viernes, 28 de marzo de 2014

¿Jugamos a ser novios?


Cap 18 ¿Jugamos a ser novios?

Los días no duraban lo suficiente y las noches no eran distintas, ni siquiera el no dormir les alargaba su tiempo juntos, parecía el tiempo estaba en contra de ellos.
Los ojos de Lali se cerraban por el sueño perdido de la noche anterior. Su cabeza estaba recargada en el hombro de Peter quien reposaba su mejilla sobre la cima de esta, el profesor los volteaba a ver cada cinco minutos para verificar que siguieran despiertos o mínimo con los ojos abiertos, por el momento ninguno de los dos se había dormido en ninguna de las clases pero ya que esa era la última hora se sentían rendidos y no solo ellos, también los demás alumnos.
La noche anterior habían tenido una gran fiesta, en donde asistió casi todo el colegio con el fin de despedirse de Peter.
Había sido una larga noche en donde ninguno de los dos se habían separado, no por su actuación de novios si no porque las chicas del colegio se le insinuaban al modelo con atuendos provocativos y la mayoría ebrias. Él no era el único con problemas de ese tipo, a Lali también se le habían insinuado chicos el doble de ebrios que las casi desnudas muchachas, los chicos eran peor que ellas, habían intentado tocarla de más en varias ocasiones.
La tercera vez que un chico se había acercado a Lali los dientes de Peter habían rechinado así que después de eso había sujetado la mano de la castaña durante toda la noche, ni siquiera se había detenido a ir al baño con tal de tenerla a su lado. Después de todo, sus horas juntos estaban contadas.
La fiesta había terminado después de las tres de la mañana, pero claro, solo a unos adolescentes se les ocurría hacer una fiesta un jueves cuando al día siguiente tenían clase a la primera hora del día.
Los parpados de Lali cayeron pesadamente y se hubiera quedado dormida de no haber sido porque el timbre que anunciaba el final de la clase se hizo presente por toda la escuela, todos los alumnos revivieron al escuchar ese glorioso sonido ya que todos se levantaron de sus asientos y empezaron a llenar de murmullos el salón de clases, mientras se ocupaban de guardar sus pertenencias el profesor anunció algo sobre los exámenes de parcial y una junta respecto a la próxima graduación.
Un nudo en la garganta de la muchacha apareció y la hizo tragar, Peter ni siquiera iba a poder graduarse con ellos, era triste, más de lo que quería admitir.
Sus lápices y su carpeta aun reposaban sobre la mesa de su pupitre pero no se sentía con la fuerza de guardar nada, solo quería dormir.
Sintió un par de brazos rodearla fuertemente y después un par de suaves labios rozar los suyos, sonrió pero no siguió el beso, solo abrió sus ojos y con ambas manos sobre el pecho de Peter lo empujó.
—¿No quieres que te bese? —le susurró al oído.
Ella sacudió su cabeza y empezó a guardar su carpeta y lápices dentro de su mochila, ni siquiera le importó en acomodar las cosas, solo las arrojó y ya.
—Tengo mucho sueño —dijo después de acomodarse la mochila en su hombro.
—Yo también pero eso no me quita las fuerzas para besarte —nuevamente se iba a acercar a Lali pero ella se levantó de su silla evitando el beso.
No es que no quisiera besarlo pero… bueno, sí, no quería besarlo, no en ese momento cuando las miradas de toda la clase estaban sobre ellos o en ese momento en que sentía que alguna palabra comprometedora saldría de sus labios…
—Vamos, aun tienes ropa que empacar —dijo adelantándose a llegar a la puerta del salón. Peter se apresuró a ir detrás de ella y cuando la alcanzó pasó uno de sus brazos por los hombros de la castaña.
—Estás actuando extraña, ¿Pasa algo? —le preguntó el muchacho susurrándole tiernamente al oído.
En ese momento Lali se sentía como las otras chicas del colegio, aquellas fanáticas de Peter que se derretían por tenerlo cerca. Ella sentía que se derretía cada vez que él le susurraba de esa manera al oído.
—Te lo dije, tengo sueño y por lo regular tiendo a ser rara cuando no he dormido en toda la noche —esa excusa no se la creyó ni ella misma pero ambos decidieron dejarlo así.
Para complacerlo Lali se detuvo en el pasillo obligándolo también a él a detenerse y le dio un rápido beso sobre la comisura de sus labios, eso le bastó.
Estar enamorado apestaba cuando tenías que separarte de la persona que querías. ¿Por qué no simplemente le pedía a Lali que fuera con él? La respuesta era obvia, era egoísta siquiera pensar de esa manera.
Los ojos de Peter no se habían separado ni un minuto de la chica desde que se había levantado de su lado para ir a jugar con Cris.
Era más lógico pensar que debería estar en su casa con sus padres ya que se iría a la tarde siguiente pero en lugar de eso prefirió ir a casa de Lali en donde se sentía como en una familia, aun cuando el más pequeño de la casa se empeñaba en recibirlo con un golpe en la espinilla, ya hasta sentía que él era el señor barriga y Cris el chavo del 8 que siempre lo recibía con un golpe al entrar.
—Deja de ver a mi hermana así o se te van a secar los ojos —dijo Brenda atrayendo la atención del muchacho—. No puedo creer que después de un mes y medio te hayas dado cuenta de que te gusta mi hermana ¡de verdad! —la pequeña copia de Lali con años menos que ni se molestaba en bajar su voz, aun no le agradaba Peter, para ser más sincera, la pequeña hermana tenía celos del modelo—. Eres un tonto.
No dijo nada, pues era verdad, había tardado demasiado en darse cuenta que la quería más de lo que imaginó. Era más que un tonto.
Cuando le había pedido aLaliser parte de su plan, lo había hecho porque pensó que no se enamoraría de ella por el simple hecho de ser una chica normal, gran estupidez de su parte, si algo aprendía de su trabajo era que no se debía juzgar por las apariencias pero el siempre terminaba haciéndolo.
Cerró sus ojos y recargó su cabeza en el respaldo del sillón, a su lado Brenda negaba con la cabeza, no la veía pero sabía que eso estaba haciendo.
—Te juro que si mi hermana no sonríe después de que te vayas te iré a matar, no importa en donde estés —le advirtió Brenda y nuevamente se concentró en la televisión.
—Cuando tenga mi dirección te la mandaré por e-mail para que vayas a hacerlo —musitó Peter aun con sus ojos cerrados.
—Parece que ya se llevan mejor —dijo Lali acercándose a ellos con el pequeño en brazos.
El muchacho abrió sus ojos y la vio sentarse a su lado, Cris se sentó en las piernas de su hermana mayor y con un carrito de juguete empezó a trazar una pista de carreras en la pierna de Peter, esto le provocó cosquillas y con una mano alborotó el cabello de pequeño.
—Creo que es mejor a que te golpeé ¿no? —dijo Peter.
—Sí, definitivamente —pasó su brazo por los hombros de la castaña y le dio un rápido beso en la mejilla.
—Me dan nauseas —murmuró Brenda por lo que solo Peter  logró escucharla.
Los padres de las muchachas entraron a la sala con un par de bandejas con botanas y bebidas para pasar esa noche. Todos se reunieron en la sala después de unos minutos y compartieron todo el tiempo que les fue posible, los padres de Lali le tenían un gran cariño a Peter por lo que no les importó que se quedara a dormir en su casa esa noche, sabían que era un buen chico, más de lo que la primera impresión les había dado el primer día que puso un pie en su casa.
Después de un maratón de películas y juegos de mesa Peter y Lali fueron los únicos que permanecieron en la sala, hablando de cosas sin sentido, ambos haciendo insinuaciones sobre sus sentimientos pero ninguno hablando honestamente.
A pesar de estar en mayo esa noche en especial se sentía un poco fría por eso ambos tuvieron la excusa de dormir juntos envueltos en la misma cobija.
Lali fue la primera en despertarse, los brazos de Peter  la rodeaban fuertemente y su respiración le pegaba en el rostro, algo que no había sentido en toda la noche, sus manos reposaban sobre el pecho del muchacho y una de ellas sujetaba una parte de la camiseta fuertemente, como si no quisiera dejarlo ir.
No quería dejarlo ir.
Probablemente eso se pudo haber evitado, si hubiera sido honesta con él desde que se dio cuenta de sus sentimientos, no se estarían separando ese día.
Suspiró y como pudo salió de los brazos de Peter. Su cuerpo estaba adolorido, dormir en un sillón junto con un chico no era lo más cómodo que había aunque sí lo más tierno que podía sentir.
Era la segunda vez que dormía con él.
Ya de pie y después de haber relajado un poco su cuerpo observó al modelo, su rostro lucia cansado, su cabello con pequeñas ondulaciones caía en su frente, y a su cuerpo le hacía falta el calor de él…
Negó con la cabeza y se fue al baño, lavó su rostro y después sus dientes, se observó en el espejo, pasara lo que pasara, sintiera lo que sintiera, ese día debía sonreír hasta que Peter atravesara la puerta en el aeropuerto.
Salió del baño y caminó hasta el sillón para despertarlo, se inclinó frente a él y acarició su cabello con una mano haciéndolo despertar casi inmediatamente.
—Que bien que despiertas —dijo sonriendo.
Él le devolvió la sonrisa y se sentó en el sillón, estiró sus brazos al frente como excusa para atraerla hacia su pecho. La atrajo tanto como le fue posible, Lali no se esperaba ese movimiento por lo que aún no reaccionaba completamente, sus brazos se quedaron en sus costados, ni siquiera intentó abrazarlo.
Sintió los labios de Peter sobre la parte superior de su cabeza, ella estaba medio sentada sobre él.
—¿Puedo preguntarte algo? —le dijo con voz ronca.
Ella solo asintió.
—¿Es egoísta de mi parte pensar que tú sientes algo por mí? —le preguntó.
La piel de la castaña se erizó al escuchar esas palabras. Estúpido Peter, ella se había prometido no decirle nada pero tampoco quería mentirle.
Permaneció en silencio hasta que él se puso de pie, aun sosteniéndola en sus brazos, aclaró su garganta y le volvió a repetir la misma pregunta solo que esta vez más fuerte.
—¿Es egoísta de mi parte pensar que tú sientes algo por mí?
Dejó de abrazarla para poder acunar su rostro entre sus manos y poder verla fijamente a los ojos, necesitaba escuchar su respuesta.
De aquello que saliera de sus labios dependía todo.

Sigue...

Ok... y ahora?!
Viernes de doblete!!

Besos
Lunis♥

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