lunes, 5 de mayo de 2014

"Entre lineas" Capitulo 8

Poli.
Vi a Lali en el momento en el que llegue al set, la observé mientras ella miraba alrededor —buscándome a mí, creo. Cuándo nuestras miradas se conectaron ella sonrió tímidamente. Le devolví la sonrisa y luego volví mi atención a Agus, quién está haciendo un comentario sobre la decepción y la falta de botas y sombreros vaqueros que ha visto desde que llegó a Austin.
Entiendo ahora todo lo que dicen sobre que Austin es extraño y lo de que es una ciudad artística libre en pensamiento, pero uno pensaría que al menos vería un hombre al estilo Malboro para darle al sitio el auténtico sentimiento de Texas. —Él dejó escapar un suspiro y sacudió su cabeza, su cabello se levantó y cayó junto donde estaba.
Ocasionalmente alguien en el medio o el público ve mi rubio cabello y ojos azules y me etiquetan como: vive en California y es surfista. De pie al lado de Agus, yo podría ser de Canadá. Su cabello rubio platinado está peinado recto como una navaja de afeitar, tiene dos opciones: caer hacia abajo por su cara, como está ahora, o en púas hacia arriba. Eso, combinado con sus ojos azules, un perpetúo bronceado y su propensión a decir cosas como amigo me sacaba de mis límites.
Has notado que Secreto en la montaña fue filmado en Wyoming y no Texas, ¿no? —Me miró a través de su flequillo antes de ponerlo en su sitio.
¿Y tú punto es? Tal vez deberías buscar tu hombre Malboro personal allá afuera.
Desafortunadamente estamos grabando sólo a unas 1000 millas al sur de Wyoming ahora mismo. —replicó él.
¿Cómo sabes eso? —pregunté. Agustín tenía un banco de memoria lleno de curiosidades, que aparentemente incluían un innato conocimiento de la geografía norteamericana.
Ese no es el punto —Fingió exasperación, y me reí—. El punto es ¿Dónde demonios están los vaqueros?
¿Dallas?
Ja, ja, ja —dice inexpresivamente.
Es ahí cuando noté que Paula estaba entrando al set. No la había visto en persona al menos en años. Es más hermosa de lo que era incluso a los 16. Asombrosamente más que para esa época. Una mórbida curiosidad se asentó en mí sobre cómo procederá esto. Le estaba hablando a Eugenia Suarez cuándo me ve. Mi papel en Instituto Prejuicio ha sido bien publicitado —No puede ser una sorpresa que yo esté aquí. Aun así, ella parece desconcertada. La miré fijamente sonriendo ligeramente. No quiero que sepa que su rostro todavía tiene el poder de quitarme el aliento. Sus ojos se entrecerraron por unos segundos, y después su cara se vuelve pasiva.
Nunca vacila en su conversación, se gira y no me mira más. Tendremos que interactuar en algún punto. Su personaje es la hermana del personaje de mi mejor amigo. Tenemos escenas juntos, hablando partes con el otro. Además, en un grupo así de pequeño, habrá interacciones sociales entre todos nosotros. Sí estamos deseando la muerte del otro, incluso silenciosamente, no pasará desapercibido.
Cuándo camine a la mesa de servicio de banquetes durante el receso del almuerzo, terminé justo detrás de Lali y Emilia. Examinando la cantidad de sándwiches, fruta, galletas y bebidas, Emi tocó suavemente el hombro de Mariana, diciendo: —No te quedes dormida estando parada. Eso no terminaría bien.
¿Eh? —parpadeó Lali, con la taza humeante en la mano, y bostezó—. Mataría por una taza doble de Latte. Esté café es horrible, pero necesito la cafeína.
Emilia seleccionó un sándwich de pavo y una botella de té helado de frambuesa. —El cambio de horario puede darte dolor de cabeza. ¿Por qué no le pides a una de las asistentes de set que vaya al café más cercano y te compre un Latté?
¿Puedo hacer eso? Es decir, eso sería algo que un arrogante pediría. Wow, ella tiene mucho que aprender sobre ser una estrella.
Emi rio.
No, loca, ellos no quieren a las estrellas dejando el set para obtener la droga de su elección.
¿Qué es tan gracioso? —Pregunté, parándome entre ellas, agarrando un sándwich de arriba de la pirámide y dándole un mordisco.
Atún. No es mi favorito, pero Olaf, mi entrenador, aprobaría el contenido de proteína.
Emilia levantó una ceja en mi dirección.
Tú eres gracioso. ¿No tienen ustedes una escena de beso en unos minutos? Entonces vas y te comes un sándwich de atún, sin importarte nada la pobre Lali.
Paré de masticar.
Mierda. Lo olvidé. —Quería patearme a mí mismo… Me olvide de que estamos a punto de besarnos no es lo cosa más halagadora de decir.
Um, está bien. —Lali tomó la porción más pequeña de sándwich de atún y lo puso en su plato—. Comeré un mordisco, y así realmente no me daré cuenta de ti, uh, habiéndote comido uno. —Lo mordisqueó, haciendo una mueca casi imperceptible—. ¿Ves? Problema resuelto.
Acaba de comerse algo que odia sólo para hacerme sentir mejor. Este es un buen augurio en múltiples niveles.
Así que, ¿Los dos comiéndolo contrarrestaran el efecto? Inteligente. Estaba a punto de encontrar una maceta para escupirlo.
Ella rio, gracias a Dios. —Nop.
Sí.
Emilia sacudió su cabeza como si los dos estuviéramos desequilibrados.
Así que, algunos de nosotros iremos a rolar por la cuidad está noche. ¿Te unes? —La invité como parte del grupo, en vez de revelar que la quería para mí. Tomé otro sándwich y Emi me dio una mirada horrorizada.
Pablo Martínez, ¿Qué pensarían tus legiones de fieles seguidoras sí les dijera que comiste olorosos sándwiches de atún sin parar?
Mi entrenador dice que necesito comer, ¿No puede un chico comer algunas proteínas sin buscar la aprobación de todo el mundo? ¡¡¡Dios!!! —
Sonriendo, agarré un tercer sándwich y empecé a alejarme, me di la vuelta sin dejar de caminar y apunté a Lali. Como una ocurrencia tardía dije—: Así que, ¿Nos vemos esta noche?
Sí claro, suena genial.
Asombroso. Te veo en unos minutos.

Lali.
Estamos grabando la escena de la audición.
Cuando Pablo me jala entre sus brazos y pone su boca en la mía, él sabe a menta. No hay rastro de atún por ninguna parte, lo que significa que ambos cepillamos nuestros dientes desde nuestra conversación en la mesa del servicio de banquetes. (También use hilo dental e hice
gárgaras. Dos veces) Nadie excepto yo sabría o le importaría si él sabe a pescado o a dulce cuando nos besamos; su fresco aliento mentolado es sólo para mí. Este conocimiento envía una tonta chispa de euforia a través de mí.
Y después Ritcher me devuelve a la tierra.
¡Corten! Perfecto. Desafortunadamente, tenemos que grabarla de nuevo.
Desafortunadamente no sería la palabra que yo usaría para regrabaruna toma requerida. Miró a su alrededor, buscando a alguien.
Scott, la iluminación es mucha para el ambiente. Es el corredor de una escuela secundaria por el amor de Dios, tiene que ser brillante.
Le di una mirada a Pablo mientras él estaba a mi lado, los extremos de su cabello estaba peinados para sacar el mejor provecho a su cabello rubio natural. Sus ojos están cerrados mientras nuestra chica de peinado, todo el 1.50 de ella, lo rodeaba en círculos, tiraba y esparcía fijador en su pelo.
Alguien empolvó mi frente y refresco mi color de labios. Antes de que tuviera la decencia de mirar a otro lado, sus ojos se abren y él está mirándome fijamente de vuelta. Entonces sonríe y mi boca se seca. Lamí mis labios ligeramente y su penetrante mirada se fijo en mi boca.
Cuándo su mirada se desplaza de nuevo hacia la mía, su sonrisa es sinuosa y espectacular al mismo tiempo.
Oh sí, estoy en problemas.
Tenemos una escena para grabar en el exterior esta tarde. Euge y yo ensayamos las líneas mientras nos acercamos a la salida, hasta que oímos gritos desde el otro lado de la calle del estacionamiento.
Paula y Ángela  vinieron detrás de nosotras y todas echamos un vistazo.
Án suspiró. —Parece que la grabación por la tarde está a punto de ser cancelada.
Creo que cada chica sin cerebro en Texas entre los 12 y los 20 está al otro lado de ese estacionamiento. —dice Paula.
—¿Más yo amo a Pablo Martínez fans? —pregunté innecesariamente, y ella asintió. Estoy aliviada de ver a nuestros guardaespaldas del elenco y dos oficiales de policía locales en nuestro lado como una barrera de protección. Eugenia y yo salimos cuidadosamente mientras Ángela y Paula siguieron adelante, despreocupadamente.
No se preocupen, sí alguna de ellas pasa sobre la barrera, nos ignoraran hasta llegar a Pablo —Ángela nos dice a Eugenia y a mí—. Tal vez a Victorio, pero él no debería contener el aliento.
—¿Él quiere eso? —Euge apuntó a la gritona audiencia.
Los chicos siempre lo quieren —respondió Paula—. Ellos asumen que toda chica en el planeta piensa que son los más sensuales y que follaran cada vez que quieran. Lo cuál es, por la gran mayoría, cierto.
Penetrantes gritos pidiendo a Pablo sonaron al otro lado del estacionamiento.
Dios, ¿Cómo haremos alguna grabación hoy? —Murmuró Eugenia.
Depende de lo que Paula haga al respecto —An se encogió de hombros—. Las fans no son intrínsecamente malas, y no quieren arruinar la película. Sólo son un poco irracionales.
La película nominada al Oscar de Ángela  presenció un par de calientes treintonas, y la experiencia le dejó una percepción impertérrita de las fans de las celebridades. Sospecho que necesita esa indiferencia. Su oscuro cabello, grandes ojos verdes y labios llenos inspiraron a un fotógrafo de Vogue a copiar su rostro en una obra de arte la pasada primavera, y la portada mostrando a Paula sensualmente a los 18 debería haberle ganado muchos admiradores. (Otra razón por la que estoy contenta de no tener un cuerpo lleno de curvas)
La salida de Pablo por los edificios causó caos como nada que haya visto, con la posible excepción de un mal lanzamiento durante un juego al que mi padre y yo fuimos al estadio Yankie años atrás. Él levantó la cabeza con timidez antes de levantar una mano en dirección a la conmoción, lo que sólo aumentó el clamor.
Eventualmente, las fans fueron persuadidas de calmarse con la de un acercamiento por parte de Pablo para fotos y autógrafos y habríamos terminado. Él es excepcionalmente dedicado o sólo arriesgado; nada me convencerá a aventurarme cerca de esa locura. La multitud se
mantuvo callada todo el tiempo que Richter se giró hacia ellas y mantuvo sus
manos en el aire, justo antes de que gritaran otra vez.
Nos vemos después. —Eso causó que ellas enloquecieran de nuevo.
Para el momento en que la luz es demasiado débil para grabar afuera, fans han esperado por horas.
Ven conmigo. —dice Pablo, sonriendo y ofreciendo su mano hacia mí.
En… —escaneé a la multitud, recordando mi previa intención de nunca acercarme a eso.
Vamos, ellas quieren conocer a Elizabeth Bennet. —Su voz es cálida, persuasiva. Tomé una respiración profunda y alcancé su mano en contra de todas mis inclinaciones naturales.
Bueno, tal vez no todas mis inclinaciones naturales.

*Yo: Pablo me arrastró para conocer a sus rabiosas fans una vez acabamos.
Can: Oh, por Dios, ¿Habrán fotos en internet?
Yo: Ja, estoy segura. Saldré con todos esta noche. A un bar creo. No estoy segura de que pueda entrar.
Can: Ahora eres una celebridad, te dejarán entrar a todas partes.
Yo: No lo sé.
Can: Sí te besas con Pablo toma fotos con tu teléfono Y MÁNDAMELAS.
Yo: CANDELA sabes que yo no besó y envió mensajes.
Can: Oh, está bien, olvida a las pequeñas personas ahora que eres una gran estrella.
Yo: Can, sabes que nunca serás una pequeña persona para mí.

Can: También te extraño.*

Besos
Lunis♥

6 comentarios: