"Entre lineas" capitulo 19

Poli

Simón Arrechavaleta, un amigo de Los Ángeles. Y cantante de una banda, está en Austin para un concierto mañana por la noche. Estoy exhausto después de un día de filmación de doce horas, pero no tengo ninguna escena mañana, así que le dije a Sai que podríamos salir esta noche. Lo recogí en el aeropuerto en la limosina y Bob insistió en seguirnos. El hombre se toma muy en serio sus deberes de guardaespaldas.

Mientras esperamos afuera de la puerta de llegada, Bob y yo estamos jugando Call of Duty 8. He estado acostumbrado a jugar con Agus y Vico, así que no pensé nada cuando le dispare en la cabeza a Bob después de vencer a los enemigos. Lo hacíamos todo el tiempo. Bob, sin embargo, es un desconocido. Su boca se abrió y únicamente me miró. —¿Por qué diablos hiciste eso, hombre?

—Lo siento, Bob. No pensé que te molestaría.

—Somos compañeros. Pateamos traseros juntos, y me disparaste. Eso está mal, hombre. Solo está muy mal—Negó con su cabeza, abatido. Jesús. Nota mental: no jugar Call of Duty con Bob.

Simón salió entonces, su cabello emo punk caía sobre sus ojos, bandas de cuero envolvían sus muñecas, vestía una camisa entallada, pantalones ajustados de los tobillos. Él siempre vestía así, recibía críticas de sus hermanos mayores y hasta de sus padres, cuando de repente, él es una estrella de rock.

Su mochila cuelga de uno de sus hombros, junto con el estuche de su guitarra. Apreté un botón para bajar la ventana polarizada, llamándolo por su nombre mientras él estaba mirando alrededor. Me vio y sonrió, se acercó mientras el chofer salió para tomar sus cosas. La gente estiraba sus cuellos para verlo unos momentos.

Es poco probable que sea reconocido por mucha gente en esta etapa, pero será mundialmente famoso y pronto. Rolling Stone le hizo una entrevista y difundió fotos con su banda hace una semana o algo más. Además de su tono de piel pálida medio Irlandés, medio Coreano, su pelo negro es como el 8. Famoso videojuego de soldados con cierta misión a lograr en cada nivel. carbón y tiene unos penetrantes ojos verdes —El chico tiene un gran talento vocal.

—Hola, hombre. Qué lindo auto —Evalúa la limosina mientras abre la puerta y entra, apartándose el cabello de los ojos.

—Es mejor acostumbrarse.

—Sí, ya veremos —Ve a Bob, inmediatamente alarga su mano—. Hola, soy Simón. Bob le da la mano con un movimiento aplastante, lo sé por experiencia y ladra: —Bob. Sai ni se inmuto.

—Excelente. ¿Qué vamos hacer, hombre? Estoy totalmente agotado, pero necesito una ducha. Ese vuelo fue una friega. El aire acondicionado no estaba funcionando o algo así. Era como el infierno en el cielo —Se detuvo, saco una libre y garabateo algo en la parte de atrás.

Apuesto que es la letra para una canción.

Verifiqué la hora en mi teléfono. Era un poco pasado de las ocho. — ¿Te podemos dejar en tu hotel y regresar como a las diez?

—Brillante.

Cuando Bob y yo regresamos al hotel, Bob dijo que el auto estaría listo a las 9:40. Salió pesadamente del ascensor, menos efusivo que lo habitual y doblo a la izquierda hacia su cuarto. Probablemente debería disculparte por matar a su chico de Call of Duty. Sacudí mi cabeza, doble a la derecha para ir por el pasillo hasta mi cuarto y vi justo a tiempo a Pedro yendo hacia la habitación de Paula. Ellos están tan enganchados.

El cuarto de Lali está a unos pocos metros que el de Paula y ya que sé donde está Pedro—y por lo tanto sé donde no está —pienso invitarla a salir conmigo y Sai. Pero ella tuvo un día más agotador que el mío, más escenas, lo que equivale a más retoques de maquillaje por la iluminación, el calor, y la secuencia de las escenas. Además, tiene que filmar mañana y necesitaría regresar temprano.

Soy un tipo paciente. Bueno, eso es una mentira... pero puedo ser paciente por una buena razón. El concierto de mañana en la noche será perfecto para probar la química que hay entre Lali y yo fuera de pantalla.

Ya había planeado invitar a todo el grupo. Paula es una gran conocedora de música, sobre todo con la poco conocida, como bandas que están volviéndose más populares. Ella definitivamente estaría allí y no tengo ninguna duda que acapara toda la atención de Pedro, dejándome a Lali para mí.

Lali

Después de un día de filmación, estaba tan cansada cómo para pensar con claridad, sólo quise cambiarme de pantalones y una blusa, decidí ordenar un bol con frutas al servicio de habitación, tomar unos cuantos bocados y después colapsar. Gracias a Dios, mis padres decidieron entretenerse ellos mismos esta noche.

Podía haber jurado que Peter iba a besarme esta mañana, y quería besarlo también, pero en vez de eso, él se aparto. Corriendo, más bien. ¿Es por Paula? Y entonces, cuando regrese al set Pablo estaba atento y coqueteó conmigo todo el día, pero no estoy segura que él quiera más que una aventura. No creo que eso sea lo que yo quiero.

Me quedé dormida demasiado pronto, los pensamientos sobre Poli y Pitt giraban en mi cabeza, y desperté a las 10 p.m. para ver imágenes basura de un vídeo de Nirvana en la TV—Come As You Are. He estado durmiendo durante dos horas y ahora no voy a poder volver a dormir durante un buen rato, por lo menos. Me entretuve alrededor de la habitación, inquieta, tomé algo de maní del mini bar, me lavé los dientes, vi algunos videos, hice algunos abdominales.

Por último, tomé mi llave de la habitación, abrí la puerta y di un vistazo hacia el pasillo. Nadie está fuera. Camine hacia la puerta de Peter y golpeé suavemente, espere veinte o treinta segundos y volví a golpear, un poco más fuerte. Nada. Mientras me disponía a regresar a mi habitación, escuche abrirse una puerta más abajo del pasillo. Mire hacia atrás y vi a Peter, saliendo de la habitación de Paula. Diablos. Corrí prácticamente hacia mí habitación, deslicé la tarjeta en la cerradura y por primera vez inmediatamente parpadeó en verde y entre, cerrando la puerta detrás de mí.

Maldita sea. Maldita sea. Maldita sea.

Un minuto más tarde, Peter tocó a mi puerta, sé que es él sin mirar. Mastiqué la uña de mi pulgar, pensando. Casi me besa esta mañana y acababa de salir de la habitación de Paula. Pero somos amigos, y realmente no ocurrió nada esta mañana, y es una tontería que me niegue a hablar con él porque estuvo en su habitación.

Respiré profundamente y abrí la puerta, empleando todas las habilidades de actuación que poseo para poner una expresión suave en mi cara. Sus brazos estaban apoyados a ambos lados del marco de la puerta, su cuerpo llenaba el espacio. Soy consciente de que es sexy: sus pies descalzos, sus jeans y una camiseta blanca.

—Hola —Sus ojos me analizan—. ¿Necesitabas algo? Creo... creo que tocaste mi puerta hace un momento...

—Oh, no. Quiero decir, no, realmente no necesito nada y sí, toqué tu puerta, pero está bien. Estoy aburrida. Me quedé dormida por un rato y ahora estoy despierta y un poco cableada...—Cállate, Lali—. Y... eh... eso es todo.

—Aburrida, ¿Eh? ¿Qué tienes en mente?

Traté de alejar todas las palabras que querían salir, sobre todo ven a terminar lo que comenzaste esta mañana.

—No sé. Estaba pensando si aún seguías despierto...

—Bueno, tenías razón —Él sonrió, levantó un poco sus manos, y su camisa se elevo, y pude ver una pequeña porción de piel—. Entonces, ¿Puedo entrar?

—Oh —Di unos pasos atrás—. Por supuesto. Lo siento. Caray. Creo que sigo un poco confundida de la siesta.

Caminó junto a mí y se sentó en una de las silla mientras que yo fui a la cama, crucé mis piernas por debajo —¿Quieres ver algo?—me preguntó, inclinando la cabeza hacia el televisor—. O... Podría interrogarte, descubrir todos tus secretos.

Mi cama está deshecha, las sabanas y almohadas están arrugadas, la única luz en la sala proviene de una pequeña lámpara y las imágenes intermitentes de MTV. De toda una vida de ajustes de escenas, sé que esta posición es la definición de intimidad. —Ya sabes más de lo que un montón de personas saben sobre mí—dije—. Soy bastante aburrida.

—Mmm, pienso que eso no es cierto. Ni siquiera se las cosas básicas. Cómo, ¿Cuántos años tienes?—se inclinó hacia adelante en la silla, con los codos sobre sus rodillas.

—Bueno, eso es ciertamente un tema estimulante. Tengo diecisiete años, dejare de tenerlos en dos meses y… —Cuento en mi cabeza—. ...tres semanas.

—Por lo tanto, cumplirás dieciocho años en menos de tres meses.

—Sí... ¿Es tan sorprendente?

—Bueno, te ves como si tuvieras menos que eso, pero pareces mayor, más madura. No es de extrañar, no estaba seguro.

—Entonces, ¿Cuántos años tienes tú? ¿Veinte?

—Sí, desde junio. ¿Cómo lo sabes?

No le iba a decir que lo acechaba por Internet. —Bueno, pareces más joven que eso, muy inmaduro, de hecho, pero te ves mayor...— Reí por la expresión de asombro en su rostro y luego él gruñó, y se levantó de la silla.

Retrocedí atrás en la cama, sacudí mi cabeza sin dejar de reír—. Noooo...

—Así que me veo como un viejo inmaduro, ¿Eso es lo que estás diciendo?—Las esquinas de su boca se curvaron mientras una rodilla se subía sobre la cama, siguiéndome.

—Absolutamente decrepito —Llevó mis manos sobre mi cara tratando de cubrirme. Estoy casi al otro lado de la cama cuando él me agarra ambas manos con una sola suya, poniendo su brazo libre alrededor de mi cintura y tirándome hacia él. En dos segundos, estoy de espaldas y él está de rodillas a mi lado.

Trató de liberar mis manos, pero es inútil. Sus ojos son muy negros por la poca luz de la habitación. —¿Te rindes?

Mi corazón late con fuerza y siento un hormigueo de la cabeza a los pies. —¿A que me rindo?—susurró, mi pecho sube y baja, mis ojos fijos en él.

Su mirada no vacila. —Un beso.

Las imágenes pasan rápidamente a través de mi mente: su sincera preocupación cuando le dije sobre la muerte de mi madre. La sensación de sus manos tocando mi rostro. La sacudida de dolor al verlo salir de la habitación de Paula hace unos minutos. Nada de eso importa, o tiene sentido, y quiero preocuparme sobre eso, pero no puedo encontrar el valor para resistirme —no sólo a él, sino a mi propio deseo o curiosidad, o algo así.

No me importa lo que pase. Quiero ese beso.

Suelta su agarre, comienza a retroceder porque yo no he respondido.

—Sí —contestó y él se congela.

—¿Sí?

—Sí.

Él arrastró su dedo hacia un costado de mi cara, desde la sien hacia mi cuello, trazando un camino, después pasó del cuello a la cintura. Su mano derecha se mueve palma contra mi palma izquierda, entrelazando nuestros dedos cuando baja su cabeza y luego su boca se mueve sobre la mía, con suavidad, con cuidado. Apreté su mano con la mía y me acerqué más a él, agarrando su camisa con mi mano libre y profundizando el beso, él se coloca sobre mí, con una rodilla enredada con mi muslo. La mano en mi cintura baja sobre mi cadera, moviéndose por encima de mi pierna hasta la zona sensible detrás de mi rodilla. Su mano está caliente sobre mi piel mientras nos enredamos en el centro de la cama, su brazo me rodea. Su lengua traza mis labios suavemente, apartándose de ellos, adentrándose. Doy un gemido, abriendo la boca y presionándome lo más cerca que pueda.

Demasiado pronto, se retira, los dos jadeamos, respirando como si hubiéramos estado bajo el agua. Él pasa sus dedos a través de mi pelo, empujando un mechón detrás de mí oreja y cierro mis ojos mientras acuna mi cabeza en su mano, la yema de su dedo pulgar acarició mi mejilla y mandíbula. Nuestros latidos cardíacos vuelven a la normalidad mientras estamos tendidos allí, casi sin movernos, durante varios minutos.

—Será mejor que me vaya —su voz es baja y áspera, llena de lo que no dice.

Abrí los ojos para mirarlo, con ganas de protestar, pero no vienen palabras coherentes. Sus ojos son tan oscuros que no hay color en absoluto en ellos, sólo cautelosas profundidades, llenó de pensamientos y motivaciones que no puedo descifrar.

—Te veré mañana —dice, desenredándose de mis piernas y manos. Se inclinó sobre mí, besándome la frente, se dio la vuelta y salió de la habitación sin mirar atrás. Me quedé inmóvil, excepto por la entrada y salida de mi respiración, el latido de mi corazón, el pulso en mis venas.

Casi convencida de que he soñado todo el interludio, me quedó dormida y sueño el beso. Una y otra vez.

Peeeeeeeeerdon la tardanza!!

Bueno como me estuvieron pidiendo, el domingo va a haber maratón. No por firmas, pero me gustaria que haya. Me encanta leerlas ♥

Besos 

Lunis♥