Cap 8 parte 2 ¿De eso se trata?
Era la primera vez que Lali iba
en el asiento de enfrente del auto de Peter y era también la primera vez que él era el conductor del auto, siempre ambos iban en
la parte trasera y un chofer de Peter se encargaba de llevarlos al colegio y de regreso, pero ahora que el
chofer no iba ellos se sentían más juntos lo cual sacó
una sonrisa en el rostro de Lali.
—Por cierto, muchas
gracias por ayudarme con Luz —la sonrisa dibujada en el rostro de Lali no
se borraba.
—De nada, es lo menos que
puedo hacer por ti —él quería voltear hacia ella pero debía ver el camino para su mala suerte. ¿Por qué rayos había decidido darle el
día libre al chofer? A sí porque quería pasar más
tiempo a solas con Lali aunque ni siquiera
entendiera el motivo de ese sentimiento.
—Vamos no digas que es lo
menos que puedes hacer por mí, me has ayudado mucho…
—No más de lo que tú lo
estás haciendo —la interrumpió—. No sé qué es lo que quieres que pueda recompensar
todo lo que estás haciendo por mí, mi mentira.
Lali se
encogió de hombros y observó el camino.
—Cosas —dijo y el auto
quedó en un profundo silencio cómodo.
Apenas habían bajado del
auto y Jeanne nuevamente ya quería regresar de solo ver el enorme letrero lujoso de la tienda en donde Peter había estacionado, de hecho él la tuvo que sostener
de la mano para que ella no regresara al auto.
—Es solo una tienda —dijo
Peter atrayendo a la castaña más cerca de él.
—¿Bromeas? Seguramente el
vestido más barato de esa tienda cuesta lo que pago por mi matricula en el colegio y
déjame decirte que es mucho lo que pago —Peter logró acercarla hacia él y tuvo la oportunidad
rodearla con un brazo.
Ambos se quedaron en
silencio, de pie fuera de la tienda, la mirada de Lali
conectó con la de él y después solamente porque él
quiso la besó, fue un beso rápido como si estuvieran en el colegio y quisieran demostrarles a todos que eran novios pero no dejaba
de ser un beso, un beso que no había tenido un
motivo exacto para ser iniciado.
—Hay que entrar —dijo Peter sin
soltarla.
Ambos entraron a la
tienda tan juntos como les era posible poder caminar.
Lali
estaba dentro de probador con un hermoso vestido verde que se amoldaba perfectamente a su cuerpo haciéndola lucir curvas que en su vida llegó
a imaginar que tendría, el vestido era largo y
apenas con aquellas zapatillas de tacón alto le quedaría perfectamente, en el busto era un entrecruce de telas del mismo color pero de forma un poco arrugada y subía en un solo tirante por su
hombro izquierdo en una hilera flores pequeñas.
Se observó en el espejo y
sintió que el vestido aunque era hermoso no le quedaba a ella, probablemente ella se vería bien con algo mucho más sencillo. Respiró profundo antes de quitarle es seguro a la puerta del probador y
salir lentamente. Cuando salió, Peter
estaba de espaldas a ella, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y su postura era firme. Se sintió avergonzada de mostrarse ante él en ese
vestido pero después de todo en la fiesta cientos
de personas la verían con cualquier vestido que escogiese. Tímidamente se aclaró la garganta para llamar la atención de Peter, la
cual logró captar rápidamente.
Cuando el modelo volteó
hacia ella por poco y se caía de espaldas. Se veía hermosa y provocaba ganas de devorarla con aquel rostro tímido que mostraba, sus
ojos esperando las palabas que Peter no
podía soltar y sus manos entrelazadas que debían estar de esa manera para que no se notara lo
nerviosa que estaba.
—Magnifico —dijo la mujer
rubia de excesivo labial rojo que había aparecido de la nada.
Él apartó la mirada de Lali y
ella solo se estremeció al escuchar la voz de la mujer.
—Te queda perfecto,
probablemente ese vestido fue hecho especialmente para ti. Tengo unas zapatillas que
quedarían perfectas con ese vestido.
La mujer salió corriendo
dejándolos a ellos dos solos.
Caminó hasta el espejo de
cuerpo completo que estaba frente a ella y nuevamente se observó. Podría ser que
el vestido realmente se le viera bien, tal vez se había sido diseñado para ella pero…
—Te ves hermosa —logró
pronunciar Peter.
Lali no
separó su mirada del espejo en donde podía ver perfectamente a Peter acercándose por detrás de ella.
—Es… el vestido
probablemente es mucho para mí, no creo que se vea tan bien…
—Créeme, te luce hermoso
—se detuvo detrás de ella y colocó sus manos en los hombros desnudos de ella.
Ambos observaron sus
reflejos en el espejo y se veían bien, juntos, realmente bien, y ahora con el vestido ella casi
podría hacerse pasar como una de ellos.
—Gracias —suspiró cuando
los pulgares de Peter empezaron a moverse de
manera circular sobre sus hombros pero
trató de concentrarse en el vestido—. Creo que las flores del hombro no lucen —luchó por lograr
pronunciar.
—Si recogemos tu cabello
—dijo deslizando sus manos de los hombros de Lali pasando por su cuello y hasta llegar a su cabeza para lograr tomar su cabello
en una coleta con sus manos.
Ambos observaron el
reflejo, era cierto de esa manera lucía mejor el adorno del hombro y también dejaba ver el largo cuello de Jeanne haciéndola lucir casi como
una modelo—, así. Te ves aún más hermosa.
—Aquí están las
zapatillas de tacón —dijo la rubia casi gritando.
Le entregó la caja a Lali y
cuando abrió la caja Peter rápidamente protestó ya
que estaba detrás de ella nuevamente
sosteniéndola de los hombros.
—No, no quiero que use
esas cosas —dijo observando el tacón de más de 10 centímetros de aquellas zapatillas
negras de terciopelo o gamuza—. Estoy seguro que tienen algo más cómodo para sus pies.
La mujer levantó una ceja
observando a la pareja de jóvenes y asintió para marcharse en busca de algo más cómodo
para la chica.
—No tienes que hacer todo
esto —dijo Lali volteando hacia Peter—.
Puedo usar esos si quieres por una noche.
—Sí, sí tengo que y no es
lo que yo quiera, es lo que a ti te guste. Después de mañana enviaré ese vestido a la tintorería y te lo quedarás —ella ya había
abierto su boca para protestar pero él la silencio
colocando un dedo sobre sus labios—. Y no quiero escuchar ninguna protesta.
—Estás haciendo mucho por
mí —dijo Lali.
Peter
deslizó sus manos hasta la cintura de ella y la acercó a él.
—Solo trato de hacer lo
que tú estás haciendo por mí.
—¿Así que se trata de
eso?
—Ya ni siquiera sé de qué
se trata…
Y la besó, nuevamente no
tenía por qué hacerlo pero simplemente había querido hacerlo. En algún momento la mujer
rubia los llamó pero ellos estaban en su mundo por lo que ni se molestaron en escucharla.
La mujer dejó la caja sobre una de las sillas rojas del lugar y los dejó ahí rodeados de espejos y
besándose.
Sigue...
Son muy chuchis =)
Hoy... Viernes de doblete!! hasta mas tarde!
Besos
Lunis ♥
Otrooooo :))
ResponderEliminarArii
massssssssssssssss
ResponderEliminarPeter siempre dándole lo mejor a Lali
ResponderEliminar