solo le contestó:
—Es egoísta.
Enterró el rostro en el brazo del muchacho conteniéndose las lágrimas, si le hubiera dicho otra cosa Peter habría renunciado a ir a ese trabajo, en ese momento les dolería a ambos pero en un futuro iban a ver que todo había valido la pena, las mentiras, los secretos, el dolor…
El equipaje del muchacho y de sus padres estaba en revisión y ya que no eran necesarios ahí Peter decidió que era el momento de secuestrar a Lali.
La tomó de la mano y se la llevó de nuevo hasta el estacionamiento, la lluvia ya se había detenido por lo que no fue necesario tomar la sombrilla. Cuando llegaron al auto el chofer abrió la puerta y dejó ver en el interior una enorme caja forrada con papel amarillo y tenía hoyos.
—Sé que esto no es lo que querías —habló el muchacho—. Pero fue una de las pocas cosas que logré saber que querías —la sorpresa en el rostro de Lali se notaba fácilmente. Peter se inclinó para poder entrar en el auto y tomar la caja, se escuchó un sonido, como un chillido y después un brusco movimiento en el interior—. Feliz cumpleaños —le dijo entregándole la caja que apenas si podía sostener.
Levantó la tapa de la caja y del interior saltó un cachorro golden retriever café, los ojos de Lali se iluminaron y una sonrisa verdadera se dibujó en su rostro.
Tomó al cachorro en sus brazos que movía la cola rápidamente, el cachorrito, como si fuera su dueña de toda la vida, lamió su mejilla un par de veces.
—Hey eso es mío —dijo Peterrefiriéndose a la mejilla de la castaña.
—Hoy no es mi cumpleaños —dijo sonriente.
—Lo sé, es en dos semanas pero ya que no estaré por aquí quería darte esto, dijiste que era para Luz pero estoy segura que lo cuidarás tú…
—Gracias, es perfecto.
—Sé que eso no es lo que querías pedirme desde el inicio, nunca me lo dijiste ¿Quisieras decírmelo ahora?
Los ojos de la chica se clavaron en el cachorro que aun sostenía en sus brazos, sus mejillas se sonrojaron y su boca se sintió repentinamente seca.
Lo que ella quería era tan tonto que hasta le daba pena pronunciarlo, apostaba que nadie pensaría en algo tan tonto.
Aclaró su garganta.
Una flor —dijo finalmente, los ojos de Peter se abrieron tan grandes como les fue posible—. Se llama chocolate cosmos, esa flor significa el final del amor, no me interesa su significado realmente. Huele a chocolate y vainilla pero está extinta, hay clones de esa flor pero es muy difícil conseguirla, desde pequeña he querido una flor de esas  suspiró y fijó su mirada en el muchacho que la observaba tiernamente—. Sé que es tonto pero es algo que siempre he querido.
—No es tonto en absoluto. Sabes que habría hecho lo imposible por conseguirte una…
—Pero está bien, porque sé que lo harías.
Ambos se sonrieron pero fueron interrumpidos por el chofer de Peter.
—Disculpe mi interrupción, pero faltan pocos minutos, joven Pedro.
—Sí —asintió el muchacho y tomó de la mano a Lali.
Entraron nuevamente al aeropuerto, ahora con un cachorrito. Los ojos de Luz se iluminaron al ver al perrito por lo que corrió hasta su hermana y se lo pidió.
Los minutos pasaron rápidamente y cuando menos acordaron una voz femenina empezó a llamar a los pasajeros del vuelo en donde Peter se tenía que ir.
Solo Lali pudo entrar hasta la sala de espera gracias a un permiso que pidieron los padres del muchacho. Primero se marcharon sus padres y se despidieron de ella con fuertes abrazos y un hasta pronto.
Y ahora seguía Peter.

Sigue...

El fin?!

Besos 
Lunis♥

¿Jugamos a ser novios?


Cap 18 ¿Jugamos a ser novios?

Los días no duraban lo suficiente y las noches no eran distintas, ni siquiera el no dormir les alargaba su tiempo juntos, parecía el tiempo estaba en contra de ellos.
Los ojos de Lali se cerraban por el sueño perdido de la noche anterior. Su cabeza estaba recargada en el hombro de Peter quien reposaba su mejilla sobre la cima de esta, el profesor los volteaba a ver cada cinco minutos para verificar que siguieran despiertos o mínimo con los ojos abiertos, por el momento ninguno de los dos se había dormido en ninguna de las clases pero ya que esa era la última hora se sentían rendidos y no solo ellos, también los demás alumnos.
La noche anterior habían tenido una gran fiesta, en donde asistió casi todo el colegio con el fin de despedirse de Peter.
Había sido una larga noche en donde ninguno de los dos se habían separado, no por su actuación de novios si no porque las chicas del colegio se le insinuaban al modelo con atuendos provocativos y la mayoría ebrias. Él no era el único con problemas de ese tipo, a Lali también se le habían insinuado chicos el doble de ebrios que las casi desnudas muchachas, los chicos eran peor que ellas, habían intentado tocarla de más en varias ocasiones.
La tercera vez que un chico se había acercado a Lali los dientes de Peter habían rechinado así que después de eso había sujetado la mano de la castaña durante toda la noche, ni siquiera se había detenido a ir al baño con tal de tenerla a su lado. Después de todo, sus horas juntos estaban contadas.
La fiesta había terminado después de las tres de la mañana, pero claro, solo a unos adolescentes se les ocurría hacer una fiesta un jueves cuando al día siguiente tenían clase a la primera hora del día.
Los parpados de Lali cayeron pesadamente y se hubiera quedado dormida de no haber sido porque el timbre que anunciaba el final de la clase se hizo presente por toda la escuela, todos los alumnos revivieron al escuchar ese glorioso sonido ya que todos se levantaron de sus asientos y empezaron a llenar de murmullos el salón de clases, mientras se ocupaban de guardar sus pertenencias el profesor anunció algo sobre los exámenes de parcial y una junta respecto a la próxima graduación.
Un nudo en la garganta de la muchacha apareció y la hizo tragar, Peter ni siquiera iba a poder graduarse con ellos, era triste, más de lo que quería admitir.
Sus lápices y su carpeta aun reposaban sobre la mesa de su pupitre pero no se sentía con la fuerza de guardar nada, solo quería dormir.
Sintió un par de brazos rodearla fuertemente y después un par de suaves labios rozar los suyos, sonrió pero no siguió el beso, solo abrió sus ojos y con ambas manos sobre el pecho de Peter lo empujó.
—¿No quieres que te bese? —le susurró al oído.
Ella sacudió su cabeza y empezó a guardar su carpeta y lápices dentro de su mochila, ni siquiera le importó en acomodar las cosas, solo las arrojó y ya.
—Tengo mucho sueño —dijo después de acomodarse la mochila en su hombro.
—Yo también pero eso no me quita las fuerzas para besarte —nuevamente se iba a acercar a Lali pero ella se levantó de su silla evitando el beso.
No es que no quisiera besarlo pero… bueno, sí, no quería besarlo, no en ese momento cuando las miradas de toda la clase estaban sobre ellos o en ese momento en que sentía que alguna palabra comprometedora saldría de sus labios…
—Vamos, aun tienes ropa que empacar —dijo adelantándose a llegar a la puerta del salón. Peter se apresuró a ir detrás de ella y cuando la alcanzó pasó uno de sus brazos por los hombros de la castaña.
—Estás actuando extraña, ¿Pasa algo? —le preguntó el muchacho susurrándole tiernamente al oído.
En ese momento Lali se sentía como las otras chicas del colegio, aquellas fanáticas de Peter que se derretían por tenerlo cerca. Ella sentía que se derretía cada vez que él le susurraba de esa manera al oído.
—Te lo dije, tengo sueño y por lo regular tiendo a ser rara cuando no he dormido en toda la noche —esa excusa no se la creyó ni ella misma pero ambos decidieron dejarlo así.
Para complacerlo Lali se detuvo en el pasillo obligándolo también a él a detenerse y le dio un rápido beso sobre la comisura de sus labios, eso le bastó.
Estar enamorado apestaba cuando tenías que separarte de la persona que querías. ¿Por qué no simplemente le pedía a Lali que fuera con él? La respuesta era obvia, era egoísta siquiera pensar de esa manera.
Los ojos de Peter no se habían separado ni un minuto de la chica desde que se había levantado de su lado para ir a jugar con Cris.
Era más lógico pensar que debería estar en su casa con sus padres ya que se iría a la tarde siguiente pero en lugar de eso prefirió ir a casa de Lali en donde se sentía como en una familia, aun cuando el más pequeño de la casa se empeñaba en recibirlo con un golpe en la espinilla, ya hasta sentía que él era el señor barriga y Cris el chavo del 8 que siempre lo recibía con un golpe al entrar.
—Deja de ver a mi hermana así o se te van a secar los ojos —dijo Brenda atrayendo la atención del muchacho—. No puedo creer que después de un mes y medio te hayas dado cuenta de que te gusta mi hermana ¡de verdad! —la pequeña copia de Lali con años menos que ni se molestaba en bajar su voz, aun no le agradaba Peter, para ser más sincera, la pequeña hermana tenía celos del modelo—. Eres un tonto.
No dijo nada, pues era verdad, había tardado demasiado en darse cuenta que la quería más de lo que imaginó. Era más que un tonto.
Cuando le había pedido aLaliser parte de su plan, lo había hecho porque pensó que no se enamoraría de ella por el simple hecho de ser una chica normal, gran estupidez de su parte, si algo aprendía de su trabajo era que no se debía juzgar por las apariencias pero el siempre terminaba haciéndolo.
Cerró sus ojos y recargó su cabeza en el respaldo del sillón, a su lado Brenda negaba con la cabeza, no la veía pero sabía que eso estaba haciendo.
—Te juro que si mi hermana no sonríe después de que te vayas te iré a matar, no importa en donde estés —le advirtió Brenda y nuevamente se concentró en la televisión.
—Cuando tenga mi dirección te la mandaré por e-mail para que vayas a hacerlo —musitó Peter aun con sus ojos cerrados.
—Parece que ya se llevan mejor —dijo Lali acercándose a ellos con el pequeño en brazos.
El muchacho abrió sus ojos y la vio sentarse a su lado, Cris se sentó en las piernas de su hermana mayor y con un carrito de juguete empezó a trazar una pista de carreras en la pierna de Peter, esto le provocó cosquillas y con una mano alborotó el cabello de pequeño.
—Creo que es mejor a que te golpeé ¿no? —dijo Peter.
—Sí, definitivamente —pasó su brazo por los hombros de la castaña y le dio un rápido beso en la mejilla.
—Me dan nauseas —murmuró Brenda por lo que solo Peter  logró escucharla.
Los padres de las muchachas entraron a la sala con un par de bandejas con botanas y bebidas para pasar esa noche. Todos se reunieron en la sala después de unos minutos y compartieron todo el tiempo que les fue posible, los padres de Lali le tenían un gran cariño a Peter por lo que no les importó que se quedara a dormir en su casa esa noche, sabían que era un buen chico, más de lo que la primera impresión les había dado el primer día que puso un pie en su casa.
Después de un maratón de películas y juegos de mesa Peter y Lali fueron los únicos que permanecieron en la sala, hablando de cosas sin sentido, ambos haciendo insinuaciones sobre sus sentimientos pero ninguno hablando honestamente.
A pesar de estar en mayo esa noche en especial se sentía un poco fría por eso ambos tuvieron la excusa de dormir juntos envueltos en la misma cobija.
Lali fue la primera en despertarse, los brazos de Peter  la rodeaban fuertemente y su respiración le pegaba en el rostro, algo que no había sentido en toda la noche, sus manos reposaban sobre el pecho del muchacho y una de ellas sujetaba una parte de la camiseta fuertemente, como si no quisiera dejarlo ir.
No quería dejarlo ir.
Probablemente eso se pudo haber evitado, si hubiera sido honesta con él desde que se dio cuenta de sus sentimientos, no se estarían separando ese día.
Suspiró y como pudo salió de los brazos de Peter. Su cuerpo estaba adolorido, dormir en un sillón junto con un chico no era lo más cómodo que había aunque sí lo más tierno que podía sentir.
Era la segunda vez que dormía con él.
Ya de pie y después de haber relajado un poco su cuerpo observó al modelo, su rostro lucia cansado, su cabello con pequeñas ondulaciones caía en su frente, y a su cuerpo le hacía falta el calor de él…
Negó con la cabeza y se fue al baño, lavó su rostro y después sus dientes, se observó en el espejo, pasara lo que pasara, sintiera lo que sintiera, ese día debía sonreír hasta que Peter atravesara la puerta en el aeropuerto.
Salió del baño y caminó hasta el sillón para despertarlo, se inclinó frente a él y acarició su cabello con una mano haciéndolo despertar casi inmediatamente.
—Que bien que despiertas —dijo sonriendo.
Él le devolvió la sonrisa y se sentó en el sillón, estiró sus brazos al frente como excusa para atraerla hacia su pecho. La atrajo tanto como le fue posible, Lali no se esperaba ese movimiento por lo que aún no reaccionaba completamente, sus brazos se quedaron en sus costados, ni siquiera intentó abrazarlo.
Sintió los labios de Peter sobre la parte superior de su cabeza, ella estaba medio sentada sobre él.
—¿Puedo preguntarte algo? —le dijo con voz ronca.
Ella solo asintió.
—¿Es egoísta de mi parte pensar que tú sientes algo por mí? —le preguntó.
La piel de la castaña se erizó al escuchar esas palabras. Estúpido Peter, ella se había prometido no decirle nada pero tampoco quería mentirle.
Permaneció en silencio hasta que él se puso de pie, aun sosteniéndola en sus brazos, aclaró su garganta y le volvió a repetir la misma pregunta solo que esta vez más fuerte.
—¿Es egoísta de mi parte pensar que tú sientes algo por mí?
Dejó de abrazarla para poder acunar su rostro entre sus manos y poder verla fijamente a los ojos, necesitaba escuchar su respuesta.
De aquello que saliera de sus labios dependía todo.

Sigue...

Ok... y ahora?!
Viernes de doblete!!

Besos
Lunis♥