Después de unas
cuantas horas, estaba bastante
borracha. No me sentía muy estable sobre mis pies, pero continué bailando con mis amigos
de todas formas.
Peter estaba conversando con alguno de sus compañeros de
equipo no muy lejos de mí y continuaba mirándome.
—¡En serio, Peter se está fijando en ti! —chilló Cande en
mis oídos por quinta vez.
—¡No lo hace! No seas estúpida, Can, probablemente está
asegurándose de que no vomite, pues le toca limpiar mañana. —Terminé mi bebida
y solté mi vaso en la alfombra. Ja, ¡Qué limpien eso en la
mañana porque yo no! Comencé a reír histéricamente, lo
que hizo que Cande también riera.
—Voy a buscar otro trago —dije por encima de la música.
La canción cambió
a “Ella es como una estrella”, de “Taio Cruz”, la cual es la canción favorita
de Peter. Sentí a alguien agarrando mi mano y miré hacia atrás para encontrar a Peter sonriéndome, una sonrisa de las verdaderas y no pude
evitar sonreírle de vuelta.
—Baila conmigo Ángel —dijo, envolviendo sus brazos
alrededor de mi cintura.
Estaba tan ebria en ese momento que no me importaba estar
bailando con Pitt; enrollé mis brazos
a su alrededor y apoyé la cara en
su cuello. Olía sorprendentemente bien, por lo que me
pregunté a qué sabría si lo lamía. Espera,¿acabo de pensar en lamer a Peter como si fuera un helado o algo? Me eché a reír de mi propia idiotez. Peter me
alejó un poco y puso cara de “¿Qué diablos?” lo cual me divirtió
todavía más. Rodó sus ojos y sacudió su cabeza, luciendo divertido mientras
presionaba su cuerpo contra el mío. La canción no era lenta en realidad, por lo
que nos balanceábamos bastante rápido y medio frotándonos el uno contra el
otro. Adoro bailar y él era bastante bueno en eso, nuestros cuerpos parecían encajar perfectamente.
Pude sentirlo excitarse pero no me importó. Peter había
estado presionando sus erecciones contra mí desde que yo tenía
doce y él catorce. Se despierta con una todas
las mañanas y la mayoría de las veces también tiene una cuando se queda dormido.
Simplemente lo ignoré. Fue raro la primera vez que pasó y de verdad me volvió
como loca. Esa mañana se había ido, tan avergonzado que casi lloraba, por lo
que le contó a su padre lo que le había pasado y luego vino la noche siguiente
adecirme que era normal en los chicos que eso sucediera porque estaban
creciendo y su cuerpo estaba todo lleno de hormonas. Nunca supe si era verdad o
no, pero no tenía ninguna
razón para dudarlo. Fue embarazoso por
un mes o dos, pero luego se convirtió en
broma por cierto tiempo y ahora lo ignorábamos completamente. Él se
separó un poco para mirarme y darme una de sus agradables sonrisas, por lo que
mi boca se curvó devolviéndole una sonrisa. En realidad lucía muy lindo cuando
sonreía así y resultaba divertido que me acabara de dar cuenta de eso, dado que
lo conocía desde siempre.
Vico apareció de la nada.
—Amigo, ¿qué demonios?
¡Es mi hermanita!—le gritó a Peter,
agarrando fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.
—Vic, hombre, en serio, solo estoy bailando con ella,
¡esa es su canción! —dijo Peter, luciendo
realmente enfadado.
—Pedro, necesitas permanecer lejos de mi hermana, sólo
tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo como tu
persiguiéndola! —le replicó Vico, dando un paso adelante y enfrentando a Peter. Podía decir que estaba borracho por el pequeño toque de rojo
en sus orejas, que siempre lo delataban.
—¡Nunca la lastimaría! —gruñó Peter, sus pechos casi
tocándose.
—¡No me importa una mierda! ¡Te digo que te mantengas
lejos! —gritó Victorio.
Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no necesitaba
atestiguar su pelea, de cualquier manera, ellos se arreglarían en un par de
minutos, siempre lo hacían.
Mientras di la vuelta
en la esquina hacia la cocina, choqué
con un chico que
no conocía. Era quizás un poco mayor que yo, probablemente de la edad de
Vico y era realmente apuesto. Tenía
cabello negro un poco alborotado, cayendo sobre su frente y prácticamente
cubriendo uno de sus ojos marrones. Sonrió y sostuvo mi cintura tratando
de estabilizarme mientras lo miraba. Inmediatamente di un respingo dado que él estaba tocándome, pero no demasiado fuerte porque los tragos habían
adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí. Ya
había quitado sus manos de mi cintura, así que di un paso atrás para recuperar un poco de espacio
personal.
—Soy Benja—Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta de que
se le formaban unos hoyuelos realmente lindos.
—Lali —contesté sin apartar la mirada de su rostro. Era
realmente guapo. No lo reconocía de la escuela—. ¿Vas a Penn State? —pregunté
curiosa de por qué nadie lo conocía si estaba en la fiesta.
Sacudió su cabeza
y sonrió.
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita, pero no
puedo encontrarla.
—¿Ah, sí? ¿Quién
es tu hermana?—pregunté frunciendo el
entrecejo; puedo decirte que alguien
tiene como hermano un culo caliente.
—Martina Stoessel—afirmó. No pude evitar la reacción natural de mi cuerpo. Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres
una gran fanática, ¿no?—preguntó, todavía riendo.
—Oh… eh… Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de
disculpa y sonrojándome como loca. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su
hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a ser un
dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla? —Le
ofrecí, mirando alrededor de la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me reí al
recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no estaba
allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos tomamos
un trago? —sugirió, asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos vasos y una
botella de Jack Daniels.
Nos tomamos
un par
de tragos de eso hasta que
me di cuenta que estaba realmente borracha. Me apoyé sobre él pesadamente mientras charlábamos y reíamos
sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De repente,
me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra el
mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba,
él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa
mierda. ¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o
algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido
que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito
ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete detrás de mí
lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas.
Él negó con la cabeza, mirándome un poco desconcertado y luego chocó sus labios contra los míos. Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí,pero sus manos estaban sujetando la
parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía
lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude, pero él no se
movió. Empecé a volverme loca, literalmente podía sentir el ataque de pánico
tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado. Levanté
la mirada, desconcertada, para ver a Peter recargado sobre la pared, su brazo cruzando
sobre su garganta.Se veía tan enojado, que realmente comencé a sentir pena por
el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser
capaz de respirar.
—¡No la toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal cosa y darle
un beso a pesar de que ella no quería? —gruñó Peter con enojo.
Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse
de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios
litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me
apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que
era Pitt.
—¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero no pude
responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka.
¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Peter, bendito
sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
—¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por
levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinada que no funcionó muy
bien. Peter sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome
fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos.Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé
mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
—¿A la cama?
—preguntó, cuando había terminado. Asentí con
la cabeza, y me levantó
al estilo nupcial y me
llevó de vuelta a mi habitación.
Había quitado los cobertores y
estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi
ropa de fiesta.
—¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré,
mirando hacia mis shorts y mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los
zapatos también.
Él asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme,
y sentía como si mis piernas estuvieran
estropeándose. Liam puso
un brazo alrededor
de mi cintura, sosteniendo, y me
quitó los collares.
Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi
cabeza, pero me enredé en el proceso
y empecé a reír.
Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me quitó el top.
Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en
su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas
mientras bajaban por mi trasero; él los
tomó y los haló hacia abajo
lentamente, mientras me acostaba
en sujetador y tanga. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me
quitaba una por una mis sandalias.
—Bonito —ronroneó,
mirándome con su
sonrisa marca registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta
que mi estómago me sacudió de nuevo.
—¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando una
mano sobre mi boca.
Rápido como un rayo, me levantó y me llevó de nuevo al baño, sosteniendo mi cabello de nuevo y
frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.
Después de haber
cepillado mis dientes
de nuevo, se
quitó su camisa y la puso sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de camisas
—dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.
Él caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver
a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans,
subiendo a la cama junto a mí.
Todavía podía oír la fiesta en el exterior.
Peter envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia
su pecho. No podía dejar de pensar en el
tipo que
me besó en la
cocina. Antes de que supiera que estaba pasando,
estaba llorando.
—¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó, mirándome
desconcertado.
—¡Ese imbécil se robó mi primer beso!—gemí. Peter se echó
a reír y me sentí aún peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de mí!—.¡No es gracioso,Pedro! El primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una
clase de súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su
primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con
rabia, golpeando su pecho.
—Ángel, cálmate.
Él no te robó tu
primer beso—dijo, seriamente, mirando directamente a sus ojos, haciéndome sentir ingravidez con sus estúpidos ojos verdes de mujeriego.
—¿De qué estás hablando? ¡Él lo hizo! Él sólo me besó y
me lo robó —gruñí, con una lágrima cayendo de mi ojo. Él la limpió con su
pulgar y sacudió su cabeza.
—Sí, él sólo te besó, pero ese no fue tu primer beso. Yo
lo fui hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hacía que su
rostro pareciera hermoso.
¿De qué diablos
estaba hablando? Nunca me había besado. Fruncí el ceño, tratando de recordar.
—¿Recuerdas
cuando me lastimé
al caer de ese
árbol en mi jardín? Tenía trece años y mi maldita pierna
me dolía demasiado, y me preguntaste que podías hacer para que el dolor se
fuera. —Él cerró sus ojos y sacudió la cabeza con el recuerdo, con una pequeña
sonrisa en la comisura de sus labios.
Di un grito ahogado. Oh, dios mío. ¡Eso es verdad! Él me
pidió que lo besara y eso hice, bueno, dos veces en realidad. Dijo que todavía
estaba doliéndole y me pidió que lo besé de nuevo. Justo después de eso, Vic salió de la casa y nos sorprendió. Le dio un puñetazo en el rostro a Peter por
eso.
Oh, mierda. ¡Pitt tenía mi primer beso! No estaba segura
de cómo sentirme sobre eso, fue realmente agradable esa vez. Él estaba siendo
muy dulce ese día, estaba subiendo al árbol para bajar mi pelota que había
quedado atrapada ahí. Supongo que eso era bueno, al menos si Peter tenía mi
primer beso, significaba que no fue robado por un imbécil mientras estaba
borracha en una fiesta.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
—Ese también fue mi primer beso, y aún lo recuerdo —dijo
en voz baja, guiñando un ojo en broma.
—Bueno, has tenido muchos desde entonces, y algo más
—afirmo, refiriéndome atodas las chicas con las que se ha acostado.
—Sí, pero ese es todavía el primero y el mejor —susurró,
besando la parte superior de mi cabeza
y tirando de sus
brazos a mí alrededor,
metiendo mi cabeza en elhueco de su cuello.
Sólo nos quedamos en silencio; no sabía que decir, así
que me quedé callada. Después de un rato, todavía estaba despierta por el ruido
que llegaba de la fiesta. Eran como la una de la mañana, así que probablemente
se prologaría por lo menos una hora. Me di la vuelta para ver a Liam
observándome.
—Tampoco puedes
dormir, ¿eh? —preguntó, sonriendo.
Negué con la cabeza.
—¿Por qué no sales
y sacas provecho
a la fiesta? No tiene sentido
que estemos aquí despiertos. —Me
alejé de él para que pudiera salir de la cama.
Pero él negó con su cabeza y me haló de nuevo a su pecho.
—Estoy bien donde estoy.
Después de aproximadamente media hora, levanté mi cabeza
y lo miré, se había quedado dormido y se veía tan tranquilo y dulce, y sin
mencionar sexy. Prefiero nunca mirarlo de esta manera.
Sabía que él
era guapísimo y
tenía un cuerpo impresionante, pero nunca se
me había ocurrido mirarlo así. Mis ojos se movieron hacia su pecho. Él estaba realmente increíble y tenía abdominales perfectos.
Acerqué uno de mis dedos y tracé las líneas de sus
músculos en su estómago, sólo preguntándome cómo se sentiría.
Él se estremeció.
—Me siento un poco violado—afirmó, haciéndome
saltar y alejar mi mano rápidamente.
Me reí porque había sido sorprendida.
—Bienvenido a
mi mundo, me haces sentir así todo el tiempo.—Me encogí de hombros.
—Supongo que sí, lo siento —dijo, casualmente. Inmediatamente
me pregunté por qué él no era así todo el tiempo; sí lo fuera, probablemente
estaría enamorada de él como las demás chicas lo estaban.
—Oye, viendo que
no podemos dormir... ¿Qué te parecer jugar?—sugirió en tono emocionado, lo que
era probablemente una mala señal.
Puse mis ojos en blanco, tratando de no pensar en los estúpidos juegos que él propondría.
—No estoy jugando contigo; será algo como un juego de
quitarse la ropa, o algo que
implicará que me veas desnuda —dije, frunciendo el ceño y haciendo una mueca con los labios.
Él se rió y tomó mi labio inferior entre su pulgar y dedo
índice.
—Sin pucheros, Ángel. Si el viento cambia te quedarás atascado así—bromeó, corriendo su pulgar por mi labio.
El movimiento me hizo agua por alguna razón. Saqué mi
lengua y lamí su pulgar en broma, esperando que él se alejara y me dijera que era
asqueroso. Pero no lo hizo. En
cambio, un pequeño
gemido surgió de su garganta. El sonido
hizo que algo muy profundo dentro de mí cosquilleara y
palpitara.
Movió su cabeza cerca de la mía y luego se detuvo, sus
labios estaban a pocos milímetros de los míos. No podía espirar, mi corazón estaba acelerado, pero no era el
usual miedo que tenía, era porque quería que me besara. Él pareciera estar esperando
que le diera una señal para decir que estaba bien.
Tragué saliva y cerré la distancia, presionando mis labios
a los suyos ligeramente.Se sentía como si él me diera un shock, mi cuerpo
empezó a temblar y vibrar con la necesidad de él tocándome. Un millón de
mariposas parecían alzar el vuelo en mi estómago, pero sabía que no era causado
por el alcohol.
Respondió de inmediato,
acercándome a él y recorriendo mi espalda con sus manos. Levanté mis brazos y los puse alrededor de su cuello,
enredando mis dedos en su cabello
castaño y sedoso. Sus labios eran suaves y encajaban perfectamente en los míos.
Él chupó suavemente mi labio inferior y abrí mi boca, sin realmente saber que
esperar de mi primer beso adecuado.
Deslizó su lengua en mi boca y masajeó la mía con ternura. El sabor de él era increíble mientras exploraba mi boca entera. Todo mi cuerpo estaba quemando, queriendo más…
De repente, se
apartó, haciéndome gemir y me pregunté en que me había equivocado. Él levantó
la cabeza a mi puerta, apretando su mano sobre mi boca para mantenerme callada.
—Grita que estás bien —susurró. Lo miré, confundida.
—¡Mariana! ¡Abre la puerta! —gritó Victorio, golpeando la
puerta con fuerza.
Peter asintió con la cabeza y me retiró su mano de mi
boca. Me aclaré rápidamente la garganta.
—Vic, estoy bien. Estoy cansada, así que vete —grité, tratando de hacer mi voz sonar enojada.
—La, ¿Has visto
a Peter? —preguntó Vico, a través de la puerta. Miré a Peter, horrorizada. ¿Qué diablos se supone que tengo que responder a eso? Sí, en realidad está
en la cama conmigo, medio desnudo, y acabo de tener mi lengua en su garganta.
Ahora te puedes ir, que estás interrumpiendo. Sí, no creo que eso le
agradaría mucho a mi hermano.
—Me fui a casa —susurró Peter, asintiendo con la cabeza
alentadoramente.
—Dijo que se iba
a casa, Vico. Ahora vete
—grité, mordiéndome los
labios y esperando que él se lo hubiera
creído. Peter inclinó su cabeza hacia abajo y sentí sus suaves labios de nuevo en los
míos de nuevo, alejándose con un suspiro cuando Vico vuelve a gritar.
—Lali, ¿estás bien? Suenas un poco extraña.
Me reí.
—Sí. Me enfermé
así que vine a la cama, pero ahora estoy bien. Te veré en la mañana.
Oh, y por cierto, no voy a limpiar, así que necesitas hacerlo todo—bromeé, sonriendo ante la idea de que él
limpiara toda la casa solo.
—Lo que sea, La, ambos sabemos que me ayudarás
de todos modos—dijo Vico, riendo.
Miré hacia Peter, que sonreía con su hermosa sonrisa y
presionó sus labios contra los míos de nuevo, haciendo que el cosquilleo
volviera al instante.
Su mano se
deslizó lentamente por mi
lado mientras su lengua regresaba a mi boca, su sabor en mis
papilas gustativas. Él llegó a la parte inferior de la camisa que usaba y
deslizó su mano por debajo, recorriendo mi muslo con su mano y tocando mi
cadera. Sus dedos trazaron lo largo del material de la tanga, de modo que su mano
estaba en mi trasero.
Mi piel parecía arder dónde me tocaba.
Fue en ese momento que regresé en mí misma. Esto era
demasiado rápido. Moví mi cabeza hacia atrás y saqué su mano para que dejara de
moverse por mi top.
—Oh, lo siento. Demasiado rápido, ¿cierto? —preguntó, un
poco culpable. Asentí con la cabeza, tratando de recuperar el aliento y calmar
a mi cuerpo—. Está bien, Ángel. Vamos a dormir, entonces —sugirió, con una gran
sonrisa.
Se alejó un poco de mí y se recostó, halándome a su lado.
Puse mi cabeza en su pecho y colgué mi pierna sobre él y mis brazos en su
cintura. Él se agachó y tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.
Sus labios rozaron la parte superior de mi cabeza y cerré
los ojos, sintiéndome más feliz de lo que había estado por mucho tiempo.
Justo antes de dormir
tuve una horrible sensación
de que esto era un
error que terminaría pagando por la mañana. Quiero decir, estaba con el
mejor amigo de mi hermano, que era un total mujeriego, y que sólo se preocupaba
por él mismo.
Continuara...
ayyy me encantoooo porfin se besaron!! subi mas
ResponderEliminarOtroooo :D
ResponderEliminarMas..massss.. Maraton
ResponderEliminarPor que dice que solo se preocupa de si mismo?! Que todo el tiempo vive corriendo detras de ella cuidandola!
ResponderEliminarmassssss
Yov
Peter se la pasa pendiente d ella ,y esquivando a Vico cuanto puede,jajjajaja.
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