Dime por que... Intro y Cap 1

 Bueno, esta nove no es nueva, es una que empece el año pasado, pero por razones de fuerza mayor no la pude terminar, asi que la empiezo de cero para algunas que las venian leyendo se la acuerden y las que quieran puedan empezar a leerla, voy a publicar capas mas capitulos de esta en el dia, aunque no comenten mucho, pero me gustaria que divulgaran un poco mas, esta y la otra, si quieren no? 
Gracias!

Mariana Esposito, o Lali, tenía 30 años, estaba casada con Pablo Arrechavaleta, o Poli, que tenía 32 años. Tenían tres maravillosos hijos, Thiago que tenía cinco años, Julián y Joaquín, los mellizos, que tenían tres años.
Estaban casados hacia ya tres años.
Vivian en el barrio de Núñez, en una casa grande con todos los lujos que se puedan imaginar, ya que Pablo era un prestigioso empresario. Lali había cumplido su sueño, gracias a él, tenía un jardín en el barrio de Belgrano, en el cual era directora.
Agustín Esposito, hermano de Lali, tenía 28 años, se recibió de abogado. Vivía en Córdoba, donde vivían también sus padres, Nicolás y Emilia Esposito.
Candela Arrechavaleta, hermana de Pablo, tenía 24 años, estudiaba diseño de indumentaria en la UBA, pero vivía en San Isidro.
El señor y la señora Arrechavaleta habían muerto.
Eugenia Suarez, o Euge, prima de las Esposito, tenía 30 años, era profesora de educacion fisica. Vivía tan solo a dos cuadras de la familia Arrechavaleta.
Gastón Ordoñez, tenía 30 años, era profesor de filosofía, psicología y además trabajaba en el jardín de Mariana dando música. Vivía en Belgrano. Mejor amigo de Lali, se conocian hacia más de 20 años.

Juan Pedro Lanzani, o Peter, tenía 32 años, estaba casado con Rocío Gutiérrez, o Rochi, que tenía 32 años. Tenía dos hermosas hijas, Marianella y Azul, la primera de cinco y la segunda de cuatro.
Llevaban casados 2 años.
Vivian en Londres, pero un desafortunado acontecimiento, hizo que Peter y Rocío llegaran a la decisión de mudarse o volverse a Buenos Aires, más explícitamente al barrio de Belgrano.
Victorio Lanzani, o Vico, hermano de Peter, tenía 25 años, estudiaba ingeniería en informática, en la UBA. Vivía en Belgrano, junto con sus padres, Gimena y Salvador Lanzani.
Daniela Gutiérrez, o Daky, hermana de Rochi, tenía 27 años, se recibió de organizadora de eventos. Vivía en Olivos, donde tenía un salón de fiestas.
Los padres de Rochi y Daky vivían en Belgrano, en una casona antigua, pero recién restaurada, moderna.
Nicolás Riera, tenía 31 años, era profesor de educación física. Vivía en Belgrano. Mejor amigo de Peter, pasaron toda la vida juntos, hasta que Peter decidió irse a Londres.
María Paz, tenía 29 años, estudiaba diseño de imagen y sonido en la UBA. Vivía en el barrio porteño de Palermo. Mejor amiga de Rocío.

 Capitulo 1

Lanzani – Gutiérrez.

-Amor, estamos por llegar- despertó a Rocío, que tenía en brazos a Azul. Llevaban viajando de Londres ya muchas horas, tenían ansias de llegar a su Buenos Aires querido, pero a la vez Rochi estaba angustiada y nerviosa. Y no era para menos, después de cinco años fuera del país. Miraba a la mayor de sus hijas con mucho miedo y a su marido con incertidumbre, toda la vida de la familia podía cambiar a partir de la decisión de volver. Y Pedro noto el nerviosismo de su esposa – no te preocupes, yo te amo, además quiero conocer a tu hermana y ver a mi hermano y mis papas- la tomo de la mano, ella solo sonrió.
-Por favor abróchense los cinturones- comunicaron por el alto parlante.
Luego de un rato en el aeropuerto, se subieron a un taxi, le dieron la dirección de donde tenían que ir. Al rato llegaron, y a Rocío se le escaparon unas cuantas lágrimas. –Va a ser muy triste no verlo nunca más- abrazo a Peter.
El padre de Rochi había fallecido tan solo algunos días atrás, por eso tomaron la decisión de irse a vivir a Buenos Aires, para ayudar a la hermana menor de la esposa de Pedro, Daniela, mantener en buen estado la casa que había pertenecido a sus padres y encargarse de la empresa familiar.
-Rocío Gutiérrez? Sos vos?- una muchacha salió con cara de cansada, por la puerta de la casa, y se quedo mirando a la familia con cara de sorpresa y mucha emoción- si sos vos!- corrió a abrazarla- soy yo gorda, Meri, María-
-aaaa!!- Pego un grito – María Paz! Hace cuanto que no nos vemos!- correspondiendo el abrazo- como estas? Que haces acá?
-bien, viene a ver como estaba Daky, venís por el velorio?- pregunto su amiga
-No- respondió Rocío- vinimos para quedarnos!- anuncio- te presento a mi familia- señalando a cada uno- Juan Pedro es mi marido, y mis hijas Marianella y Azul.
-Que hermosas!- y saludando al hombre- un gusto María, pero me dicen Meri
-El gusto es mío, a mi me dicen Peter o Pitt- informo él. Luego de la presentación, la familia entro en la casa, y María se fue a trabajar.

Casa Arrechavaleta – Esposito.

Era una mañana normal en la familia Arrechavaleta.
-Mama!- gritaba uno de los mellizos- Joaco me está pegando!
-Joaquín Rodrigo Arrechavaleta! Que te dijo mama sobre pegar a los demás, en especial a tus hermanos? – lo reto Pablo, tomando del brazo a su hijo.
-es que se puso mi dropa Pá- puchereo Joaco y exhibiendo una enorme sonrisa (igual a la de su padre) le dio un beso. Joaquín era la debilidad de Poli, siempre lo convencía con sus sonrisas.
-No se pega!- Lo reto Mariana, al ver que Pablo flaqueaba- Juli, no te pongas la ropa de tu hermano, además te pusiste todo al revés- le dijo ella riéndose. Julián era igual a su madre. Y empezó a cambiar a los dos –Amor, porque no vas a despertar al dormilón de Thiago?- sugirió a su marido
-Si mi vida, ya voy- se dirigió al cuarto continuo, el cuarto de su hijo mayor- dale! Titi no te hagas el dormido! Dale que nos vamos sin vos eh- mientras le decía eso, le hacía cosquillas.
La familia había decidido, como era el último fin de semana que le quedaba de vacaciones, ir a visitar a los abuelos Esposito y al tío Agustín a Córdoba. Claro que en cuanto se lo mencionaron a la tía Candela, a la prima de Lali, Eugenia, estas no tardaron en prenderse, así que Mariana había decidido invitar a Gastón, pero este no podía por el trabajo. Para los hijos Arrechavaleta, la prima y el mejor amigo de mama eran como sus tíos también.
A las nueve en punto, todos se hallaban en la puerta de la casona, esperando a Gerardo, un empleado de Pablo, que les iba a cuidar la casa, junto con su esposa. Cuando llego, partieron todos para darle la sorpresa a la familia Esposito, por completo.






Continuara...