Poli
Desperté en una habitación de hospital, y George está
sentado en el pequeño sofá.
Pasaron unos segundos mientras procesaba lo
que había pasado
ayer. Difícil, porque mi
cerebro se siente un poco
entumecido por lo que indudablemente es algún tipo de analgésico. Mi manager me ve cuando me remuevo.
―Poli. Estarás despierto
por unos pocos minutos esta vez? ―Se para al lado de la cama―. Te tienen
un poco sedado, así que no te muevas.
Miro
la intravenosa en mi brazo. ― Qué paso? ―Dios, mi garganta
se siente como si trague arena.
―Tu apéndices decidió que no le importa mucho Austin.
―Bromeas.
―Nop.
―Jesús. Se suponía que iba a filmar hoy.
Riendo
entre dientes, George
dice: ―No te preocupes,
los directores tienden a dejar que las personas se recuperen
de cirugías de emergencias. Se están
haciendo cargo, habitación privada, por supuesto,
y tú atención médica está
declarada y pagada,
así que no tienes que preocuparte por eso. Tu guardaespaldas está afuera de la
puerta, y Andrew estará aquí en un rato para hacer los mandados que tú
quieres.
Miro abajo a la bata, color menta del
hospital. ―Dile que no se moleste en venir a menos que el traiga algo más
que usar. Shorts, franelas… no voy a usar esto. ―Cojo uno de los estúpidos lazos
al lado de bata―.
Adivino que Papá no pudo hacerlo, ¿eh? Te envió como
su doble
― Qué,
no estás feliz de verme? ―George parecía despreciado.
El debería ganar un mini Oscar.
―Me quejo de la ausencia, no de
la sustitución. Por supuesto
aprecio que hayas venido. Por qué me sorprendé
que él no esté aquí, no tengo idea.
Me refiero a,
demonios, es una cirugía mayor.
No gran cosa.
―Mis ojos pesaban, ya estoy somnoliento.
George hace una mueca, y pone
una mano
en mi brazo. ―Vuelve a dormir,
recupérate. Trabajaremos en los
problemas de tu papá en otro momento.
―Ja, ja. Divertido, George. Por eso es
que me gustas.
Por
la tarde al día
siguiente, Lali entra, cargando un jarrón de lirios asiáticos. Quizás son
las drogas, pero
su cara encima
de las flores me hace imaginarla como un hada. ―Hola tú ―dice. Agus y Vico están con ella.
Puse en silencio el
reality show que estaba
sonando en el
demasiado peque o televisor atornillado a la
pared. ―Gracias Dios. Estoy aburrido.
Ella
me sonríe. ―Nos dimos
cuenta. ―Pone las flores en el tocador incorporado y Quinton me da unas
revistas de juegos.
―Amigo, te ves como el culo. ―dice Agus.
Sacudí mi cabeza, tratando de no reír porque duele.
―Tacto. Alguna vez lo has oído?
―El
tacto está sobrevalorado
―dice viendo la
televisión―. Hey, apuesto a que puedo conseguir una
consola de juegos y un par de controles para conectarlo.
―Gracias, pero creo que saldré de aquí
mañana. Si prometo ser bueno, puedo convalecer en el hotel. El doctor
dice que estaré en cama por cuatro o cinco días más, y no de buena
manera. ―Guiñé a Lali y ella se ruborizo con un pálido rosa―. Siento como si
estuviese en prisión aquí.
―El perro de guardia está en la puerta.
―Quinton se refería a Bob, quien está sentado en una silla en el pasillo,
bloqueando las intrusiones de los fans y paparazzi.
―Sí, tuvimos un incidente con un voluntario del hospital temprano. ―Yo reí y maldición, es como si alguien me
hubiese apuñalado. Presione el botón de llamada.
― Si,
Sr. Martinez? ―Joven, con un
poco de acento del
sur. La enfermera Mónica.
―Podría usar algo para el dolor, por
favor linda. ―Agustín enarco un ceja al oír mi por favor linda, y yo pretendí
que no lo vi.
―Regreso enseguida.
―
Qué tipo de voluntario? ―pregunta Lali.
―El
tipo haciendo servicio
comunitario para los créditos de la preparatoria. Al
parecer, ella tomó
algunas libertades fotográficas con mi cuerpo
sedado y con el
atuendo del hospital
estratégicamente desabrochado.
―Wow!
Era al menos sexy? ―dice Vico, y luego se voltea a ali―. Sin ofender.
Ella le guiña. ―Um, tomó
alguna?
―No
tengo idea. Estaba
drogado. Bob la dejo
entrar porque estaba vestida con el uniforme del hospital y
tenía una identificación, pero sentía que algo
estaba raro así
que chequeó, y ahí
estaba yo, siendo
violado por una stripper menor de edad vestida de caramelo.
La
enfermera Mónica viene con una
jeringa, que ella inyecta en mi intravenosa. Mechones de su
cabello broncíneo se escapan cuando gira
su nuca, y Victorio está viendola, no que lo
pueda culpar.
―Aquí
tienes, deberías sentirlo pronto.
―Ella pone sus dedos en la
piel desnuda
de mi antebrazo, parpadea cuando Agus ahoga una risa, abruptamente retirando su
mano. Aclarándose la garganta,
se endereza―. ¿Necesitas algo más?
―No,
gracias. Estoy bien.
―Ella se ruboriza y se
apresura en salir de la habitación.
― Seguro que no necesitas tu almohada
mullida o quizás una esponja de baño? ―Agus se burla.
― Así
que tu joven acosadora sexual
hizo algo antes de
que Bob interviniera? ―preguntó Vico―.
Porque eso se puede poner feo. En
una forma legal.
―Na, Bob entr , agarr su teléfono, llamo a la seguridad del
hospital, y buscó en sus mensajes. Ella no había
mandado nada aún. Lo atacó cuando él comenzó a eliminar las fotos…
― Ella
atacó a Bob? ―pregunta Lali―.
Bob es del tamaño de un tanque!
―Lo
sé, cierto? Pero si.
La sostuvo por las muecas con una mano mientras que con la otra
borraba las fotos hasta que la
policía del hospital llegó. Trágicamente, durante toda la
locura accidentalmente su teléfono fue aplastado por su
descomunal pie y la
tarjeta de memoria se ausento
sin permiso.
Lali sonríe. ―Suena como que Bob vale su
peso en oro.
―En el
caso de Bob, eso
realmente es decir algo.
―Agus está de acuerdo.
Lali
Después
que los chicos se fueran, me
quede para hacerle compañía
a Pablo el
resto de las horas de visita, como
hice anoche.
Está alerta hoy,
aunque un poco grogui por los calmantes del dolor que la enfermera le
dio; anoche estaba drogado hasta la empuñadura, dentro y fuera de la
conciencia, mayormente fuera, y estaba agradecida de traer algo para leer.
Él
está usando una franela
azul bebe y unos shorts negros hoy, mejor que la bata del hospital. ― Así que esta
ropa es autorizada por el hospital?
Se acaricia su barbilla, mirando con
picardía a través de su mechón de cabello rubio, limpio, lo que me hace
pensar quien lo había lavado por él, ¿la enfermera cabeza de jengibre?
―No
exactamente, pero tiendo
a salirme con la mía
¿o no te habías dado cuenta? ―Solamente él podría decir una
línea así y salirle encantador y no
insoportable―. Dijiste que la
filmaci n se mud a la
casa Bennet? Yo realmente no puedo recordar de lo que
hablamos anoche, lo siento.
―Estabas muy fuera de ello.
Se movió
un poco en la cama
para hacerme espacio, haciendo
una mueca ligeramente. ―Ven aquí, tu estas
demasiado lejos. ―Dejo el peque o sofá
y me siento al
lado de él, cuidando
de no empujarlo o
tocar su intravenosa. Toma
mi mano y besa
la palma―. He oído
que te debo mi gratitud.
―Bueno, tú estabas obviamente mal,
cualquiera puedo haberlo visto.
Su boca sube en un lado. ―El punto es,
que tú eres ese cualquiera. Sin embargo, ¿Ped...Peter estaba ahí también?
Tengo todo difuso sobre esa noche.
―Um, si, le dije que no te estabas
sintiendo bien, así que el vino. Él fue el único que supo que necesitabas un
doctor.
―Pero
tú fuiste la que me chequeaste en primer lugar. Además,
sin ofensas a Peter,
pero prefiero agradecerte a
ti. ―Sus ojos eran cálidos, viendo a los míos, y yo quito su pelo
fuera de sus ojos, sintiéndome culpable porque yo no fui a la puerta de Pablo para ver como estaba. Yo fui a su puerta para decirle que saliera.
No es que él necesite saber eso.
Se inclina más cerca
y me besa, retirándose con una
mueca y
se recuesta
contra el montón de almohadas. Debe
haberse apoderado de cada almohada de este piso.
― Estás bien?
―Estoy bien mientras que no me mueva en
absoluto. ―Él toma mi mano y
me acerca, así yo
lo estoy besando―.
Mmm, mejor. ―Sus ojos azules se abren y sube una mano a mi cara, sus
dedos me jalan hacia adelante, para otro beso―. Mucho mejor.
Se está aprovechando Pablo d la situación.
ResponderEliminarPeter que espera para accionar??
ResponderEliminarMaaass
ResponderEliminarpeter reacciona !!!!!!!!!!!!!!!!!, y que poli no se aproveche de lali jjaja
ResponderEliminarseguila