Poli.
Vi a Lali en el momento en el que llegue
al set, la observé mientras ella miraba alrededor —buscándome a mí, creo. Cuándo
nuestras miradas se conectaron ella sonrió tímidamente. Le devolví la sonrisa y
luego volví mi atención a Agus, quién está haciendo un comentario sobre la
decepción y la falta de botas y sombreros vaqueros que ha visto desde que llegó
a Austin.
—Entiendo ahora
todo lo que dicen sobre que Austin es extraño y lo de que es una ciudad
artística libre en pensamiento, pero uno pensaría que al menos vería un hombre
al estilo Malboro para darle al sitio el auténtico sentimiento de Texas. —Él
dejó escapar un suspiro y sacudió su cabeza, su cabello se levantó y cayó junto
donde estaba.
Ocasionalmente alguien en el medio o el
público ve mi rubio cabello y ojos azules y me etiquetan como: vive en
California y es surfista. De pie al lado de Agus, yo podría ser de Canadá. Su
cabello rubio platinado está peinado recto como una navaja de afeitar, tiene
dos opciones: caer hacia abajo por su cara, como está ahora, o en púas hacia
arriba. Eso, combinado con sus ojos azules, un perpetúo bronceado y su
propensión a decir cosas como amigo me sacaba de mis límites.
—Has notado que
Secreto en la montaña fue filmado en Wyoming y no Texas, ¿no? —Me miró a través
de su flequillo antes de ponerlo en su sitio.
— ¿Y tú punto
es? Tal vez deberías buscar tu hombre Malboro personal allá afuera.
—Desafortunadamente
estamos grabando sólo a unas 1000 millas al sur de Wyoming ahora mismo.
—replicó él.
— ¿Cómo sabes
eso? —pregunté. Agustín tenía un banco de memoria lleno de curiosidades, que
aparentemente incluían un innato conocimiento de la geografía norteamericana.
—Ese no es el
punto —Fingió exasperación, y me reí—. El punto es ¿Dónde
demonios están los vaqueros?
— ¿Dallas?
—Ja, ja, ja
—dice inexpresivamente.
Es ahí cuando noté que Paula estaba entrando
al set. No la había visto en persona al menos en años. Es más hermosa de lo que
era incluso a los 16. Asombrosamente más que para esa época. Una mórbida
curiosidad se asentó en mí sobre cómo procederá esto. Le estaba hablando a Eugenia
Suarez cuándo me ve. Mi papel en Instituto Prejuicio ha sido bien publicitado
—No puede ser una sorpresa que yo esté aquí. Aun así, ella parece
desconcertada. La miré fijamente sonriendo ligeramente. No quiero que sepa que
su rostro todavía tiene el poder de quitarme el aliento. Sus ojos se
entrecerraron por unos segundos, y después su cara se vuelve pasiva.
Nunca vacila en su conversación, se gira
y no me mira más. Tendremos que interactuar en algún punto. Su personaje es la
hermana del personaje de mi mejor amigo. Tenemos escenas juntos, hablando
partes con el otro. Además, en un grupo así de pequeño, habrá interacciones sociales
entre todos nosotros. Sí estamos deseando la muerte del otro, incluso silenciosamente,
no pasará desapercibido.
Cuándo camine a la mesa de servicio de
banquetes durante el receso del almuerzo, terminé justo detrás de Lali y
Emilia. Examinando la cantidad de sándwiches, fruta, galletas y bebidas, Emi
tocó suavemente el hombro de Mariana, diciendo: —No te quedes dormida estando
parada. Eso no terminaría bien.
— ¿Eh? —parpadeó
Lali, con la taza humeante en la mano, y bostezó—. Mataría por una taza doble
de Latte. Esté café es horrible, pero necesito la cafeína.
Emilia seleccionó un sándwich de pavo y
una botella de té helado de frambuesa. —El cambio de horario puede darte dolor
de cabeza. ¿Por qué no le pides a una de las asistentes de set que vaya al café
más cercano y te compre un Latté?
— ¿Puedo hacer
eso? Es decir, eso sería algo que un arrogante pediría. Wow, ella tiene mucho
que aprender sobre ser una estrella.
Emi rio.
—No, loca, ellos
no quieren a las estrellas dejando el set para obtener la droga de su elección.
— ¿Qué es tan
gracioso? —Pregunté, parándome entre ellas, agarrando un sándwich de arriba de
la pirámide y dándole un mordisco.
Atún. No es mi favorito, pero Olaf, mi
entrenador, aprobaría el contenido de proteína.
Emilia levantó una ceja en mi dirección.
—Tú eres
gracioso. ¿No tienen ustedes una escena de beso en unos minutos? Entonces vas y
te comes un sándwich de atún, sin importarte nada la pobre Lali.
Paré de masticar.
—Mierda. Lo
olvidé. —Quería patearme a mí mismo… Me olvide de que estamos a punto de
besarnos no es lo cosa más halagadora de decir.
—Um, está bien.
—Lali tomó la porción más pequeña de sándwich de atún y lo puso en su plato—.
Comeré un mordisco, y así realmente no me daré cuenta de ti, uh, habiéndote
comido uno. —Lo mordisqueó, haciendo una mueca casi imperceptible—. ¿Ves?
Problema resuelto.
Acaba de comerse algo que odia sólo para
hacerme sentir mejor. Este es un buen augurio en múltiples niveles.
—Así que, ¿Los
dos comiéndolo contrarrestaran el efecto? Inteligente. Estaba a punto de
encontrar una maceta para escupirlo.
Ella rio, gracias a Dios. —Nop.
—Sí.
Emilia sacudió su cabeza como si los dos
estuviéramos desequilibrados.
—Así que,
algunos de nosotros iremos a rolar por la cuidad está noche. ¿Te
unes? —La invité como parte del grupo, en vez de revelar que la quería para mí.
Tomé otro sándwich y Emi me dio una mirada horrorizada.
—Pablo Martínez,
¿Qué pensarían tus legiones de fieles seguidoras sí les dijera que comiste
olorosos sándwiches de atún sin parar?
—Mi entrenador
dice que necesito comer, ¿No puede un chico comer algunas proteínas sin buscar
la aprobación de todo el mundo? ¡¡¡Dios!!! —
Sonriendo, agarré un tercer sándwich y
empecé a alejarme, me di la vuelta sin dejar de caminar y apunté a Lali. Como
una ocurrencia tardía dije—: Así que, ¿Nos vemos esta noche?
—Sí claro, suena
genial.
—Asombroso. Te
veo en unos minutos.
Lali.
Estamos grabando la escena de la
audición.
Cuando Pablo me jala entre sus brazos y
pone su boca en la mía, él sabe a menta. No hay rastro de atún por ninguna
parte, lo que significa que ambos cepillamos nuestros dientes desde nuestra
conversación en la mesa del servicio de banquetes. (También use hilo dental e
hice
gárgaras. Dos veces) Nadie excepto yo
sabría o le importaría si él sabe a pescado o a dulce cuando nos besamos; su fresco
aliento mentolado es sólo para mí. Este conocimiento envía una tonta chispa de
euforia a través de mí.
Y después Ritcher me devuelve a la
tierra.
— ¡Corten!
Perfecto. Desafortunadamente, tenemos que grabarla de nuevo.
Desafortunadamente no sería la palabra
que yo usaría para regrabaruna toma requerida. Miró a su alrededor, buscando a
alguien.
—Scott, la
iluminación es mucha para el ambiente. Es el corredor de una escuela secundaria
por el amor de Dios, tiene que ser brillante.
Le di una mirada a Pablo mientras él
estaba a mi lado, los extremos de su cabello estaba peinados para sacar el mejor
provecho a su cabello rubio natural. Sus ojos están cerrados mientras nuestra
chica de peinado, todo el 1.50 de ella, lo rodeaba en círculos, tiraba y
esparcía fijador en su pelo.
Alguien empolvó mi frente y refresco mi
color de labios. Antes de que tuviera la decencia de mirar a otro lado, sus ojos
se abren y él está mirándome fijamente de vuelta. Entonces sonríe y mi boca se
seca. Lamí mis labios ligeramente y su penetrante mirada se fijo en mi boca.
Cuándo su mirada se desplaza de nuevo
hacia la mía, su sonrisa es sinuosa y espectacular al mismo tiempo.
Oh sí, estoy en problemas.
Tenemos una escena para grabar en el exterior
esta tarde. Euge y yo ensayamos las líneas mientras nos acercamos a la salida,
hasta que oímos gritos desde el otro lado de la calle del estacionamiento.
Paula y Ángela vinieron detrás de nosotras y todas echamos un
vistazo.
Án suspiró. —Parece que la grabación por
la tarde está a punto de ser cancelada.
—Creo que cada
chica sin cerebro en Texas entre los 12 y los 20 está al otro lado de ese
estacionamiento. —dice Paula.
—¿Más yo amo a Pablo
Martínez fans? —pregunté innecesariamente, y ella asintió. Estoy aliviada de
ver a nuestros guardaespaldas del elenco y dos oficiales de policía locales en
nuestro lado como una barrera de protección. Eugenia y yo salimos
cuidadosamente mientras Ángela y Paula siguieron adelante, despreocupadamente.
—No se
preocupen, sí alguna de ellas pasa sobre la barrera, nos ignoraran hasta llegar
a Pablo —Ángela nos dice a Eugenia y a mí—. Tal vez a Victorio, pero él no
debería contener el aliento.
—¿Él quiere eso?
—Euge apuntó a la gritona audiencia.
—Los chicos siempre
lo quieren —respondió Paula—. Ellos asumen que toda chica en el planeta piensa
que son los más sensuales y que follaran cada vez que quieran. Lo cuál es, por
la gran mayoría, cierto.
Penetrantes gritos pidiendo a Pablo
sonaron al otro lado del estacionamiento.
—Dios, ¿Cómo
haremos alguna grabación hoy? —Murmuró Eugenia.
—Depende de lo
que Paula haga al respecto —An se encogió de hombros—. Las fans no son
intrínsecamente malas, y no quieren arruinar la película. Sólo son un poco
irracionales.
La película nominada al Oscar de Ángela presenció un par de calientes treintonas, y
la experiencia le dejó una percepción impertérrita de las fans de las
celebridades. Sospecho que necesita esa indiferencia. Su oscuro cabello, grandes
ojos verdes y labios llenos inspiraron a un fotógrafo de Vogue a copiar su
rostro en una obra de arte la pasada primavera, y la portada mostrando a Paula
sensualmente a los 18 debería haberle ganado muchos admiradores. (Otra razón
por la que estoy contenta de no tener un cuerpo lleno de curvas)
La salida de Pablo por los edificios
causó caos como nada que haya visto, con la posible excepción de un mal lanzamiento
durante un juego al que mi padre y yo fuimos al estadio Yankie años atrás. Él
levantó la cabeza con timidez antes de levantar una mano en dirección a la
conmoción, lo que sólo aumentó el clamor.
Eventualmente, las fans fueron persuadidas
de calmarse con la de un acercamiento por parte de Pablo para fotos y
autógrafos y habríamos terminado. Él es excepcionalmente dedicado o sólo
arriesgado; nada me convencerá a aventurarme cerca de esa locura. La multitud
se
mantuvo callada todo el tiempo que
Richter se giró hacia ellas y mantuvo sus
manos en el aire, justo antes de que
gritaran otra vez.
—Nos vemos
después. —Eso causó que ellas enloquecieran de nuevo.
Para el momento en que la luz es demasiado
débil para grabar afuera, fans han esperado por horas.
—Ven conmigo.
—dice Pablo, sonriendo y ofreciendo su mano hacia mí.
—En… —escaneé a
la multitud, recordando mi previa intención de nunca acercarme a eso.
—Vamos, ellas
quieren conocer a Elizabeth Bennet. —Su voz es cálida, persuasiva. Tomé una
respiración profunda y alcancé su mano en contra de todas mis inclinaciones
naturales.
Bueno, tal vez no todas mis
inclinaciones naturales.
*Yo:
Pablo me arrastró para conocer a sus rabiosas fans una vez acabamos.
Can:
Oh, por Dios, ¿Habrán fotos en internet?
Yo:
Ja, estoy segura. Saldré con todos esta noche. A un bar creo. No estoy segura
de que pueda entrar.
Can:
Ahora eres una celebridad, te dejarán entrar a todas partes.
Yo:
No lo sé.
Can:
Sí te besas con Pablo toma fotos con tu teléfono Y MÁNDAMELAS.
Yo:
CANDELA sabes que yo no besó y envió mensajes.
Can:
Oh, está bien, olvida a las pequeñas personas ahora que eres una gran estrella.
Yo:
Can, sabes que nunca serás una pequeña persona para mí.
Can:
También te extraño.*
Besos
Lunis♥
hermosooooooooo el capitulooooooooooooo. amo esta novelaaaaaaaaaaaaaaaa. besos
ResponderEliminarCande no desaprovecha ocasión d pedirle .Su cable a tierra,es tremenda
ResponderEliminarMás!!!
ResponderEliminarMaass
ResponderEliminarpuedes contestar plis
ResponderEliminarhttps://es.surveymonkey.com/s/SK3KRWC
Ya la conteste. Besos
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