viernes, 1 de agosto de 2014

"Toda la noche con el jefe"


CAPITULO 12
—Se me ocurren mejores maneras de hacer eso —dijo Andres.
Lali lo ignoró, fascinada por la expresión de Peter. Parecía divertido, acalorado. A todos se les ocurrían mejores maneras de aliviar la frustración, pero, mientras que fue Andres quien lo expresó, eran Peter y Lali los que deseaban hacerlo. Ella lo sabía tan bien como él. Pero no podía dejar que ocurriese.
Nico rompió aquel incómodo silencio.
—¿Tienes ganas de volver a casa, Lali?
Peter devolvió la mirada a su plato.
—Sí, no he estado allí desde que me fui. Será agradable volver a ver a los amigos. Aún hay miles de sitios a los que quiero ir, pero podré viajar de vez en cuando.
—¿No quieres quedarte en Londres?
Ella se encogió de hombros.
—Aunque quisiera, no podría. Mi visado de trabajo expira en dos meses y entonces tendré que marcharme.
—Siempre podrías encontrar un marido inglés, Lali. Entonces podrías trabajar en cualquier
parte de Europa durante el tiempo que quisieras —dijo Andres arqueando las cejas—. Si necesitas a alguien para el puesto, házmelo saber.
La expresión de repulsa que Peter le dirigió a Andres fue cómica. Lali les dirigió a los dos una sonrisa.
—Vaya, gracias, Andy, pero, dado que sólo pienso hacerlo una vez, si me caso será por amor.
Volvió a mirar a su plato, decidiendo sacar el mayor partido al postre. El olor a limón le recordaba al abrazo de Peter. Disfrutó de cada pedazo hasta que sólo le quedaron unas pocas frambuesas y algo de nata. Dejando de lado las buenas maneras, dejó el tenedor y tomó con los dedos una frambuesa, untándola en la nata hasta cubrirla por completo. Se la metió en la boca y lamió con la lengua la nata de los dedos. Estaba deliciosa. Le habían añadido la cantidad idónea de licor para darle un toque dulce. Ignorando a los demás por completo, repitió el proceso hasta que se terminaron las frambuesas. Luego mojó el dedo en la nata y se lo lamió. En ese momento miró a Peter y la intensidad de su mirada le resultó sorprendente. Bajó la mano nerviosamente y se concentró en la conversación. Nico y Andy parecían estar hablando de tenis.
Lali observó cómo Peter disfrutaba de su postre.
—¿Cómo está la tarta?
—Magnífica —contestó él—. ¿Quieres un poco?
—Oh, no —dijo ella inmediatamente—. No. Gracias.
Peter agarró su tenedor y pinchó un pedazo de su postre. Luego estiró el brazo hacia ella.
—Venga. Sabes que lo deseas —dijo con voz suave y tan tentadora como la tarta.
Mientras lo miraba, Lali vio la llama del deseo otra vez en sus ojos. No debería haberse
mostrado tan codiciosa. Con su brazo estirado sobre la mesa, frente a Nicolás y a Andres, era
imposible negarse. Evitando el contacto con sus dedos, agarró el tenedor y se lo llevó a la boca. Peter tenía razón, estaba magnífica, pero no sirvió para saciar el hambre que crecía en su interior.
Estaba mirándola intensamente, y ella le devolvió el tenedor con rapidez, incómoda por la intimidad del momento.
—¿Quieres más? —preguntó él. Su voz resultaba penetrante, y a Lali le fue imposible apartar la mirada mientras negaba con la cabeza. Apretó los labios y trató de no relamerse, no queriendo mostrar la tensión sexual que sentía. Pero sabía que aquella acción lo mostraba igualmente.
Nico y Andy se habían quedado callados, y Lali recordó su presencia de pronto.
—¿Vosotros queréis? —preguntó alegremente, con la intención de aliviar la tensión que se
había apoderado de la mesa. Los dos rechazaron la oferta, y ella apartó la mirada avergonzada.
Andres se fue a hacer una llamada y Nico se levantó en ese instante para ir al baño. Los
buenos modales obligaron a Lali a permanecer allí acompañando a Peter mientras se terminaba su postre.
La miró y se fijó en su boca.
—Tienes un poco de nata —dijo llevándose la mano a la barbilla.
—Oh —Lali levantó una mano y se limpió.
—No, en el otro lado —dijo él con una sonrisa—. Aquí —estiró el brazo por encima de la mesa y deslizó el dedo por debajo de su labio inferior.
Lali suspiró y él dejó quieto el dedo. Deseaba saborearlo con la lengua. Abrió la boca para
hacerlo, desesperada por lamerse los labios, lista para él. Hubo un silencio. Entonces Peter volvió a mover el dedo, hacia arriba en esa ocasión. Ella se quedó quieta, derritiéndose por dentro.
—Dime que no deseas que te toque —dijo él suavemente.
Lali tenía varios talentos, pero mentir no era uno de ellos. Se quedó callada y él volvió a
deslizar el dedo por sus labios. Deseaba más. Deseaba sentir sus labios. Se inclinó hacia delante y contempló su boca.
—¿Lali? —dijo él—. ¿Sientes esto? ¿Lo sientes?
—Es sólo sexo —dijo ella, y se echó hacia atrás, desesperada por controlar la situación. Pensó en echarle la culpa a la nata con licor, pero sabía que eso era más aroma que alcohol.
Peter la miró, y el calor fue visible en sus ojos.
—Si es sólo sexo, ¿por qué no hacemos algo al respecto?
¿Una aventura de una noche? Estaba tentada. Muy tentada. Iba a marcharse pronto del país.
¿Por qué no tener una aventura? Rochi había sugerido que hiciera eso con Poli. Pero era demasiado peligroso.
Miró hacia la mesa. Peter volvió a estirar el brazo y le levantó la barbilla.
—¿Porque no es sólo sexo? —sugirió él.
Lali sintió un vuelco en el corazón, porque sabía que él tenía razón. Aquella atracción parecía
ser más que física. Razón de más para negarse.
—No puede ocurrir, Peter.
—No hasta que tú no lo digas —dijo él apartando la mano.

Cuando regresaron a la oficina y siguieron trabajando, las cosas habían cambiado. La atmósfera entre ellos era distinta. Lali había admitido la atracción a la que él se había referido antes. Y, a pesar de su intención de no hacer nada al respecto, era un secreto que compartían, un vínculo entre los dos. Sus miradas se encontraban cada vez que Andres hacía uno de sus comentarios escandalosos. Sus dedos se tocaban cada vez que se pasaban papeles. Sabía que Peter la miraba tanto como ella a él. Era un juego peligroso, pero pensaba que podía controlarlo, mantener las cosas como estaban. Habían admitido que la tentación existía, pero eso sería lo más lejos que irían.
Antes de irse a casa, le pidió a Peter que comprobara unas cifras que había metido en una de las bases de datos. El se colocó a su lado y se inclinó por encima de su hombro, señalando la pantalla.
Lali tuvo que hacer un esfuerzo por no inclinarse hacia él. Sentía el calor de su cuerpo detrás. No le costaría nada apoyarse contra él, sentir su cuerpo duro y firme, como había estado soñando noche tras noche.
Peter pareció notar que había perdido la concentración en el trabajo.
—¿Qué champú utilizas? Tu pelo huele muy bien.
—Se llama Esprit de Fleur. Puedes comprarlo en el supermercado por cinco con noventa y
nueve —no pudo evitar la brusquedad de su respuesta, pues era una manera de defenderse de su cercanía, un modo de apartarlo porque, si no lo hacía, corría el peligro de acercarlo más; física y figuradamente.
Notó cómo se apartaba y supo que estaba a punto de marcharse, y de pronto esa idea le
pareció aún peor.
—Aunque no te sugiero que lo hagas —dijo volviéndose hacia él.
—¿Por qué no? —preguntó él acercándose de nuevo.
—Porque el que usas ahora te va bien —contestó Lali girándose de nuevo hacia la pantalla.
—¿De verdad?
—Sí —respondió ella—. De limón. Es agradable. Fresco.
—¿Lo has notado?
«Noto todo lo que haces», pensó ella. Decir eso habría sido ir demasiado lejos. Estaba jugando con fuego y lo sabía. El problema era que le resultaba irresistible. Él era irresistible.
Peter se quedó quieto, tal vez esperando otro movimiento, otra señal. De modo que, con una
fuerza sobrehumana, Lali mantuvo la mirada fija en la pantalla, deseando que los demás no se hubieran marchado ya, hasta que finalmente él se incorporó y regresó a su silla.
Lali respiró aliviada. Cerca, había estado cerca, y aun así no le parecía suficiente. Mentalmente rezó para que la quincena pasara deprisa; cada día era peor. ¿Por qué siempre deseaba lo que no podía tener?

Díganme si el chico de la foto no esta para "el infarto" como se dice por ahí...
Esta buenísimo!! 
Besos
Lunis♥

4 comentarios:

  1. Sii esta para todo lo a te podes imaginar y mas! Q se corte el pelooo y se deje la barba! Maasss nove!

    Belu

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  2. Los dos son pura tentación.
    Están en puriticas llamas,falta k se quemen.
    JAjajjaja,no digo nada d la foto ,podría ser mi hijo!!!

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  3. Gracias x los tres caps.buuuaaaah ,a esperar hasta el lunes.
    Besos!!!

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  4. masssssssssssssssssssssssssss

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