viernes, 30 de mayo de 2014

"Entre lineas" capitulo 39


Poli
Sin respuesta. Increíble.
Me siento  como  si pudiera  electrocutar a  alguien con un  solo  toque de alta  tensión.  Para  mí,  la  ira  es algo  que  libero  en  explosiones cortas,  para  disminuirla  antes de  que el  resto  se la  trague.  Aprendí  eso  viviendo  con  mi padre condescendiente.  Nunca  me permito alcanzar esta furia, porque no puedo ocultarla. Si no puedo ocultarla,  soy vulnerable.
Me devuelvo  por otro  vaso  de tequila  en el  bar―el  camarero  levanta  una ceja,  porque las cosas que  estoy  bebiendo  son viejas y  caras y  destinadas a ser un sorbo estimado. Bien podrían ser tragos de la mierda más  barata  disponible por como  lo  estoy  ingiriendo.  Justo  entonces,  una mano  cae sobre mi hombro y yo giro, demasiado rápidamente, y casi golpeo a una  chica hacia abajo.
― Oh! ―dice ella, tropezando de nuevo en sus tacones aguja.
La agarro antes de que caiga, un brazo rodeando su cintura  y el otro  capturando  su  mueca.  ―Oh ―dice  de  nuevo,  las manos en mi pecho.  Es  bonita, en esa clase de pelo oscuro, grandes ojos, tratando demasiado duro  con el maquillaje. La reconozco del set.
―Tú eres una de las extras.  
―Sí.  ―Está  sin aliento,  con los ojos dilatados,  aunque no  puedo  decir  si  por el alcohol, las drogas del club o el hecho de que mi brazo está envuelto  alrededor de ella.
― Cuál es tu nombre?
―María? ―Dice su nombre como una pregunta, como si no fuera lo  suficientemente bueno  para  mí,  ella  está  dispuesta  a  cambiarlo.  Aprieto  los labios. Sonrió hacia ella.
― Te gustaría  bailar,  María? No  puedo  hacer nada  extenuante,  ya  que aún estoy recuperándome de una cirugía…
―Oh,  sí.  Lo  lento  funciona  para  mí.  ―Su respiración está  saliendo  en  pequeños jadeos.  Después de tratar de seducir a  Emma  por las últimas  semanas, me olvidé cuán fácil es generalmente.
―Será genial ―le digo.
Ella  sonríe con una pequeña sonrisa malvada  mientras la  dejo  en  el  suelo,  y  no  pasa  mucho  tiempo  antes  de estar susurrándole al  oído,  obteniendo su consentimiento para volver al hotel, tan fácil como siempre lo fue.

Lali
Después de una inquieta noche, le envío a Peter un mensaje de texto  diciendo  que no  correré esta  mañana. Él probablemente aún está con Paula de todos modos. Ignoro  la espinosa punzada que produce ese pensamiento.
Sé que no puedo evitar la filmación, aunque considero seriamente fingir  una laringitis. O una migraña asesina. O un ataque al corazón. Todo el día, el  resto  de la  semana,  estarán llenos de escenas con Pablo.  Me pregunto  cuál será su  explicación.  Me  pregunto  si la  aceptaré,  si puedo  creer que lo  que pasó entre él y Paula fue inmadurez y no insensibilidad.
―Lali,  Qué pasó anoche? ―pregunta Eugenia en el  coche en el  camino a la locación de la casa Bingley.
Los otros ya se han ido, por lo que estamos sólo nosotras dos.
―Miré y  ustedes se habían  ido, Paula se había  ido, Peter se había  ido… y luego, fue cuando Pablo volvió al hotel con una de las extras. Yo pensé que ustedes estaban saliendo, o comenzando algo ―Siento mi boca abrirse, pero me parece que no puede presionar para cerrarla―. Oh Dios ―dice―. No lo sabías. Oh, mierda. 
―No  ―dije,  parpadeando.  Él  llevo  una chica  a  su  habitación? Anoche?―. No, nosotros, eh, está bien. Hemos… roto.
―Guau. Eso fue rápido.
Podría decir eso de nuevo.
―Caray, ellos no pierden el tiempo. Mira esto ―dice ella, sosteniendo su  teléfono. Uno de los sitios de fans está en la pantalla, y de repente aquí en mi mano  están unas  fotos sorprendentemente claras de Pablo y  una chica  arrimados en el  club,  subiendo  juntos a  un taxi,  saliendo  al  hotel,  su  brazo  colgando  alrededor de su  hombro,  su  boca  cerca de su  oído.  También hay  fotos de Peter y yo entrando en el hotel, mi cara oculta por su brazo.
Las teorías están en todas partes, de casi racionales: Pablo y yo tuvimos una pelea por Peter, o sobre la Nueva Chica de Pablo, hasta alucinantes:  todo  esto  es una maniobra  para  confundir al  público  de la  verdad,  que en  realidad  estoy  embarazada  de Pablo, o ¿es de Peter?,  señalan el  primer  plano  de mi supuesto  bulto  (mi barriga  en esta  foto  se ve como  si hubiese  comido media  rebanada  de pan o  perdí  un maldito  día  de abdominales la  semana pasada, Jesucristo). 
Lo  devuelvo.  No  hay  manera  de que  lea más,  desde luego  no  los  comentarios de fans.  Estoy  harta  de un  desastre emocional,  gracias.  ―Que  carga. Acabamos de decidir…  que no congeniábamos tan bien.
―Eso  es tan raro,  pensé que las  cosas  iban bien la  última vez  que  hablamos. ¿Estás bien? Parecías un poco deprimida últimamente.
―Sí, estoy bien ―miento. 
Mientras estoy  en maquillaje,  estoy  haciendo  lo  que  puedo  para  conseguir entrar dentro  del  personaje,  así  puedo  enfrentar  a  Pablo.  No  estoy  segura de si el antagonismo de estas escenas entre Lizbeth y Will va a ser en  nuestro  beneficio  o  a  la  inversa,  cómo  actuará  Reid  es el  único  factor indeterminado. Desafortunadamente, es un maldito factor importante.
Ni siquiera hacemos contacto  visual  en  el  set  hasta  que Richter dice:
―Acción.

INT. Casa Bingley - Noche
Fiesta Bingley. CHARLOTTE y LIZBETH observan a los demás invitados. WILL se acerca a ellas.
CHARLOTTE  (Aparta a un lado a LIZBETH)
No mires ahora, WILL está viniendo hacia acá.
WILL  (A LIZBETH) ¿Quieres bailar?  (Él  está  perfectamente bien  en el  personaje o  está  enojado  por mi  abandono  anoche.  Yo  podría  haber  escuchado,  si él  hubiera  explicado, dándome oportunidad de entender. No hay posibilidad de eso ahora.)
LIZBETH (Mirando a CHARLOTTE)
Seguro.
CHARLOTTE se encoge de hombros hacia LIZBETH mientras Will la lleva a un espacio abierto donde la gente está bailando.
Pablo  toma  mi mano  y  presiona  contra  la  multitud  de  personajes  secundarios y extras, poniéndome detrás de él.
Ellos hacen espacio  para  nosotros a  medida  que pasamos,  y  nos  instalamos en el  centro  de la  habitación,  los brazos de Pablo rodeándome,  sosteniéndome tan cerca como  lo  había  hecho cuando  bailamos la  noche  anterior. Cuando Richter dice: ―Corte  ―sus brazos caen y  se voltea sin decir  una palabra.
Alguien  de maquillaje se extiende para  empujar un mechón mi  pelo  detrás de la  oreja  y  lo  fija  en  su  lugar.  Por encima  de su  hombro  veo  a  Peter en su ridículo traje de Bill, el cual le hace parecer un padre pasado  de moda.  Él levanta  la  vista,  ve  mi mirada  perpleja  y  sonríe,  ajustándose los  lentes y meneando las cejas, persuadiendo a una renuente sonrisa de mí.
―A sus lugares todos ―dice el asistente del director, y me vuelvo hacia Pablo, que está susurrando en el oído de la chica de las fotos de los paparazzi.
Ella se escabulle hacia su compañera de escena; mientras estoy mirándola a  ella, él está mirándome a mí.
Sus brazos  me rodean de nuevo  y  los míos regresan a  sus  hombros.
―Buenos días, Lali―dice, con una expresión glacial―.  Has dormido bien?
Antes de que pueda  responder,  Richter nos prepara  y  dice acción.
Bailamos en  silencio  durante cinco  minutos,  mientras  son grabados los  primeros planos de nosotros dos evitando  ojos del  otro.  Estos serán  indudablemente los más fáciles cinco minutos de filmación con Pablo hoy.
Durante  el  descanso, Paula  toma  mi codo  y  nos separamos de los  demás. ―Pitt me dijo que regresaste al hotel anoche sin hablar con Pablo. ―Se ve incómoda―. No esperaba…  es decir, tu relación con él no es asunto mío.
Ella  está  indecisa y  preocupada,  y  estoy  sorprendida  por el  hecho de que no  tengo  idea quién es realmente. Una  cosa está  clara: la Paula que pensé que conocía era una fachada. ―Sé que he dicho que no te enamores  de él.  Pero… tal  vez  así  es como  él  era  conmigo.  Tal  vez  sería  diferente  contigo.
―No  lo  creo  ―dije,  mirándolo  hablar con la  extra,  María―.  Pero  no  importa, ahora.
―Lo siento ―dice ella, su mirada directa.
Me encojo de hombros y miro lejos. ―No lo sientas.
El diálogo de la siguiente escena está demasiado cerca de la realidad  a  la  inversa,  la  proximidad  y  el  contacto  visual  lo  hizo  más difícil  por las  palabras.
―Acción.

WILL y LIZBETH bailan.
LIZBETH
Hace unos días, me dijiste que tus opiniones sobre las personas no pueden cambiar.
WILL (Curioso)
Sí.
LIZBETH
¿Espero que tengas cuidado cuando  tomes una decisión acerca de la gente,  entonces? Que nunca  seas tan                cerrado                de mente  teniendo prejuicios desde el principio.
WILL
Espero que no. ¿Por qué?
LIZBETH
Sólo estoy tratando de entenderte.
WILL
¿Y?
LIZBETH
No lo hago.

Este es el  punto  donde la  canción de la  banda  sonora  termina,  y  nos quedamos mirando el uno al otro durante diez segundos. Sus ojos son fríos, y la  frialdad entre nosotros se retuerce en la boca de mi estómago. Es todo lo que  puedo  hacer para  evitar temblar.  Diez  segundos puede ser un tiempo  muy  largo.
Se siente como una hora antes de Richter diga: ―¡Corten! ―Y giramos y  caminamos en direcciones opuestas.
Los descansos del rodaje son como volver a tomar aire después de estar  bajo  el  agua  durante unos segundos demasiado  largos,  pero  los descansos  tienen su  propia  clase de miseria.  Todo  lo  que hacemos está  siendo  examinado por todos en el set. Todos saben que la noche anterior, lo que sea que estaba  pasando  entre nosotros terminó.  Desagradablemente.  Las especulaciones vuelan, zumbando cerca pero nunca aterrizando; nadie sabe exactamente lo que pasó, sólo que algo pasó, y ellos buscaran por pistas de  qué.

Este maldito día no va a terminar nunca. 

7 comentarios: