domingo, 9 de marzo de 2014

¿Jugamos a ser novios?


Cap 6 parte 1 ¿Quieres dormir?

Lali se había quedado dormida desde que había llegado de casa de Peter. Se sentía agotada, toda la tarde habían estado bailando y luego escuchando toda la música que seguramente se tocaría en la fiesta de sus padres. Por eso estaba agotada, de sus piernas y de sus oídos, es más hasta se había aprendido todas las canciones de los 4 discos.
La…—dijo Brenda entrando a su habitación.
Ambas hermanas compartían habitación, dormían en una litera y cuando Lali llegaba cansada siempre se tumbaba en la cama de abajo la cual era de Brenda.
Lali gimió en cuanto escuchó la voz de su hermana. No quería escuchar nada más en ese
día y ¿Por qué no? En toda la noche.
—Estoy muerta —habló Lali girándose en la cama para quedar boca arriba. Brenda se sentó en el espacio que había al final de la cama.
—Si estuvieras muerta no hablaras y muerta o medio viva tienes que comer aunque te ponga un tubo en la boca —dijo la hermana y de pronto se sintió como la hermana mayor.
—Ya cené en casa de Peter —era cierto y también su estómago estaba cansado así como probablemente todas las partes de su cuerpo que ni siquiera conocía. Por suerte no había corrido
ese día en la clase de Educación física y agradecía a Petersu amabilidad de hacerle el permiso
para faltar. En realidad el baile de salón no era para nada cansado pero si se convertía un poco cansado al bailarlo durante casi dos horas y media sin parar.
—Hay panqueques de nuez como postre.
De pronto las energías habían vuelto al cuerpo de Lali.
—Mira, ya estoy viva de nuevo —dijo la muchacha a su hermana menor que ya se estaba riendo y levantando de la cama junto a su hermana mayor—. Vamos que Poli se los acabará.
Cuando bajaron Anastasia le dijo a Jeanne que su cena estaba servida pero realmente la chica estaba tan llena que su mamá lo notó por lo que no la obligó a cenar y la dejó pasar directo
al postre lo cual agradeció enormemente Lali ya que era su favorito y también el de Pablo o Poli como le decían, siempre se peleaban por el último panqueque que quedara.
Mientras ella comía su segundo panqueque pensó en Peter y en el comentario que el
muchacho había hecho de que nunca comía algo que no estuviera dentro de su dieta. Después de
todo era un modelo y tenía que cuidar su peso.
—Mamá —dijo Lali levantando su voz para que su madre la pudiera escuchar desde la sala hasta el comedor en donde todos se encontraban cenando—. ¿Puedo llevarle uno de estos a Peter?
Anastasia ladeó su cabeza para poder ver a su hija y le asintió sonriendo. Eso era lo que regularmente hacia ella cuando estaba en la preparatoria y estaba enamorada, le llevaba a su
novio algún postre o dulce, escuchar eso le hizo pensar que realmente su hija estaba enamorada.
—Desde luego que sí, hija —le contestó sonriendo y Lali le devolvió la sonrisa.

—Me voy, ya llegaron por mí —dijo Lali despidiéndose de sus padres que estaban en la cocina preparando los lonches de cada uno de sus hijos.
—Espera un minuto más —habló su papá. Ella rodó los ojos y dejó al pequeño Cris en el suelo rodeado de sus juguetes para correr a la cocina.
Pitt está esperando, ya tocó la bocina del auto —dijo entrando a la cocina.
—Ni creas que te irás sin tu lonche al colegio…
—Está bien le diré que espere un poco…
—¿Por qué no lo invitas a entrar?
Lali se congeló durante unos segundos. Sí Peter entraba a su casa, Luz iba a querer que se besaran, Cris le arrojaría alguno de sus juguetes y James lo fulminaría con la mirada. Eso era demasiado para empezar el día.
—No creo que sea buena idea —dijo Lali de pie en la puerta de la cocina.
—Aaa, pues lo has dicho demasiado tarde —habló Brenda detrás de ella.
Lali volteó y detrás de su hermana se encontraba Peter, lucía cansado.
—Buen día señor y señora Esposito —dijo Peter amablemente—. Buenos días, La.
Ella solo logró asentir. Brenda se escurrió hacia un lado para no interponerse entre ese par
de miradas apenadas.
—Vamos, sé que quieres besar a mi hija así que hazlo antes de que se les haga tarde —
habló el padre de Lali y los ojos de ella se abrieron al límite volteando hacia su padre.
—¡Papá! —dijo ella avergonzada.
—No tiene por qué darles vergüenza algo como eso, tu madre y yo también fuimos jóvenes…
—No, por favor, no quiero escuchar eso y tampoco Peter.

Peter sonrió mientras observaba a esa familia ser una familia.

Sigue...

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Besos
Lunis ♥

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