sábado, 12 de abril de 2014

¿Jugamos a casarnos?


Cap 30 parte 3 ¿¡Sí!?

Rochi estaba asustada, la tormenta ya había empezado y estaba perdida en algún lugar de la ciudad, su auto apenas si podía andar y el parabrisas estaba totalmente lleno de nieve. Bajó el vidrio y sacó casi medio cuerpo por la ventana para limpiar la nieve del parabrisas con la manga de su abrigo de lana que quedó completamente mojada.
Apagó su auto y salió, quitó el agua que le quedó en la manga y volteó alrededor. Detestaba tener tan pésimo sentido de la orientación.
Vio una casa de dos plantas color chocolate a unos cuantos metros de ahí y se decidió a ir a pedir ayuda antes de morir congelada. El viento la golpeó fuertemente mientras caminaba a la casa, cuando por fin llegó a la puerta su ropa estaba mojada y sus piernas estaban temblando, sus dientes castañeaban y se sentía patética.
Tomó aire sintiendo el frio pasar por su garganta y tocó la puerta.

Nico tomó su chaqueta y se la puso de nuevo, su casa no tenía calefacción ni nada y la chimenea aun no prendía completamente. Estaba caminando hacia la cocina para preparar café cuando escuchó unos débiles golpes en la puerta principal. Frunció el ceño ya que estaba completamente seguro que no había invitado a nadie a su casa sin embargo aun así fue a abrir la puerta.
Una cabellera rubia cubierta de nieve y agua fue lo primero que vio, bajó sus ojos apenas unos milímetros para ver a la chica que estaba en su puerta.
Rocío casi se tambaleó hacia atrás, los ojos azules de Nicolás chocaron con los de ella al momento en que la puerta se abrió, sintió el aire escapar de sus pulmones y el piso tembló debajo de ella. Le dolió el pecho.
—E… ¿Estás bien? —le preguntó el muchacho y ella apretó sus labios. La piel se le había erizado debajo de la ropa, se sacudió por los escalofríos que le causó y en un parpadeo de ojos la chaqueta de Nicolás reposaba en sus hombros—. Ven entra.
Le pasó un brazo por los hombros y la condujo dentro de su casa, cerró la puerta con un pie
y la acercó a la chimenea.
—Gracias —logró decir Rochi en voz baja.
—De nada. ¿Cómo llegaste aquí? —le preguntó dudando si era o no de su incumbencia.
—Salí esta mañana de mi casa y un paparazzi me estaba siguiendo, conduje sin rumbo hasta perderlo y terminé aquí —explicó, su voz aún era baja por los nervios y el frio.
—¿Vienes en auto? —ella asintió—. ¿En dónde está?
—Afuera, a unos metros de tu casa…
—Dame las llaves, intentaré meterlo a la cochera —los ojos de Rochi se abrieron. ¿Iba a dejar que se quedara en su casa?
Con las manos temblando metió su mano en una de las bolsas del abrigo y le entregó las llaves.
—Sube arriba, la tercera habitación es la mía, probablemente te encuentres a Brenda ahí, busca ropa en los cajones de mi armario y cámbiate antes de que te enfermes. Yo vuelvo en unos minutos —se giró hacia la puerta principal—, si necesitas bañarte puedes hacerlo —la vio sobre su hombro—, en el mueble del baño hay toallas limpias. Te recomiendo que lo hagas, estás completamente mojada y te puedes resfriar gravemente —no entendía porque estaba hablando tanto—. Hazlo.
Salió por la puerta y dejó a la rubia totalmente aturdida.
Haciéndole caso subió las escaleras y a la tercera habitación tocó.
Brenda escuchó unos golpes fuera de la puerta y rodó los ojos, tomó una última fotografía a la elegante colección de aviones en miniatura que tenía Nico en una repisa junto a la ventana y enseguida caminó a la puerta.
—No estaba hacien… —dejó sin terminar la oración al ver a Rocío frente a ella. La recordaba perfectamente, era la amiga de Pitt además que también la había fotografiado un par de veces en una ocasión.
—Hola —dijo la rubia tímidamente—. Nicolás me dijo que subiera…
La castaña la observó y notó que estaba completamente mojada, la chaqueta de Nico le colgaba de los hombros pero su abrigo de lana tenía un poco de nieve que en su mayoría ya se había derretido.
—Pasa rápido —dijo haciéndose a un lado—. Ahí está el baño —apuntó a una puerta en la habitación—. Desvístete, buscaré algo de ropa para ti.
—Nicolás dijo que en los cajones de su armario tenía ropa o algo así.
—Bien, deja la puerta sin seguro, te dejaré la ropa. Quítate eso antes de que te enfermes — la rubia asintió y entró al baño sin decir nada más.
Brenda la siguió con la mirada hasta verla desaparecer dentro del baño y se giró para buscar ropa en donde ella le había indicado. En los cajones había puros pants y camisetas, seguramente eran las ropas que él utilizaba para dormir.
—Deberías tomar una ducha —gritó Brenda sacando un pants y una camiseta—, así tu cuerpo tendrá la misma temperatura y no te enfermarás.
—Está bien —contestó Rochi desde dentro del baño.
Después de un par de minutos Brenda bajó a la sala en donde vio a Nico entrar con el cabello mojado y la camiseta húmeda, sin darse cuenta de que ella estaba en la sala se sacó la camiseta y caminó hasta las escaleras para subir corriendo.
No fue extraño que no la hubiera visto, ella estaba segura que la mente del moreno estaba ocupada pensando en la rubia que estaba en su baño.
Ellos hacían bonita pareja, se veían bien juntos. Un chico con apariencia ruda y una chica con apariencia delicada, simplemente se veían lindos juntos.

—Estoy bien, mamá —dijo Lali con el teléfono celular pegado a su oído—. No tienes de que preocuparte, regresaré en cuanto la tormenta termine —compartió unas palabras más con su mamá mientras su mirada permanecía en Peter que estaba en la cocina preparando el desayuno de ambos—. Les avisaré cuando salga de aquí. Sí. Pitt me llevará. Adiós.
Dejó su celular en la mesta de centro de la sala y se puso de pie para caminar hasta la cocina y detenerse junto a Peter.
—Mamá dijo que la tormenta se ha puesto bastante fea —dijo Lali.
Pitt volteó a verla y le sonrió.
—Eso significa que tendremos que pasar toooda la tarde juntos ¿no? —dejó a un lado el
tazón en donde tenía una mezcla para hacer crepas y concentró toda su atención en la castaña.
—Sí, aunque si eso te molesta puedo salir ahí afuera e ir a mi casa en medio de esta terrible tormenta —dijo dramáticamente.
—Aunque no hubiera tormenta —bajó sus manos hasta las caderas de Lali y la apegó a él—. Ten por seguro que no te hubiera dejado salir hoy.
Ella sonrió y sus labios se unieron en un corto beso. El corazón de Peter estaba agitado cuando se separaron y definitivamente no era por el beso, era por la pregunta que estaba a punto de hacer a continuación.
Acunó el rostro de Lali entre sus manos y fijó sus ojos en los de ella, a continuación sus
labios se movieron dejando salir un:
—¿Quieres ser mi novia? —sabía que iba demasiado rápido, apenas una horas que le había
dicho que la amaba y además Nico y ella no llevaban mucho de haber terminado pero sentía que ese día los estaba juntando para algo como eso. Los estaba reuniendo para una decisión a futuro.
El corazón de Lali golpeó fuerte y rápidamente en su pecho sacándole todo el aire que tenía. Su mente y corazón no estaban en otro lugar que no fuese ahí, no tuvo que pensar absolutamente nada. El hecho de que Nico y ella llevaran apenas una semana de haber terminado o que las fotografías que había por todo internet dejaran caer sobre ella una ola de rumores no le importaba.
Suspiró.

—¡Sí! —contestó con una sonrisa en el rostro.

Sigue...

Ahora si hasta mañana!!

Besos
Lunis♥

6 comentarios:

  1. me encantooo .. me voy a dormir feliz ..

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  2. me encantoooooooooooo el capituloooooooooooooo. le dijo que siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii biennnnnnnnnnnnnnn. besos

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  3. Se les dio.
    Vaya papel el d Brenda,jajaja,parece Cúpido

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  4. brenda terminara de cupido jaja!! le dijo que siiiiiiiiiiii!! wiii!!!

    besoss vero

    pd. mas masssssss!!

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