sábado, 19 de abril de 2014

¿Jugamos a casarnos?


Cap 34 parte 1¿Jugamos a casarnos?

—¿Ya terminaron de fotografiar a los pájaros? —preguntó Lali al ver como su hermana y su novio peleaban a muerte por el último trozo de emparedado.
Habían ido al parque ya que Pitt y Brenda decidieron empezar el día con un espíritu competitivo, ambos querían tomar la mejor fotografía pero no tenían modelo y aunque habían pensado en Lali como una buena opción esta se negó rotundamente, les dio la opción de fotografiar a los pájaros que duraban horas cantando en el parque público y ambos habían aceptado emocionados.
Mientras ellos habían estado fotografiando cualquier cosa que se moviera Lali había estado observándolos sentada debajo de la sombra de un árbol y acompañada de Whisky.
—Hermana, dile que sea caballeroso y me dé el último trozo de emparedado —dijo Brenda con tono aniñado, casi convencía a Peter.
—He sido demasiado caballeroso dándote toda mi comida el día de hoy —se quejó el muchacho—. Si sigues comiendo así engordarás y no te verás linda con esa estatura… —ante la mirada de odio que le lanzó la pequeña castaña decidió callarse y como disculpa le ofreció el último trozo del emparedado.
—Olvídalo —dijo la muchacha—, tus sucias manos ya lo han tocado y probablemente hasta le pusiste veneno o qué se yo. Ni siquiera se lo daría a Whisky.
—No te metas con mi perrito —dijo Lali prestándoles atención.
—Claro, haces el sordo cuando me quejo de tu novio, pero cuando hablo de tu mascota eres
la primera en escuchar —intentó cruzarse de brazos pero la cámara que colgaba de su cuello se lo impidió. Su hermana mayor le sonrió y arrugó la nariz.
Peter terminó el trozo de emparedado mientras observaba a las dos hermanas reír por algo que él no comprendió.
Brenda se marchó primero dejando a los dos enamorados solos o eso les hizo creer. Cuando los dos se besaron ella desde alguna parte del parque les tomó fotografías, satisfecha se marchó, después de todo sí había logrado hacer mejores fotos que Pitt. Un par de horas más tarde ya estaban en internet y con la reciente noticia valían mucho más…
—¿Qué te parece si jugamos a casarnos? —preguntó Pitt caminando detrás de ella.
Lali se detuvo en seco y volteó hacia él.
Sus manos estaban entrelazadas así que él tuvo que detenerse rápidamente antes de chocar con ella.
—¿Jugar? —preguntó sonriendo.
—Sí, ya sabes, como el juego de la casita —ante el rostro de incomprensión de Lali él le empezó a explicar—. Es decir que vayas a vivir conmigo, así podemos prepararnos para un posible futuro.
—Va enserio ¿eh? —bajó su vista para ver como su perro movía la cola esperando que ellos avanzaran junto a él—. Sí el viene conmigo podría considerarlo.
—Claro que viene, es parte de la familia.
—¿Cuándo? —preguntó entusiasmada. Su mano había empezado a temblar así que soltó la mano de su novio—. ¿Cuándo Jugaríamos a casarnos?
—Hoy mismo, ¿Por qué no?
—Sí, ¿Por qué no?
Cuando Lali les platicó a sus padres el repentino plan que había formado con Peter ellos tardaron en darle una respuesta, la amaban y también a Peter, pero llevaban apenas un par de meses como novios oficiales, además que sería su segundo hijo en salir de casa, primero Pablo y ahora Mariana, tenían mucho en que pensar pero desde luego esa era decisión de su hija, si ella así lo quería entonces con lágrimas en los ojos la verían marchar y le desearían lo mejor.
Lali salió de su clase para encontrar a su novio rodeado de una multitud de chicas, era lo común, no había día en que Pitt no fuese acosado por las demás estudiantes de la facultad y otras que ni siquiera iban en la facultad. Al principio le había molestado pero ahora ya no le importaba más, después de todo llevaba casi tres meses repitiéndose la misma escena, incluso la muchacha ya se sabía de memoria los diálogos de las fans de su novio.
—Considera salir conmigo algún día, guapo —dijo una rubia que parecía estar hecha de maquillaje.
—Zorra —Lali no pudo evitar decirlo en voz baja, ella misma se sorprendió.
Caminó hasta acercarse a la multitud de chicas y escarbó entre ellas hasta llegar junto a Peter.
—Ya, suficiente por hoy —agitó su mano para apartarlas—. Mañana a la misma hora estará aquí así que déjenlo en paz.
Esa actitud con la que llegó Lali podía haber hecho enfurecer a todas las chicas pero había dos razones por las que sólo reían como si fuera la mejor broma del mundo: la primera era que sí hacían algo malo en contra de ella Pitt jamás les volvería a dirigir la mirada, la segunda era que ese día era el cumpleaños de Lali.
Algunas de ellas felicitaron a Mariana porque así lo quisieron y otras sólo para quedar bien, muchas de ellas tenían la esperanza de que ambos terminaran en un par de meses así que mientras más buenas aparentaran ser más posibilidades tendrían con Peter en un futuro. Ingenuas, si supiera lo que en ese momento pasaba por la cabeza del muchacho.
Peter tomó posesión de la cintura de su novia y juntos empezaron a caminar hasta salir de la multitud. Él parecía notar algo que Lali no veía, los chicos se la comían con la mirada, él no era el único que tenía fans. Desde que ella había participado en obras de teatro en el estado se había vuelto más reconocida y además que ser novia del modelo que recientemente había renunciado a su trabajo la hacía aún más famosa.
Sí, Peter había decidido renunciar a esa carrera que ya no le satisfacía como al inicio, renunció un poco antes de su cumpleaños pero aún era contactado para seguir siendo modelo en diferentes agencias, en lugar de que su fama hubiera decaído un poco había aumentado y amenazaba con seguir así durante mucho tiempo más.
Pero no le importaba, lo único que le importaba estaba a su lado con un vestido casual de color blanco y como no, tenía detalles en color amarillo.
—Tus padres me pidieron que te distrajera hasta la noche para que no llegues a la fiesta antes de tiempo —dijo Pitt sonriente mientras seguían su camino hasta el auto.
Lali levantó una ceja y lo volteó a ver.
—Se supone que debes distraerme sin que yo me dé cuenta para que eso sea una sorpresa ¿no? —el rostro de Peter lució sorprendido.
—¿Fingirás sorpresa?
—Claro —le guiñó un ojo.
—Bien. Además la sorpresa que te tengo nos tomará casi toda la tarde —el muchacho empezó a apresurar más su paso—, tenemos que correr.
Lali lo siguió entusiasmada.
—¿Otra sorpresa más? —la sonrisa en su rostro se agrandaba conforme se acercaban al auto amarillo.
—Una mucho más grande que llevarte el desayuno a la cama.
—Para mí eso es suficiente.
Levantó la mirada del libro que estaba leyendo para ver que habían pasado de largo justo por la avenida en donde Peter debió haber girado, Jeanne sabía que algo estaba fuera de control ya que esa carretera conducía a otro estado.
—¿Creo que te pasaste de largo? —dijo finalmente al ver que estaban demasiado lejos.
Su novio sólo negó con la cabeza sin despegar su vista de la carretera.
—¿Es parte de esa sorpresa? —le preguntó y lo vio asentir—. ¿Y requiere que vayamos a otro estado? —le asintió de nuevo—. ¿Por qué?
—Digamos que allá hay algo que no puedo traer tan fácilmente —le contestó sin añadir ni una pista de lo que tenía planeado.
—Pero…

—Tranquila, mi amor, está todo calculado.

Sigue...

ÚLTIMOS CAPÍTULOS!!!! 
Hasta mañana!

Besos
Lunis♥

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