jueves, 19 de marzo de 2015

Capitulo 7


Después de unas cuantas horas, estaba bastante borracha. No me sentía muy estable sobre mis pies, pero continué bailando con mis amigos de todas formas.
Peter estaba conversando con alguno de sus compañeros de equipo no muy lejos de mí y continuaba mirándome.
—¡En serio, Peter se está fijando en ti! —chilló Cande en mis oídos por quinta vez.
—¡No lo hace! No seas estúpida, Can, probablemente está asegurándose de que no vomite, pues le toca limpiar mañana. —Terminé mi bebida y solté mi vaso en la alfombra.  Ja, ¡Qué limpien eso en  la mañana porque yo no! Comencé a reír histéricamente, lo que hizo que Cande también riera.
—Voy a buscar otro trago —dije por encima de la música.
La canción cambió a “Ella es como una estrella”, de “Taio Cruz”, la cual es la canción favorita de Peter. Sentí a alguien agarrando mi mano y miré hacia atrás para encontrar a Peter sonriéndome,  una sonrisa de las verdaderas y no pude evitar sonreírle de vuelta. 
—Baila conmigo Ángel —dijo, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
Estaba tan ebria en ese momento que no me importaba estar bailando con Pitt; enrollé  mis  brazos  a su  alrededor y  apoyé  la cara en  su  cuello.  Olía sorprendentemente bien, por lo que me pregunté a qué sabría si lo lamía. Espera,¿acabo de pensar en lamer a Peter como si fuera un helado o algo? Me eché a reír de mi propia idiotez. Peter me alejó un poco y puso cara de “¿Qué diablos?” lo cual me  divirtió  todavía más. Rodó sus ojos y sacudió su cabeza, luciendo divertido mientras presionaba su cuerpo contra el mío. La canción no era lenta en realidad, por lo que nos balanceábamos bastante rápido y medio frotándonos el uno contra el otro. Adoro bailar y él era bastante bueno en  eso, nuestros cuerpos  parecían encajar perfectamente.
Pude sentirlo excitarse pero no me importó. Peter había estado presionando sus erecciones contra mí desde que yo tenía doce  y él catorce. Se despierta con una todas las mañanas y la mayoría de las veces también tiene una cuando se queda dormido. Simplemente lo ignoré. Fue raro la primera vez que pasó y de verdad me volvió como loca. Esa mañana se había ido, tan avergonzado que casi lloraba, por lo que le contó a su padre lo que le había pasado y luego vino la noche siguiente adecirme que era normal en los chicos que eso sucediera porque estaban creciendo y su cuerpo estaba todo lleno de hormonas. Nunca supe si era verdad o no, pero no  tenía ninguna razón para dudarlo. Fue embarazoso  por un  mes o dos, pero luego se convirtió  en  broma por cierto tiempo y ahora lo ignorábamos completamente. Él se separó un poco para mirarme y darme una de sus agradables sonrisas, por lo que mi boca se curvó devolviéndole una sonrisa. En realidad lucía muy lindo cuando sonreía así y resultaba divertido que me acabara de dar cuenta de eso, dado que lo conocía desde siempre.
Vico apareció de la nada. 
 —Amigo, ¿qué demonios? ¡Es mi hermanita!—le gritó a Peter, agarrando fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.
—Vic, hombre, en serio, solo estoy bailando con ella, ¡esa es su canción! —dijo Peter, luciendo realmente enfadado.
—Pedro, necesitas permanecer lejos de mi hermana, sólo tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo como tu persiguiéndola! —le replicó Vico, dando un  paso adelante y enfrentando a Peter. Podía decir que estaba borracho por el pequeño toque de rojo en sus orejas, que siempre lo delataban.
—¡Nunca la lastimaría! —gruñó Peter, sus pechos casi tocándose.
—¡No me importa una mierda! ¡Te digo que te mantengas lejos! —gritó Victorio.
Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no necesitaba atestiguar su pelea, de cualquier manera, ellos se arreglarían en un par de minutos, siempre lo hacían.
Mientras di la vuelta  en  la esquina  hacia la cocina,  choqué  con  un  chico que  no conocía. Era quizás un poco mayor que yo, probablemente de la edad de Vico y era realmente apuesto. Tenía cabello negro  un  poco alborotado, cayendo sobre su frente y prácticamente cubriendo uno de sus ojos marrones. Sonrió y sostuvo mi cintura  tratando  de estabilizarme mientras lo miraba. Inmediatamente di un respingo dado que  él  estaba tocándome, pero no demasiado fuerte porque los tragos habían adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí.  Ya había quitado sus  manos de mi cintura, así que di un paso atrás para recuperar un poco de espacio personal.
—Soy Benja—Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta de que se le formaban unos hoyuelos realmente lindos.
—Lali —contesté sin apartar la mirada de su rostro. Era realmente guapo. No lo reconocía de la escuela—. ¿Vas a Penn State? —pregunté curiosa de por qué nadie lo conocía si estaba en la fiesta.
 Sacudió su cabeza y sonrió. 
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita, pero no puedo encontrarla.
—¿Ah, sí? ¿Quién es tu hermana?—pregunté frunciendo el entrecejo; puedo decirte que alguien tiene como hermano un culo caliente.
—Martina Stoessel—afirmó. No pude evitar la reacción natural de mi cuerpo. Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres una gran fanática, ¿no?—preguntó, todavía riendo.
—Oh… eh… Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de disculpa y sonrojándome como loca. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a ser un dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla? —Le ofrecí, mirando alrededor de la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me reí al recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no estaba allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos tomamos un trago? —sugirió, asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos vasos y una botella de Jack Daniels.
Nos  tomamos un  par  de tragos  de eso  hasta que  me  di cuenta que  estaba realmente borracha. Me apoyé sobre él  pesadamente mientras charlábamos  y reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De repente, me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda. ¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete detrás de mí lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas. Él negó con la cabeza, mirándome un poco desconcertado y luego chocó sus  labios contra los míos. Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí,pero sus manos estaban sujetando la parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude, pero él no se movió. Empecé a volverme loca, literalmente podía sentir el ataque de pánico tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado. Levanté la mirada, desconcertada, para ver a Peter recargado sobre la pared, su brazo cruzando sobre su garganta.Se veía tan enojado, que realmente comencé a sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser capaz de respirar.
—¡No la toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal cosa y darle un beso a pesar de que ella no quería? —gruñó Peter con enojo.
Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Pitt.
—¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero no pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Peter, bendito sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
—¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinada que no funcionó muy bien. Peter sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos.Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
—¿A  la cama? —preguntó,  cuando  había terminado.  Asentí con  la cabeza,  y  me levantó  al estilo nupcial  y  me  llevó  de vuelta a mi  habitación.  Había quitado  los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
—¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré, mirando hacia mis shorts y mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos también. 
Él asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran  estropeándose.  Liam  puso  un  brazo  alrededor  de mi  cintura, sosteniendo, y me quitó los collares.
Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi cabeza, pero me enredé en el proceso  y  empecé  a reír.  Lo oí suspirar,  mientras me  empujaba para que  me sentara en la cama y me quitó el top. 
Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero;  él los tomó y  los haló  hacia abajo  lentamente,  mientras me  acostaba  en sujetador y tanga. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me quitaba una por una mis sandalias.
—Bonito —ronroneó,  mirándome  con  su  sonrisa marca registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi estómago me sacudió de nuevo.
—¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando una mano sobre mi boca.
 Rápido como un  rayo, me levantó y me llevó de nuevo al baño, sosteniendo  mi cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.
Después  de haber cepillado  mis  dientes  de  nuevo,  se  quitó su  camisa y  la puso sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de camisas —dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.
Él caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí.
Todavía podía oír la fiesta en el exterior.
Peter envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia su pecho. No podía dejar de pensar en  el tipo  que  me  besó  en  la cocina. Antes de que supiera que estaba pasando, estaba llorando.
—¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó, mirándome desconcertado.
—¡Ese imbécil se robó mi primer beso!—gemí. Peter se echó a reír y me sentí aún peor.  ¡No podía creer que se estaba riendo de mí!—.¡No es gracioso,Pedro! El primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una clase de súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con rabia, golpeando su pecho.
—Ángel, cálmate. Él no te robó tu  primer beso—dijo, seriamente, mirando directamente a sus ojos, haciéndome sentir ingravidez con sus estúpidos ojos verdes de mujeriego.
—¿De qué estás hablando? ¡Él lo hizo! Él sólo me besó y me lo robó —gruñí, con una lágrima cayendo de mi ojo. Él la limpió con su pulgar y sacudió su cabeza.
—Sí, él sólo te besó, pero ese no fue tu primer beso. Yo lo fui hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hacía que su rostro pareciera hermoso.
 ¿De qué diablos estaba hablando? Nunca me había besado. Fruncí el ceño, tratando de recordar.
—¿Recuerdas  cuando  me  lastimé  al  caer de  ese  árbol en  mi  jardín? Tenía trece años y mi maldita pierna me dolía demasiado, y me preguntaste que podías hacer para que el dolor se fuera. —Él cerró sus ojos y sacudió la cabeza con el recuerdo, con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.
Di un grito ahogado. Oh, dios mío. ¡Eso es verdad! Él me pidió que lo besara y eso hice, bueno, dos veces en realidad. Dijo que todavía estaba doliéndole y me pidió que lo besé de nuevo. Justo después de eso, Vic salió de la casa y nos sorprendió. Le dio un puñetazo en el rostro a Peter por eso.
Oh, mierda. ¡Pitt tenía mi primer beso! No estaba segura de cómo sentirme sobre eso, fue realmente agradable esa vez. Él estaba siendo muy dulce ese día, estaba subiendo al árbol para bajar mi pelota que había quedado atrapada ahí. Supongo que eso era bueno, al menos si Peter tenía mi primer beso, significaba que no fue robado por un imbécil mientras estaba borracha en una fiesta.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
—Ese también fue mi primer beso, y aún lo recuerdo —dijo en voz baja, guiñando un ojo en broma.
—Bueno, has tenido muchos desde entonces, y algo más —afirmo, refiriéndome atodas las chicas con las que se ha acostado.
—Sí, pero ese es todavía el primero y el mejor —susurró, besando la parte superior de mi  cabeza y  tirando  de sus  brazos  a mí  alrededor,  metiendo mi  cabeza en  elhueco de su cuello.
Sólo nos quedamos en silencio; no sabía que decir, así que me quedé callada. Después de un rato, todavía estaba despierta por el ruido que llegaba de la fiesta. Eran como la una de la mañana, así que probablemente se prologaría por lo menos una hora. Me di la vuelta para ver a Liam observándome.
 —Tampoco puedes dormir, ¿eh? —preguntó, sonriendo.
Negué con la cabeza.
—¿Por qué  no  sales  y  sacas  provecho  a la fiesta?  No  tiene  sentido  que  estemos aquí despiertos. —Me alejé de él para que pudiera salir de la cama. 
Pero él negó con su cabeza y me haló de nuevo a su pecho.
—Estoy bien donde estoy.
Después de aproximadamente media hora, levanté mi cabeza y lo miré, se había quedado  dormido y se veía tan tranquilo y dulce, y sin mencionar sexy. Prefiero nunca mirarlo de esta manera.
Sabía que  él era  guapísimo  y  tenía un  cuerpo  impresionante, pero  nunca se  me había ocurrido mirarlo así. Mis  ojos se movieron hacia su  pecho. Él estaba realmente increíble y tenía abdominales perfectos.
Acerqué uno de mis dedos y tracé las líneas de sus músculos en su estómago, sólo preguntándome cómo se sentiría.
Él se estremeció.
—Me siento un poco violado—afirmó, haciéndome  saltar y  alejar mi mano rápidamente.
Me reí porque había sido sorprendida.
—Bienvenido a mi mundo, me haces sentir así todo el tiempo.—Me encogí de hombros.
—Supongo que sí, lo siento —dijo, casualmente. Inmediatamente me pregunté por qué él no era así todo el tiempo; sí lo fuera, probablemente estaría enamorada de él como las demás chicas lo estaban.
 —Oye, viendo que no podemos dormir... ¿Qué te parecer jugar?—sugirió en tono emocionado, lo que era probablemente una mala señal.
Puse mis ojos en blanco, tratando de no pensar en los estúpidos juegos que él propondría.
—No estoy jugando contigo; será algo como un juego de quitarse la ropa, o algo que  implicará que me veas desnuda —dije, frunciendo el ceño y  haciendo una mueca con los labios.
Él se rió y tomó mi labio inferior entre su pulgar y dedo índice.
—Sin pucheros, Ángel. Si el viento cambia te quedarás atascado así—bromeó, corriendo su pulgar por mi labio.
El movimiento me hizo agua por alguna razón. Saqué mi lengua y lamí su pulgar en broma, esperando que él se alejara y me dijera que era asqueroso. Pero no lo hizo. En  cambio,  un  pequeño  gemido surgió de su  garganta.  El sonido  hizo  que  algo muy profundo dentro de mí cosquilleara y palpitara.
Movió su cabeza cerca de la  mía y luego se detuvo, sus  labios  estaban  a pocos milímetros  de los míos. No podía  espirar, mi corazón estaba acelerado, pero no era el usual miedo que tenía, era porque quería que me besara. Él pareciera estar esperando que le diera una señal para decir que estaba bien. 
Tragué saliva y cerré la distancia, presionando mis labios a los suyos ligeramente.Se sentía como si él me diera un shock, mi cuerpo empezó a temblar y vibrar con la necesidad de él tocándome. Un millón de mariposas parecían alzar el vuelo en mi estómago, pero sabía que no era causado por el alcohol.
Respondió de inmediato,  acercándome a él y recorriendo mi espalda con sus manos. Levanté mis brazos y los puse alrededor de su cuello, enredando mis dedos  en su cabello castaño y sedoso. Sus labios eran suaves y encajaban perfectamente en los míos. Él chupó suavemente mi labio inferior y abrí mi boca, sin realmente saber que esperar de mi primer beso adecuado. 
Deslizó su lengua en mi boca y  masajeó la mía con ternura. El sabor de él era increíble  mientras exploraba mi  boca entera. Todo mi cuerpo estaba quemando, queriendo más…
De  repente, se  apartó, haciéndome gemir y me  pregunté en que me había equivocado. Él levantó la cabeza a mi puerta, apretando su mano sobre mi boca para mantenerme callada.
—Grita que estás bien —susurró. Lo miré, confundida.
—¡Mariana! ¡Abre la puerta! —gritó Victorio, golpeando la puerta con fuerza.
Peter asintió con la cabeza y me retiró su mano de mi boca. Me aclaré rápidamente la garganta.
—Vic, estoy bien. Estoy cansada, así que vete  —grité, tratando de hacer mi voz sonar enojada.
—La,  ¿Has  visto  a Peter? —preguntó Vico, a través de la puerta. Miré a Peter, horrorizada. ¿Qué diablos se supone que tengo que responder a eso? Sí, en realidad está en la cama conmigo, medio desnudo, y acabo de tener mi lengua en su garganta. Ahora te  puedes ir, que estás interrumpiendo. Sí, no creo que eso le agradaría mucho a mi hermano.
—Me fui a casa —susurró Peter, asintiendo con la cabeza alentadoramente.
—Dijo que se iba a casa, Vico.  Ahora  vete  —grité, mordiéndome  los labios  y esperando que él se lo hubiera creído. Peter inclinó su cabeza hacia abajo y sentí sus suaves labios  de nuevo en  los míos de nuevo, alejándose con un suspiro cuando Vico vuelve a gritar.
—Lali, ¿estás bien? Suenas un poco extraña.
Me reí.
 —Sí. Me enfermé así que vine a la cama, pero ahora estoy  bien. Te veré en  la mañana.  Oh, y  por cierto, no voy a limpiar, así que necesitas hacerlo todo—bromeé, sonriendo ante la idea de que él limpiara toda la casa solo.
—Lo que  sea, La, ambos sabemos que me ayudarás de todos modos—dijo Vico, riendo.
Miré hacia Peter, que sonreía con su hermosa sonrisa y presionó sus labios contra los míos de nuevo, haciendo que el cosquilleo volviera al instante.
Su  mano  se  deslizó  lentamente  por mi  lado  mientras su  lengua regresaba a mi boca, su sabor en mis papilas gustativas. Él llegó a la parte inferior de la camisa que usaba y deslizó su mano por debajo, recorriendo mi muslo con su mano y tocando mi cadera. Sus dedos trazaron lo largo del material de la tanga, de modo que su mano estaba en mi trasero.
Mi piel parecía arder dónde me tocaba.
Fue en ese momento que regresé en mí misma. Esto era demasiado rápido. Moví mi cabeza hacia atrás y saqué su mano para que dejara de moverse por mi top.
—Oh, lo siento. Demasiado rápido, ¿cierto? —preguntó, un poco culpable. Asentí con la cabeza, tratando de recuperar el aliento y calmar a mi cuerpo—. Está bien, Ángel. Vamos a dormir, entonces —sugirió, con una gran sonrisa.
Se alejó un poco de mí y se recostó, halándome a su lado. Puse mi cabeza en su pecho y colgué mi pierna sobre él y mis brazos en su cintura. Él se agachó y tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.
Sus labios rozaron la parte superior de mi cabeza y cerré los ojos, sintiéndome más feliz de lo que había estado por mucho tiempo.
Justo  antes  de dormir  tuve una  horrible  sensación  de que  esto  era un  error que terminaría pagando por la mañana. Quiero decir, estaba con el mejor amigo de mi hermano, que era un total mujeriego, y que sólo se preocupaba por él mismo.

Continuara...

5 comentarios:

  1. ayyy me encantoooo porfin se besaron!! subi mas

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  2. Mas..massss.. Maraton

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  3. Por que dice que solo se preocupa de si mismo?! Que todo el tiempo vive corriendo detras de ella cuidandola!
    massssss
    Yov

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  4. Peter se la pasa pendiente d ella ,y esquivando a Vico cuanto puede,jajjajaja.

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