domingo, 8 de junio de 2014

"Entre lineas" capitulo 52

Lali
En el taxi entre mi hotel y el estudio de Hollywood en donde On the Air fue grabado, intento mentalizarme para ver a Pablo. No tenía idea de qué esperar. La última vez que lo vi, hace un mes, se había disculpado por lo que me había hecho pasar el otoño pasado.
Perdóname, por favor.
Si, lo perdoné, pero no de la manera que él quería.
Dijo que pensaba podía ser diferente conmigo. Que yo podía ayudarlo a ser algo mejor. Y respondí que quería a alguien que fuera eso por sí solo, con o sin mí. Visiones de Peter nadaron a través de mi cabeza mientras decía esas palabras. Estaba tan segura de que Peter pertenecía a Paula. Estaba tan segura que él era imposible y no disponible y no para mí.
Y ahora él es posible, disponible, mío.
Espero que Pablo sea distante. Resentido, posiblemente. Pero Pablo Martinez no se enfoca en una chica por mucho tiempo. Él podría tener a cualquiera que quisiera. Bueno, casi cualquiera. Sería ridículo para él tener cualquier resto de sentimiento por mí, pero eso quizás no lo detendría de ser vengativo por mi rechazo, porque una cosa que Pablo Martinez no entiende es el rechazo.
Excedí mi nivel de comodidad en una confrontación últimamente.
Mi conversación inicial con Marcus no salió tan bien como esperaba. Cuando llegó el sábado por la noche, tenía un estado de ánimo optimista.
Cuando me besó, un rápido piquito en la boca, sabía que, primero que nada, tendríamos que tener la incómoda conversación. No quería besar a nadie más que a Peter, incluso superficialmente.
—Entonces ¿Qué harás esta noche? ¿Saldrás con Can y Luca, o te tendré toda para mí solo?
Por alguna razón inexplicable, realmente me fastidiaba cuando Marcus llamaba a Cande Can. No hay una buena razón para esto. No me molesta cuando papá lo hace. O Luca, aunque solo la llamaba Can cuando está parodiando a algún tipo de Jersey Shore3, como hizo la semana pasada: —“Aaay, Em, bebé, ¿qué dices con eso de que no tenemos tiempo para besuquearnos? Badda-bing, cinco minutos— yo soy feliz, tú eres feliz, todos quedan satisfechos.” Cande lo golpeo en el brazo, ganando un “ow, mujer, ¿por qué tenías que hacer eso? Soy un tipo sensible”.
Y entonces ella rodó los ojos y él la inclino hacia atrás y la besó tan a fondo que yo lo sentí.
Ignoré los “Can” de Marcus, como lo he hecho todas las otras veces que lo ha dicho.
—Solo somos nosotros esta noche. Y, mmm, tenemos que hablar.
—Uh-oh, eso suena un poco serio. —Dijo, aun sonriendo.
Cuando presioné mis labios y no negué que así fuera, su sonrisa se marchitó, y giré y guié el camino hacia mi habitación.
Nunca he visto realmente a Marcus de mal humor, excepto por unas pocas veces durante los ensayos de It’s a Wonderful Life, cuando pensé que era de alguna  manera demasiado         crítico con las actuaciones de nuestros compañeros de reparto. Estábamos haciendo teatro comunitario, no Broadway.
Pero lo tomé como que era el típico serio, nerd perfeccionista de teatro, y lo dejé pasar. Comenzamos a salir después de que el show se estrenó, y nunca había mostrado signos de irritación por nada.
Nos sentamos en mi cama y esperó que me explicara. Aclaré mi garganta y arreglé las palabras en mi cabeza.
No había ninguna razón por la cual Marcus y yo no pudiéramos continuar siendo amigos.
Habíamos tenido la rara maratón de besos, pero no habíamos llegado más lejos que eso. Honestamente, me era difícil imaginarme a mí misma y a Marcus de alguna forma física seria. Había asumido que los intentos fallidos de relaciones con Pablo y Pedro habían pisoteados esos deseos lejos de mí.
El recuerdo de Peter inundó mi imaginación con pensamientos sobre él, y me tomó un gran esfuerzo empujar esas contemplaciones lejos de mi mente y dirigir mi atención a la tarea que tenía entre manos: dejar a Marcus gentilmente—. ¿Conoces la, uh, la película que recién filmé?
Arqueó una ceja y después rió ligeramente—. Sí, Instituto Prejuicio, creo que todos los que te conocen están familiarizados.
Me mordisqueé el labio.
—Bueno, era amiga cercana con un chico del elenco.
—Ese sería… ¿Peter Lanzani?
Es un reality show transmitido por MTV que sigue la vida y el día a día de ocho italoamericanos que pasan el verano viviendo juntos en la costa de Nueva Jersey
—Uh, sí. ¿Cómo…? No importa. No es importante. —Sacudí mi cabeza.
Esas historias de los tabloides que había ignorado no habían sido ignoradas por todos los demás y todos los demás incluían aparentemente a Marcus—. Me lo encontré en New York. Y… parece que tenemos sentimientos el uno por el otro.
—Observé el efecto que estas palabras tenían en él: la ceja fruncida en confusión, la inclinación de su cabeza como si lo que yo dije comenzara a aclararse, la mirada incrédula cuando lo entendió.
—Entonces espera. Fuiste a new York y “te encontraste” con un chico que no habías visto por un mes, y que no viste por meses antes de eso —O ¿hay algo más que necesito saber?
Su ira me tomó por sorpresa, no porque no la merecía, sino porque era tan inusual.
—Uh, no…
—Te encontraste con él, y ustedes dos solo decidieron embarcarse en ¿Qué?, ¿Una relación en toda regla? ¿Estás rompiendo conmigo?
Estaba atónita por su vehemencia. Y sus suposiciones.
—Marcus, nunca estuvimos de acuerdo en que éramos una pareja…
—Lali, hemos estado saliendo por casi cuatro meses, y ninguno de los dos —que yo sepa— ha visto a nadie más por el último par de meses. No estoy loco por hacer suposiciones. —Su tono era malicioso. Este no era el Marcus que había conocido por meses. Para nada.
—Lo siento. —Era pobre, pero era lo mejor que podía hacer.
Miró fijo la colcha, y casi contuve mi respiración. No quería herirlo, pero entendí que sus sentimientos se habían vuelto más fuertes de lo que comprendía.
Preguntándome si había estado ciega a esto, pensé en los últimos meses y no podía determinar una cosa que hubiera dicho o hecho que me hubiera dejado saber que se estaba volviendo posesivo. Pero claro, no le había dado razones para expresarlo antes. Se había sentido seguro en el conocimiento de que no había nadie más.
—Supongo que iré al baile de graduación solo. —Su voz era malhumorada, hostil.
—No, aun estaré feliz de ir contigo, si quieres que….
Sus ojos destellaron en los míos—. Así que ¿Él te permitirá ir conmigo?
Fruncí el ceño—. ¿Qué quieres decir, permitirme ir? Esta es mi decisión, y te dije que iría contigo, por eso estoy dispuesta a ir.
—Hey, no me hagas ningún favor, ¿Está bien? —Se puso de pie, sus puños cerrados a los costados—. Te llamaré mañana. No sé si quiero verte otra vez, Lali, graduación o no. Esto está fuera de contexto. No esperaba de ti que hicieras algo así, a alguien, de esta manera. Supongo que eres más Chica Hollywood de lo que pensé.
Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras él se dirigió fuera de la habitación, bajó las escaleras y salió por la puerta principal.

Poli
El chico del valet del estudio se lleva las llaves de mi Lotus. Ya tiene más de un año, y estoy totalmente aburrido de él. He estado pensando en obtener un Porsche. Algo elegante y negro. Sexy.
No tengo idea qué demonios estaba pensando al comprar un auto Amarillo. Los comentarios de papá de “jodido taxi” a un lado, es demasiado feliz-sonriente-divertido para mí ahora. Tengo diecinueve desde el mes pasado.
Amarillo es algo que un niño escoge, no un hombre.
Estoy mentalizado en ver a Lali, aunque voy a tener que jugar de manera calmada. Paula me advirtió que no hiciera nada más allá de ser cortés y cálido. Absolutamente nada de coqueteo.
—La última vez que la viste intentaste empujarla de regreso a una relación. Ella esperará que estés resentido o seas seductor. No seas ninguno.
Solo se… dulce. ¿Puedes fingir eso, verdad?
Le di esa mirada que claramente decía, Eres una perra clase A, y se rió. Paula es una genio calculadora, y estoy feliz de que por una vez estoy de su lado. O algo así.
—¡Oh! y por cierto, nada de andar follando por ahí. Para nada. Te clavaste con las uñas tu propio ataúd con esa mierda el otoño pasado. Si vas a convencer a Lali de que eres un hombre cambiado, tienes que comenzar por mantener tu pene en los pantalones.
—Con clase, Paula.
—No me jodas, Pablo, y dime esto: ¿Valió María, o cómo demonios fuera su nombre?, ¿Valió la pena perder a Lali por eso? Porque eso fue lo que hiciste. Lali es demasiado compasiva para su propio bien, y estoy segura de que te habría dado otra oportunidad si no la hubieras jodido por ti mismo, literalmente.
Ouch. Directo en el blanco.
Mientras el valet conduce el Lotus lejos de la acera (cuidadosamente, porque sabe que estoy mirando), un taxi se detiene.
Usando un vestido floreado, su cabello recogido adorablemente en su coronilla y luciendo como si todo se fuera a derrumbar en cualquier momento, Lali sale del asiento trasero, mirándome cautelosamente—. Hola, hermosa.—sonrío. Oops. Demasiado para no coquetear.
—Hola, Pablo —Luce a partes iguales, reservada y aliviada, así que no lo he echado a perder aún.
Enfocarme en dulce y amistoso. No seductor. Así que supongo que tirarla hacia adelante y ver si dejará que la bese queda fuera.
Como si le estuviera diciendo que luce lo suficientemente bien para comer—. Entonces. Um. ¿Lista para conocer a Ryan? —Asumo que Seacrest no ha estado en su lista de entrevistadores antes.
Ella toma una profunda respiración y exhala lentamente. Nerviosa.
—Supongo que sí.
—No te preocupes. Él es tan genial como dicen, no hará nada para hacerte sentir incomoda. —Pongo mis pulgares en mis bolsillos delanteros de los jeans y le ofrezco un codo—. Entonces... supongo que recibiste la palabra de los Poderosos sobre qué se supone que debemos representar desde el ángulo de Darcy-y-Lizbeth enamorados, ¿no?
Desliza su mano en la curva de mi brazo y caminamos hacia las puertas del estudio. Miro abajo, hacia ella y levanta la mirada, una pequeña arruga entre sus cejas—. Sí, mi agente me lo dijo. No estoy realmente…
—No te preocupes. —Me inclino más cerca y bajo la voz—. Esto será pan comido. Tuve que hacerlo una vez antes, y no podía soportar a mi co-protagonista. Tomó todo de mí no meterle una media en la boca cada vez que comenzaba a hablar. Nos la arreglamos para mantener la farsa hasta que el estreno inicial hubo terminado. Tú y yo no tendremos el mismo problema… a menos que tú quieras meterme una media en mi boca.
Una esquina de su boca se alzó y sonrió, y sabía que estábamos bien—. No he sentido la necesidad hasta ahora. —replicó—. Pero te lo haré saber. La entrevista salió bien. Cuando preguntaron, emitimos negaciones educadas de cualquier lazo romántico entre nosotros, declarando que todo el elenco fue acogedor el otoño pasado, con lo de los cuartos cercanos y nuestras similares edades. Ryan frunce una ceja cuando golpeo suavemente a Lali con mi hombro y le sonrió como que tuviéramos un secreto. Definitivamente cumplimos lo que estudio espera de nosotros —ambigüedad en nuestras respuestas sobre una posible relación, acompañadas de pequeñas muestras físicas de afecto aparentemente sin importancia.
Lo que el público cree o no sobre Lali y yo, es irrelevante para mí, personalmente, y sé que ella no se dejará llevar dentro (o fuera) de una relación por la reacción de los fans, especialmente considerando su reciente éxito en Hollywood este otoño. Lo que sea que esté pasando entre ella y Pedro Lanzani no puede ser significativo todavía.
Viven demasiado apartados y difícilmente se han visto el uno al otro en meses. Aunque, él es un comodín. Nunca lo comprendí del todo.
Paula parece pensar que puede manipular esto con mi ayuda, y ambos terminaremos con lo que queremos.
Yo no estoy tan seguro de eso, pero estoy perfectamente dispuesto a hacer mi parte.
Perder a Lali fue una decepción enorme. Una que me gustaría revertir.

5 comentarios:

  1. me encantoooooooooooo el capituloooooooooo pero odio a pablo y a paulaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  2. Diosss xq volvio a hablar.. encina ahora Paula tmb.. q se tiren x un precipicio los dos.. quiero el reencuentro laliterrr! Mas genia :)

    ResponderEliminar
  3. Lom odio a oaula xq es la mente maestra de todo aahhhh hate
    Mass

    ResponderEliminar