domingo, 4 de mayo de 2014

"Entre lineas" Capitulo 7

Poli.
No importa cuán rico y famoso seas, tienes que empacar cuándo vas a alguna parte, y empacar para una ausencia de tres meses es un dolor en el trasero.
Agustín Sierra interpreta a Charlie, el mejor amigo de mi personaje. Fuimos presentados en la fiesta después de los Grammy hace un par de años y hemos sido amigos desde entonces, así que eso fue una noticia genial. Él quedó de verme en el vuelo, y la producción enviará a un guardaespaldas con nosotros, lo cual es una novedad. Usualmente uno me deja al abordar el vuelo y otro me encuentra cuando arribó. Mi última película se estrenó hace dos meses y mi popularidad se ha ido hasta las nubes desde entonces. No has vivido hasta que sólo el estar de pie cerca de un grupo de chicas las hace llorar. Una locura.
Bob, el guardaespaldas, llega justo a tiempo, arrastrando tres meses de equipaje en sus fornidas piernas y transportándolas fuera de la limosina estacionada en dos viajes. Él es un edificio en ladrillo con forma de hombre. No me puedo imaginar a alguien burlando a este tipo—No es que esté asustado de mi grupo de fans, pero en masa, ellas se pueden salir de control.
Regresaré por el resto de tu equipaje, y después esperaré en el auto. Nos iremos en alrededor de 15 minutos, sí está bien con usted Sr. Martínez. —
Necesito superar la extrañeza que me produce cuando hombres adultos me llaman Sr. Martínez. Siento como sí no pudieran estar hablándome a mí.
Gracias, hombre. Y llámame Pablo.
Seguro, Sr. Pablo.
Desapareció en la oscuridad mientras mamá se deslizo furtivamente atrás de mí.
Te voy a extrañar. Su voz temblaba. Tenía una bebida en la mano, así que no sé si está abrumada por la emoción o sí ya está borracha. Tal vez, un poco de ambas.
Tengo un par de minutos. Sentémonos. —Tomé su mano y la llevé dentro de la sala de espera hundiéndome en el sofá con ella. Ella se recuesta en mí sin soltar mi mano, terminando su bebida y poniendo la copa desequilibradamente en una mesa. Esta debía ser al menos su tercera. No se le va el tren antes de eso.
Volveré por un fin de semana o dos durante la grabación. Apenas notarás mi ausencia. —Esto no es del todo verdad. Incluso si no interactuamos mucho, mamá y yo estamos conscientes de la presencia del otro. Estaré en Austin, trabajando, actuando… Entonces pienso en Emma y mi pulso se eleva por un momento. Mamá estará aquí, vagando por la casa como un fantasma.
¿No tienes esa beneficencia por el cáncer de seno en la cual trabajar? Eso deberá mantenerte ocupada hasta que regrese a casa, ¿No?  Odio pensar en ella con nada que hacer más que beber. Sola.
Su rostro se iluminó.
Sí, Melinda y yo estamos organizando una recaudación de fondos para eso.
¿Ves? Estarás tan ocupada que no me extrañarás para nada.
Eso no es cierto.
También te extrañaré, mamá.
Las palabras se sintieron insinceras. Pensaré en ella ocasionalmente, preocupándome por ella aquí sola. Pero no nos extrañaremos el uno al otro de la misma manera. Le eché un vistazo a mi reloj.
Tiempo de irme. El vuelo es en un par de horas, tengo que documentar el equipaje y esas cosas.
Nos pusimos de pie, y ella puso sus brazos alrededor mío, había lágrimas en sus ojos. La besé en la mejilla y gentilmente le devolví el abrazo.
Te amo —dice en mi pecho, y me sentí tensar. No sé por qué es tan difícil para mí decir esas dos palabras. La mayoría de los chicos la sueltan en un respiro, como un anzuelo.
Le di otro abrazo y después la solté, agarrándola por los hombros. Besé su mejilla una última vez y forcé a las palabras para que salieran.
Te amo. —Y después estaba en la limosina, mirando fijamente la casa que Barto y Julia Martínez construyeron, la casa en la que he vivido la mayor parte de mi vida. Dimos la vuelta y giramos para salir a la calle y la tensión comenzó a desaparecer.

Lali.
Me encontraba en un vuelo hacia Austin —primera clase— con tres miembros del elenco Instituto Prejuicio, todos ellos son agradables y ninguno es Pablo. Maldición.
Eugenia Suarez será Jane, la hermana mayor de Lizbeth. Hicimos un comercial para mantequilla de maní cuándo teníamos cinco años, y unos roles pequeños para la película A Lifetime juntas dos años después. Emilia Atias recientemente dejó su papel cómico en una serie del canal Disney que nunca alcanzó totalmente los ratings esperados. Ella interpretara a la mejor amiga de Lizbeth Bennet, Charlotte. La persona más famosa en nuestro vuelo es Ángela Torres, quien interpretará a Lydia, la hermana Bennet más joven. Contratada para el papel de la hija del personaje principal en una película nominada al Oscar dos años atrás, Ángela recibió muy buenas críticas por su actuación. Se rumorea que es realmente lista y que planea ir a Princenton. Yo me gané mi diploma en un par de meses y nunca consideré ir a la Universidad. An, de 15, ha planeado ir a la universidad, eso es algo increíble.
Deberías ir. Podrías querer hacer algo más algún día. Y si continúas tu carrera de actriz, querrás cultivar tu intelecto para obtener mejores papeles.
¿Cultivar mi intelecto? Su lógica podría tener perfecto sentido, pero no estoy segura. Siempre pensé en mí misma como una estudiante promedio, pero cuándo la escuela es un tutor en un cuarto de hotel y entregas las tareas por internet, no hay comparación o petición. No tengo idea de en qué nivel estoy comparada con otros chicos de mí misma edad, académicamente hablando.
Discutimos el guión e hicimos unos ensayos informales durante el vuelo. De acuerdo con el horario de la película que la asistente de Richter me envió por correo electrónico, la grabación comienza mañana a las 8:00 a.m en un colegio de Austin. Tenemos dos semanas antes de que las clases comiencen allí, así que cuando ese tiempo pase será imposible grabar allí entre semana, por eso haremos las secuencias de la escuela primero. En el hotel, muchas chicas se esparcían alrededor de la entrada, lo que parecía extraño para esta hora en un sábado.
Fabuloso. —dice An—. El fan club de  “Yo Amo a Pablo Martínez” no perdió el tiempo en planear su acoso. El conserje, tras disculparse profusamente por darnos a nosotras la mirada de apestan cuando entramos, confirmó su suposición.
Seguimos escoltándolas a la salida, y ellas siguen entrando furtivamente, Dios bendiga sus corazones. —Su tensa mandíbula no decía Dios bendiga sus corazones, decía algo como me están dando una migraña.
La mayoría de las habitaciones de la cuarta plata estaban reservadas para los actores de y el equipo de Instituto Prejuicio, los fornidos guardaespaldas del estudio están en posición para proteger a Pablo de sus más entusiastas fans.
Mientras localizaba mi habitación y deslizaba mi tarjeta llave en el mecanismo de la cerradura, una puerta a dos habitaciones se abrió y un atractivo chico salió al pasillo vistiendo un pantalón de pijama holgado y una camiseta blanca. Miró hacia atrás como si acabara de notarme, asintió una vez en mi dirección con una sonrisa y un suave: —Hola. —Y se metió en otra puerta. No estoy segura sí él es del equipo de producción, pero estoy demasiado cansada para pensar en ello por un rato.
Pablo  no grabaría ninguna escena el primer día, así que él no está en el set. Estoy inquieta de verlo, nerviosa sobre lo que haremos en la película, en frente de todo el mundo. Nunca antes me he preocupado por esta clase de cosas, pero nunca antes he sido la estrella de nada. Me alegro de tener uno o dos días para familiarizarme con el resto del elenco.
Terminamos nuestro primer día de grabación alrededor de las cinco de la tarde. Algunos días serán mucho más largos, y algunos requerirán grabación en la noche, por lo que debemos disfrutar de este indulto; pero perdimos dos horas entre California y Texas, lo cual hace las 8:00 a.m. Se siente como las 6:00 a.m. Exhaustas, Eugenia y yo nos subimos en uno de los autos que nos transportará de vuelta al hotel, y Paula colapse en el asiento al lado de mí. Ella es básicamente una muñeca tamaño real: perfectamente moldeada (delgada, pero con curvas en los sitios adecuados, largas piernas de bailarina) perfecta estructura ósea, ojos azules claro, cabello rubio. Todo es bonito y perfecto. El 95% de lo que la gente nota o habla de su apariencia, a pesar de sus habilidades actorales.
—¿Tienen hambre chicas? Porque yo estoy hambrienta.
Mi estómago se despertó al pensar en comida, recordándome que me salté el almuerzo. El servicio de banquetes ofreció pizzas gourmet y ensaladas, pero tenía nervios del primer día y no pude comer.
Sí. —dijimos Euge y yo a coro.
Gracias a los almuerzos de apio, cenas sin pan y un montón de cosas dietéticas, Euge y yo somos esbeltas, con rasgos físicos poco probables de inspirar envidia o adoración, pero recibo opiniones favorable de hombres hablando efusivamente de mi trasero cualquier día. El color de mi cabello (y el de Eugenia) podría llamarse almendra de acuerdo a Malvina, una experta en colores teñidos, quién ha estado tratando de convencerme de hacerme luces en el cabello, declarando cosas como “es tan aburrido”, para motivarme.
Paula le da al conductor la dirección de una zona de bares y restaurantes a pocas calles del hotel, dónde nos sentamos al lado de la ventana y miramos como la gente dejaba sus oficinas en el centro. Le pregunté si había estado antes en Austin, y dice: —Yo crecí aquí. Sonrió mientras un grupo de chicos universitarios pasaron, los tres se detuvieron cuando la notaron. Uno saludó con la mano y una sonrisa tímida.
Riendo, ella cruzó los brazos sobre su pecho sin apretarlo, suspiró. —Lo masticaría y escupiría.
El chico que había saludado miró hacia atrás dos veces, decepcionado, y se ganó un puñetazo en el brazo de uno de sus amigos. ¿Cómo encuentra Paula el tiempo suficiente para experimentar la vida y causar este nivel de tedio sexual cuando yo no tengo tiempo para ir a una escuela normal o a una cita común? Mis momentos de tiempo libre son erráticos; por sentado, soy más propensa a pasar el tiempo con Cande que con un chico. Los novios han sido escasos —sólo tres. Dos eran compañeros actores y el otro era amigo de Candela. Rompimos porque literalmente nunca lo vi.
Paula escaneó el lugar después de que comimos. Sus ojos se quedaron fijos en dos jóvenes sentados en el bar.
Quiero un chico mayor —dice.
Como si lo hubiera llamado por su nombre, uno de ellos miró a Paula, justo en medio de una oración, su boca se entreabrió. Ella sonrió, manteniendo el contacto visual por un poco más, para dejarle claro su interés. Su amigo notando su reacción, volteó a mirarla, también.
Sí alguno de los dos vio Life’s a Beach, la serie adolescente que Paula pasó los últimos dos años haciendo, ella les será familiar. Lo dudo, debido a sus edades. Yo vi el show con Candela un par de veces. Paula parecía sorprendentemente similar a su personaje la-chica-de-playa-que-vuelve-loco-a-los-chicos. ¿Era una actuación o su personaje era así de convincente porque estaba interpretándose a sí misma?
Ella se giró de nuevo a nosotras, arrojó su sedoso cabello sobre sus hombros, y el chico del bar no pudo apartar la mirada de su cabello al moverse.
Ha pasado tiempo desde que estuve en Texas. Tal vez sea tiempo de averiguar si todo es más grande aquí.
Oh-Mi-Dios —dice Euge—. Eres tan mala.
Lo intentó —Paula rio y le dio una rápida sonrisa sobre el hombro al chico, quién se debatía entre acercarse o no.

Salgamos de aquí.

Besos
Lunis♥

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