domingo, 2 de marzo de 2014

¿Jugamos a ser novios?


Cap 3 parte 1 ¿Pequeña familia?

Peter se levantó con el pie izquierdo a la siguiente mañana. La noche anterior había cambiado su alarma para poder levantarse más temprano y estar listo para pasar por Lali a su casa y tener una charla con sus padres pero eso no pudo ser ya que su alarma no sonó. Entró a ducharse pero el shampoo le entró en los ojos irritándoselos y dejándoselos mortalmente rojos. Cuando bajó a desayunar completamente cambiado con el uniforme del colegio se le derramaron unas gotas de café sobre su camisa blanca por lo cual tuvo que volver a subir y cambiarse, por suerte siempre tenía un repuesto limpio en caso de ese tipo de accidentes.
Cuando ya había subido al auto y revisó su mochila tipo maletín y se dio cuenta de que no llevaba el reporte de Ciencias Sociales que debía entregar ese día por lo que tuvo que regresar a su habitación y buscarlo. Por fin ya iba en camino hacia la casa deLali y deseaba que la plática con los padres de la muchacha fuera mejor de lo que había sido su mañana de 45 minutos.
Su chofer estacionó frente a la casa pequeña de dos plantas en donde vivía su novia y
después de un largo suspiro salió del auto para encaminarse a la puerta de la casa. Agradeció que
ese lugar no estuviera lleno de cámaras fotográficas, si bien era solo un modelo las cámaras
amaban seguirlo como si se tratara de una estrella pop o algo parecido.
Llegó a la puerta y buscó el botón del comunicador pero no lo encontró por ningún lado, en
su lugar a un lado de la puerta encontró un pequeño botón blanco sin cámara de video ni
micrófono para hablar, confundido se aclaró la garganta y apretó el botón dejando escuchar un
extraño sonido de campanillas en el interior de la casa, sus ojos se abrieron de la impresión al
escuchar un grito proveniente de la casa. ¿Qué no podían usar el comunicador para avisarle que
abrirían la puerta? Además ¿Cómo sabían que era él quien había presionado el botón blanco?
La puerta se abrió solo un poco dejando ver una parte del interior de la casa y luego el rostro de una adolescente se dejó ver de atrás de la puerta.
—¿Diga? —habló la pequeña mujercita que tenía un gran parecido a Lali, era casi como una copia de ella solo que con un par de años menos.
Peter abrió la boca para preguntar por Jeanne pero algo se lo impidió, un golpe, un golpe en
su espinilla que lo obligó a tragarse una maldición.
—No, Cris —dijo la muchacha tomando en sus brazos a un pequeño de aproximadamente 4 años que tenía un avioncito de plástico en sus manos y señalaba al carrito que anteriormente
había impactado en la espinilla de Peter—. Lo siento —se disculpó la chica mientras se inclinaba
para tomar el carrito—. Perdone, ¿A quién busca?
Peter sacudió su cabeza y aclaró su garganta.
—¿Vive aquí Lali Esposito? —preguntó dudando completamente de que la chica que iba a pretender a ser su novia viviera realmente en esa casa—. Sabes, creo que me he…
—No, está bien, ella vive aquí —abrió la puerta aún más—, pasa —cambió al niño de un
brazo a otro y se movió de la puerta para dejarlo entrar—. Está en nuestra habitación, ahora le
llamó.
Peter asintió y dio un par de pasos para estar en el interior de la casa, la puerta se cerró
detrás de él.
—¡Hermana! —gritó la muchacha hacia las escaleras que estaban justamente enfrente de Peter—. ¡Un muchacho guapo te busca! —el pequeño se removió en los brazos de la chica y esta lo dejó en el suelo—. Vendrá en unos minutos.
La chica desapareció rápidamente mientras seguía al pequeño hacia una habitación que quedaba del lado izquierdo de Peter, lo que lograba distinguir era un pequeño televisor, un sillón aparentemente largo y juguetes esparcidos por todos lados.
—¿Un muchacho? —preguntó en coro un par de voces masculina que salió del lado derecho de Peter.
El modelo volteó y vio a dos hombres caminando hacia él, un hombre mayor que seguramente pasaba de los 40 años y a un joven que seguramente estaba entre los 20 años, ambos caminaban hacia él imponentes y con ceños fruncidos.
Peter creyó que aún estaba dormido y estaba teniendo una pesadilla en donde una familia muy grande vivía en una casa tan pequeña y todos parecían ser una especie de gemelos sólo que de diferentes edades. Eran exageradamente parecidos, cabello castaño, tez blanca y ojos marrones.
—¿Se te perdió algo? —la mirada del confundido modelo fue hacia su derecha para ver que el joven que estaba al lado del hombre mayor le hablaba esperando una respuesta impaciente.
—¿Quién es? —preguntó otro niño de voz un poco gruesa para la edad que aparentaba, Petersupuso que le estaba cambiando la voz. Este salió de su lado izquierdo.
—Yo… —empezó a hablar pero un grito chillón proveniente de su lado derecho captó su
atención.
Una pequeña de aparentemente 10 años se cubría la boca emocionada y lanzándole miradas
eufóricas.
—¡Eres Pedro Smith! —exclamó la pequeña dando saltitos sin cruzar la línea imaginaria
que ella había trazado a un par de metros de él.
—¿Quién? —preguntó otra voz masculina. ¡Dios! ¿Cuántos eran en esa casa?
—Es Pedro, el modelo —dijo la pequeña apuntándolo y ladeando su cabeza para ver al chico que había aparecido a un lado de ella y que el sí que era idéntico a la chica que lo había recibido en la puerta.
Peter ya estaba mareado, nunca había visto a tantas personas juntas en un espacio tan comprimido y sentía que le empezaba a faltar el aire. No había tenido ataques de asma desde los
7 años pero en ese momento no dudaba en que le fuera a dar uno.
—¡Voy! —gritó una voz que en seguida reconoció y lo hizo suspirar aliviado. Unos pasos a toda prisa se escucharon por el piso superior de madera y en un dos por tres apareció Lali bajando las escaleras de dos en dos. Cuando Lali levantó su mirada y vio a Peter al final de la escalera pisó mal el siguiente escalón y se desequilibró.
Él no se dio cuenta de que su cuerpo se había movido hacia adelante y sus brazos se habían
extendido hacia Jeanne hasta que la tenía en sus brazos evitando el duro golpe que se hubiera
dado contra el suelo.
Todo se congeló a su alrededor, cada uno de los hombres y mujeres presentes en el lugar se
quedaron en suspenso mientras Peter y Lali estaban envueltos en un rápido y torpe abrazo.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no hay ruido? —preguntó una voz más saliendo de la cocina.
Todos, absolutamente todos, lanzaron suspiros.
—¿Quién es él? —preguntó la mujer observando al muchacho que tenía sujetada a su hija.
—Él es… —empezó Jeanne pero fue interrumpida rápidamente por Peter.
—Soy su novio —dijo, probablemente sin pensar.
Tres puntos suspensivos aparecieron en la escena.

Seguirá...

Besos
Lunis♥

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