Cap 17 parte 1 ¿Lali? ¿Pitt?
Lali
tragó mientras sentía como Peter acariciaba su mejilla,
cerró sus ojos al sentir los dedos del chico rozar la
delicada piel de su rostro. Un nudo en la garganta le impedía hablar y decirle aquello que rondaba por su cabeza por lo que solo pudo quedarse
en silencio.
Sintió los labios de Peter
sobre los suyos, fue un beso suave, delicado, casi como si no quisiera hacerlo más profundo, un ligero roce.
Una voz femenina los
alertó a ambos, había llegado la hora de partir.
Ambos se vieron a los
ojos por última vez, el muchacho le sonrió y ella hizo un intento de sonrisa pero no estaba
segura de sí lo había logrado de cualquier manera no hubo tiempo, la voz femenina que salía de los
altavoces del aeropuerto los volvió a interrumpir presionando a Peter para que fuera hasta la
línea para entrar a su avión. Lali no podía creer que se estaba marchando.
Su vista permaneció
clavada en la espalda del muchacho. A lo lejos escuchaba que decían su nombre pero no le
prestaba atención a esa voz, su mente estaba triste como para hacerlo, su corazón estaba triste.
—La. Lali
—sintió como la sacudían lentamente—. Lali, vamos linda.
La imagen fue tornándose
borrosa y sintió que salía de escena.
—Lali, despierta
—escuchó la voz de Peter susurrarle al oído.
Sus ojos se abrieron
lentamente, ya no se sentía sola ni triste, unos fuertes brazos la rodeaban y una cálida respiración golpeaba contra un costado de su
rostro, su vista se aclaró y vio el pecho de Peter que
era cubierto por la camiseta blanca del uniforme del colegio.
Cierto, no había podido
dormir en toda la noche así que cuando el muchacho fue a recogerla a su casa y notó esas marcas negras debajo de sus ojos le
había sugerido dormir por unos minutos en el auto.
¡Gracias al cielo! Solo había sido un sueño más sin embargo eso no significaba que no sucedería pronto.
Seguramente él pronto se
marcharía y ella no podría hacer nada al respecto.
—Ye llegamos —le habló
susurrándole tiernamente.
—Gracias por despertarme
—dijo Lali sentándose en el asiento del auto, palmeó su rostro levemente un par de veces para espabilarse y después talló sus ojos. Sintió
unas manos acariciando su cabello de
arriba abajo, como si estuviera peinándolo, desde luego eran las manos del muchacho que estaba a
un lado de ella.
Él suspiró mientras
acariciaba el cabello castaño de la chica, quería llevar un mechón a su nariz y poder aspirar el aroma a durazno pero no lo hizo, solo acomodó
su cabello sobre su espalda y le sonrió
aunque ella ni siquiera estaba viéndolo. Sabía que la causa por la que Lali no
había dormido casi nada era su culpa, si no le hubiera dicho ella estaría
perfectamente despierta para concentrarse
en el examen que tenían ese día…
A lo lejos se escuchó el
timbre que anunciaba la entrada a clases. ¡Rayos! Se habían retrasado.
Lali
reaccionó rápidamente y sin darle tiempo al chofer para que abriera la puerta
salió disparada del vehículo, caminó lentamente
por la acera en lo que esperaba a que Peter fuera detrás de ella, cuando por fin el muchacho llegó a su lado ambos apresuraron
el paso para ir a su clase. Lo peor que podía
pasarles era llegar tarde en día de exámenes.
Llegaron al salón y la
puerta ya estaba cerrada, dentro de este se escuchaba la voz de la profesora dando las instrucciones. Peter acercó su oído a la puerta
e hizo una mueca. Él podía hacer lo que siempre
hacía, entrar a clase sin siquiera tocar la puerta, todos lo volteaban a ver, incluso los profesores pero no le importaba, la única gran diferencia
del antes y el ahora era que estaba
junto a Lali y entrar de esa manera podría provocar
mal entendidos.
Se decidió a hacer lo que
cualquier chico normal haría, tocar la puerta.
Dio dos golpes a la
puerta y escuchó como la profesora dejó de hablar para dirigirse a abrirla, él dio un paso atrás para quedar junto a Lali y la puerta se
abrió.
—Creí que no vendrían,
jóvenes —dijo la profesora, su rostro era neutro más no su voz que se escuchaba como si quisiera estrangularlos. Era la típica profesora
de edad con anteojos pasados de moda que
siempre estaba de mal humor y que le molestaba que la interrumpieran en clase.
—Perdone la tardanza, ha
sido mi culpa —se disculpó Peter y tuvo que tomar la mano
de Lali para que ella no dijera nada, después de todo era ella la que se había
quedado dormida.
—Adelante, pero tengan en
claro que tienen un retardo. Ambos —remarcó la última palabra mientras los dejaba entrar.
Sigue...
Solo fue un sueño!
Besos
Lunis♥
ufff solo fue un sueño me asuste .. me encantoo .. massssssss
ResponderEliminarOtroooo :))
ResponderEliminarmenudo sustooooooooooo por diossssssssss era un sueño. me encantaaaaaaaaaaaa tu novelaaaaaaaaaaaaaaa. besos
ResponderEliminarun sueño!!! que pasaraaaaaaaa!!!!
ResponderEliminarquiero masssssss!
mas mas
masmass!!
vero
Más me encanta!!
ResponderEliminarYo diría k fue una pesadilla para Lali.
ResponderEliminarMaaasss💚💚💚👏👏👏
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