Capitulo Uno...

El amor no se fue, el amor esta ahí…

Juan Pedro Lanzani y Victorio Esposito eran mejores amigos desde los dos años. Los padres del segundo se habían mudado al barrio donde vivían los primeros, por lo tanto eran vecinos. Victorio acababa de cumplir los dos años cuando había nacido la hermanita su hermanita Mariana. Los papas de Peter, habían perdido a su hermanito, en el mismo instante en que nacía la niña. Allí conocieron a los padres de Vico y los niños se hicieron inseparables y los padres muy amigos.

Peter era tímido, casi no hablaba con nadie, y si lo hacía, solo lo hacía con sus padres, los de Vico y con Vico mismo. Victorio era todo lo contrario, era muy dado, un pillo como le decían sus padres y tíos, un niño muy amable, sociable y vivo.

Pasaron los años, tres para ser exactos, los chicos tenían cinco años, estaban jugando en la casa de los Esposito. La niñita de ojitos marrones y pelo castaño, con tres años, miraba como jugaban Peter y su hermano

Lali: Vico, puedo jugad con utedes?

Vico: No Lali, sos mujed y eto es un juego de hombes- dijo mirando a su amigo para que lo secundara. Pero Peter no tenía intenciones de decirle que no, a él, por alguna extraña razón, le gustaba que ella este cerca- ANDATE MARIANA- grito enfadado al ver que su amigo se quedaba callado, la niña salió corriendo escaleras abajo, a las faldas de su madre, llorando desconsoladamente.

Carolina Herrera era una madre cariñosa, comprensiva y muy estricta en cierto sentido.

Caro: que pasa mi amor?- agarrándola a upa

Lali: Vitorio no quiede que juegue con ellos- contesto entrecortadamente Mariana, en ese momento, apareció su padre, Gerardo Esposito

Gera: Princesa- dijo con una gran sonrisa- ahora vienen los tíos con Cande, así juegas con ella, después cuando nos vamos con los tíos se quedan con Julia- Julia era la vecina de los Esposito, que amablemente cuidaba a los chicos en ausencia de los mayores. La niña dejo de llorar al instante, y se puso a dar saltos diciendo el nombre de su prima.

Mientras merendaban, Victorio miraba a su amigo, como hacia siempre que Pedro se perdía mirando a Mariana, cosa que no entendía porque, y cuando le preguntaba, su amigo no le sabia contestar. Al rato llegaron los Vetrano, Sofía la hermana de Carolina, Carlos, su esposo, y Candela.

Lali: Tía, Tío!- corrió a abrazarlos- Cande!- se acercó a una niña de su misma edad, muy parecida a ella, casi que podrían pasar por hermanas mellizas

Cande:-mostrándole una sonrisa- Mira lo que me compo papi- le mostro una muñeca pepona con su vestido todo rosa, como le gustaba a ella.

Sofi:-dándole un paquete- toma mi amor, también te trajimos algo- Lali lo agarro, y rompió con impaciencia el papel, mostrándole otra muñeca pepona pero con trajecito azul, que era el color favorita de ella- y a ustedes Vico y Peter- le dio dos autitos.

Lali:-parándose, abrazando a sus tíos- gacias!

Cande: Vamos a jugar Lali? tenes que ponerle un nombre a tu hija!- subiendo al cuarto de Mariana

Lali: No puede ser nene?-pregunto mirando a su muñeco

Cande: es tu bebe- dijo obvio la pequeña- La mía se llama Stefania

Lali: Yo le voy a poner… Thiago- y empezaron a jugar.

Luego de una hora, los Esposito y los Vetrano salieron a una reunión que tenían en el jardín de los chicos.

Pasaron las horas, Peter se quedaría a dormir en la casa de Vico. Los Esposito ya deberían haber llegado y eso angustiaba a Julia, que presentía que algo malo iba a suceder… o había sucedido ya.

Julia: Niños, ya está la cena- grito preocupada

Cande: y mis papas?- pregunto llorosa

Julia: Se retrasaron seguramente mi amor- sirvió, y luego sonó el teléfono, aliviada porque deberían ser ellos, fue a atender dejando a los chicos cenando, pero no se esperaba lo que le estaban diciendo- Que?... No puede ser!... Están todos acá… No puede ser- sus ojos se llenaron de lágrimas, amaba a la familia vecina, sobre todo a Carolina que era como una hija- voy a llamar a los Lanzani- dijo ahogando un sollozo- yo me hare cargo de ellos hasta que lleguen los abuelos- todos se miraron, algo realmente grave debería haber pasado, para que los padres de Peter y hasta los abuelos de los Esposito y de Cande vengan, hasta para ellos que eran niños era algo grave

Lali: Tía Julia?- pregunto arrugando el ceño

Vico: porque vienen los abuelos?- termino la frase.

Julia no hizo más que abrazar a los pequeños, a los tres primos, mientras Pedro miraba la escena, algo distante.

Al rato, tocaron el timbre, y aparecieron Daniela y Gabriel Lanzani.

Peter:-asustado-Papi-

Gabi: Hijo!- abrazo a su hijo y luego a las pequeñas, y después a Victorio.

Dani: Lali, Cande, Vico- llamo a los chicos abrazándolos también.

Vico: Que pasa tíos, mis papas y tíos?- intuyendo algo no muy bueno.

Los mayores se quedaron mudos por unos instantes.

Gabi:-tomando la palabra- Vamos a sentarnos que les tenemos que contar algo

Lali y Cande: none están papa y mama?- preguntaron las pequeñas al unísono, mientras se sentaban en el sillón.

Julia se sentó y sentó en su regazo a las niñas, sosteniéndolas.

Dani: Chicos- con lágrimas en los ojos- Sus papas, tuvieron un accidente- los chicos lanzaron un grito de sorpresa- y se fueron al cielo.

Los tres chicos, incluso Peter, se pusieron a llorar, entendían perfectamente eso, sus abuelitos habían pasado por lo mismo, se habían ido al cielo.

Mariana salió corriendo escaleras arriba, Victorio quedo en shock, Candela se abrazó fuertemente a Julia, y Peter, mirando la escena un segundo, siguió a Lali, al desván, donde había una ventana que se veía perfectamente el cielo.

Allí la encontró, mirando hacia la noche estrellada, con las lágrimas que inundaban sus preciosos ojos

Lali: Mami? Papi? Bajen, no se pueden id, somos chiquititos!- suplicaba con evidente dolor- No se pueden id- repitió, ahogándose en llanto se derrumbó en uno de los almohadones, hasta que sintió una mano en su hombro, se dio vuelta y allí estaba Pedro, lo único que hizo este fue darle un abrazo de alivio, uno en que indicaba que no estaba sola, que él no la iba a dejar sola.

Al rato, sienten que alguien los separa, y Pedro es alejado de Mariana, mientras ella recibía el abrazo y apoyo de su hermano mayor.

Peter se retorció en los brazos de su padre, porque no quería dejar a Mariana sola, y ella se retorció en los brazos de Victorio, porque no quería que Peter la dejase sola. Se miraron por última vez, con un dolor aún más fuerte que el que estaban sufriendo en ese momento. Juan Pedro se fue junto a sus padres, dejando solos a los hermanos Esposito y a Cande, con Julia y la abuela de Candela, Carola Rosales, para que puedan consolarse mutuamente.

Al otro día, Los abuelos Esposito, que vivían en Londres, llegaron. Fueron a reconocer los cuerpos, mientras se organizaba el velatorio. Peter y Vico no se despegaban de Mariana y Candela, como dos hermanos protectores.

Cuando había pasado una semana del entierro de Carolina y Gerardo, Justina y Alejo Esposito fueron a ver a los Lanzani, diciéndoles que ellos se volvían con sus nietos a su país. Otro golpe para los hermanos, otro golpe para Pedro. Perdía a su mejor amigo, y a su Mariana.

Dos días eran los que tenían para irse, así que Lali, que había aprendido muchas cosas de su mama, quien le enseñaba todo como si fuera grande, le había pedido a Julia que le ayude a escribir una carta para Peter. Ella le dijo lo que quería escribirle, mientras hacia un dibujo para ponerlo en el sobre.

Cuando llego el momento de la despedida en el aeropuerto, estaban Julia, los Lanzani y los Vetrano, junto a los Esposito, abrazándose y diciéndose palabras de despedida. Cuando Lali y Peter se abrazaron, la pequeña le dio la carta y le dio un beso en el cachete con mucha ternura. Luego dirigió una última mirada, un último beso, y un último “Adiós”.

Esa fue la última vez que Mariana y Pedro se vieron, durante muchos años.

Continuara...

Disfruten!!

Besos

Lunis ♥

P.d: AL FIN VOLVIÓ INTERNET!!!!! =)