Cap 31 parte 1 ¿Y si no es para siempre?
Brenda se había quedado dormida después
de la comida. Su cabeza reposaba sobre el regazo de Rochi y su cuerpo estaba
cubierto con una delgada cobija que Nico le había prestado. Se le veía dormida
tan a gusto que la rubia empezaba a tener sueño pero a diferencia de Brenda
ella no se sentía tan cómoda estando en la casa de un chico, más exactamente de
“él” chico.
Desde que ella había salido de la ducha,
cuando lo vio en la habitación, su piel se había teñido de un rojo intenso y
durante la comida de la tarde su piel no había abandonado ese color, incluso
Brenda había hecho varias bromas para recordarle que estaba tan roja como una
cereza, una cereza sexy, había dicho la castaña.
Rocío no sabía si Nicolás la había
notado y simplemente había decidido guardarse sus comentarios o ni siquiera la
había volteado a ver, le apostaba más a la segunda opción ya que durante toda
la tarde apenas le había dirigido la mirada. Ely sabía que estaba actuando como
una tonta, Nico tenía novia y era más que obvio que jamás se fijaría en una
chica como ella, una chica que parecía artificial…
Sacudió su cabeza y siguió viendo a la
castaña que dormía tan plácidamente sobre sus piernas. Brenda llevaba el
cabello suelto y lacio hasta la cintura, era de un castaño natural envidiable,
Ro lo acarició suavemente para no despertarla. Siguió observándola
detenidamente, primero su rostro que tenía unas facciones tan finas y proporcionadas
como las de su hermana mayor, sus ojos eran rodeados por unas tupidas y rizadas
pestañas negras que cualquier modelo mataría por tener, sus ojos eran grandes,
de un tamaño perfecto, su nariz fina sin ninguna imperfección, sus labios lo
suficientemente gruesos sin llegar a verse exagerados, su piel era suave, ella
lo sabía porque en algún momento le había acariciado una mejilla, y no tenía ni
una gota de maquillaje.
Sí hacía comparaciones entre ellas era
más que seguro que Brenda era mucho más hermosa
que ella y ni se diga nada de la hermana
mayor, Lali era casi perfecta. Rochi sonrió, estaba segura de que Lali en algún
momento de su adolescencia había sido una chica muy normal, alguien que pasaba
desapercibida, pero ahora a sus 21 años era más hermosa que una modelo y tenía
a dos hombres completamente enamorados de ella.
Suspiró y siguió acariciando el sedoso
cabello de Brenda esperando con y sin ánimos al mismo tiempo que la tormenta de
nieve terminara.
Nico daba vueltas como un lunático en su
habitación, no entendía por qué tenía la cabeza revuelta, tan confundido. Había
visto a Ro saliendo del baño de esa misma habitación y podía
jurar que había sentido un nudo en el estómago
al verla salir con el cabello rubio mojado por el
baño y su rostro sin ni una pisca de
maquillaje, vestido con ropas de él… alejó por milésima vez en el día aquellos pensamientos ¿Por qué
la había dejado entrar en su habitación? ¿Por cortesía?
La única mujer que antes había entrado a
su habitación había sido a la primera mujer que en su vida amó. Lali. Sólo ella
había logrado entrar y sin embargo ahora ya habían entrado dos chicas después
de ella, las cuales por cierto lo tenían confundido.
Sacudió su cabeza y trató de alejar
cualquier tipo de pensamiento que tenía respecto a las dos muchachas y bajó de
nuevo a la sala en donde estaban esperando a que pasara la tormenta.
—¿Aún sigue dormida? —preguntó Nico en
voz baja entrando a la sala.
Rochi rápidamente volvió la cabeza al
lugar en donde había escuchado esa voz y al ver a Nicolás le asintió tratando
de formar una sonrisa.
—Es increíble que duerma con tanta
facilidad en casa ajena —dijo el muchacho acercándose al sillón.
—Creo que debe resultarle fácil ya que
en su casa debe de ser difícil conciliar el sueño con tantas personas —dijo la
rubia intentando no sonar tan nerviosa como se sentía.
Nico le sonrió y sin decirle ninguna palabra
más se sentó al lado de Ro, ya que era el único lugar que sobraba en el sillón
y también porque de ese lado estaba la mesita de madera en donde reposaba el
control remoto de la televisión. Sí, sus excusas eran muy válidas.
—¿Quieres ver algo en lo que pasa la
tormenta? —preguntó el muchacho mostrándose confiado.
Ella se encogió de hombros y mordió su
mejilla interna para no dejar escapar aquella sonrisa que se había querido
formar en su rostro al sentirse tan cerca del cuerpo de Nico…
Es genial, me encanta la nove :)))
ResponderEliminarArii
Más me encanta!!!
ResponderEliminarnico y ro mm! jajajjaa!!
ResponderEliminarmasssssssssssss! mas!!!!!! mas!!!!!
besos vero
k nerviositos están Nico y Rochi!!!!
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