Poli.
No importa cuán rico y famoso seas,
tienes que empacar cuándo vas a alguna parte, y empacar para una ausencia de
tres meses es un dolor en el trasero.
Agustín Sierra interpreta a Charlie, el
mejor amigo de mi personaje. Fuimos presentados en la fiesta después de los
Grammy hace un par de años y hemos sido amigos desde entonces, así que eso fue
una noticia genial. Él quedó de verme en el vuelo, y la producción enviará a un
guardaespaldas con nosotros, lo cual es una novedad. Usualmente uno me deja al
abordar el vuelo y otro me encuentra cuando arribó. Mi última película se
estrenó hace dos meses y mi popularidad se ha ido hasta las nubes desde entonces.
No has vivido hasta que sólo el estar de pie cerca de un grupo de chicas las
hace llorar. Una locura.
Bob, el guardaespaldas, llega justo a tiempo,
arrastrando tres meses de equipaje en sus fornidas piernas y transportándolas
fuera de la limosina estacionada en dos viajes. Él es un edificio en ladrillo
con forma de hombre. No me puedo imaginar a alguien burlando a este tipo—No es
que esté asustado de mi grupo de fans, pero en masa, ellas se pueden salir de
control.
—Regresaré por
el resto de tu equipaje, y después esperaré en el auto. Nos iremos en alrededor
de 15 minutos, sí está bien con usted Sr. Martínez. —
Necesito superar la extrañeza que me produce
cuando hombres adultos me llaman Sr. Martínez. Siento como sí no pudieran estar
hablándome a mí.
—Gracias,
hombre. Y llámame Pablo.
—Seguro, Sr.
Pablo.
Desapareció en la oscuridad mientras
mamá se deslizo furtivamente atrás de mí.
—Te voy a
extrañar. Su voz temblaba. Tenía una bebida en la mano, así que no sé si está abrumada
por la emoción o sí ya está borracha. Tal vez, un poco de ambas.
—Tengo un par de
minutos. Sentémonos. —Tomé su mano y la llevé dentro de la sala de espera
hundiéndome en el sofá con ella. Ella se recuesta en mí sin soltar mi mano,
terminando su bebida y poniendo la copa desequilibradamente en una mesa. Esta
debía ser al menos su tercera. No se le va el tren antes de eso.
—Volveré por un
fin de semana o dos durante la grabación. Apenas notarás mi ausencia. —Esto no
es del todo verdad. Incluso si no interactuamos mucho, mamá y yo estamos
conscientes de la presencia del otro. Estaré en Austin, trabajando, actuando…
Entonces pienso en Emma y mi pulso se eleva por un momento. Mamá estará aquí,
vagando por la casa como un fantasma.
— ¿No tienes esa
beneficencia por el cáncer de seno en la cual trabajar? Eso deberá mantenerte
ocupada hasta que regrese a casa, ¿No? — Odio pensar en
ella con nada que hacer más que beber. Sola.
Su rostro se iluminó.
—Sí, Melinda y
yo estamos organizando una recaudación de fondos para eso.
— ¿Ves? Estarás
tan ocupada que no me extrañarás para nada.
—Eso no es
cierto.
—También te
extrañaré, mamá.
Las palabras se sintieron insinceras. Pensaré
en ella ocasionalmente, preocupándome por ella aquí sola. Pero no nos
extrañaremos el uno al otro de la misma manera. Le eché un vistazo a mi reloj.
—Tiempo de irme.
El vuelo es en un par de horas, tengo que documentar el equipaje y esas cosas.
Nos pusimos de pie, y ella puso sus
brazos alrededor mío, había lágrimas en sus ojos. La besé en la mejilla y
gentilmente le devolví el abrazo.
—Te amo —dice en
mi pecho, y me sentí tensar. No sé por qué es tan difícil para mí decir esas
dos palabras. La mayoría de los chicos la sueltan en un respiro, como un
anzuelo.
Le di otro abrazo y después la solté, agarrándola
por los hombros. Besé su mejilla una última vez y forcé a las palabras para que
salieran.
—Te amo. —Y
después estaba en la limosina, mirando fijamente la casa que Barto y Julia Martínez
construyeron, la casa en la que he vivido la mayor parte de mi vida. Dimos la
vuelta y giramos para salir a la calle y la tensión comenzó a desaparecer.
Lali.
Me encontraba en un vuelo hacia Austin
—primera clase— con tres miembros del elenco Instituto Prejuicio, todos ellos
son agradables y ninguno es Pablo. Maldición.
Eugenia Suarez será Jane, la hermana
mayor de Lizbeth. Hicimos un comercial para mantequilla de maní cuándo teníamos
cinco años, y unos roles pequeños para la película A Lifetime juntas dos años
después. Emilia Atias recientemente dejó su papel cómico en una serie del canal
Disney que nunca alcanzó totalmente los ratings esperados. Ella interpretara a
la mejor amiga de Lizbeth Bennet, Charlotte. La persona más famosa en nuestro
vuelo es Ángela Torres, quien interpretará a Lydia, la hermana Bennet más
joven. Contratada para el papel de la hija del personaje principal en una película
nominada al Oscar dos años atrás, Ángela recibió muy buenas críticas por su
actuación. Se rumorea que es realmente lista y que planea ir a Princenton. Yo
me gané mi diploma en un par de meses y nunca consideré ir a la Universidad. An,
de 15, ha planeado ir a la universidad, eso es algo increíble.
—Deberías ir.
Podrías querer hacer algo más algún día. Y si continúas tu carrera de actriz,
querrás cultivar tu intelecto para obtener mejores papeles.
¿Cultivar mi
intelecto? Su lógica podría tener perfecto sentido, pero no estoy segura.
Siempre pensé en mí misma como una estudiante promedio, pero cuándo la escuela es
un tutor en un cuarto de hotel y entregas las tareas por internet, no hay comparación
o petición. No tengo idea de en qué nivel estoy comparada con otros chicos de
mí misma edad, académicamente hablando.
Discutimos el guión e hicimos unos ensayos
informales durante el vuelo. De acuerdo con el horario de la película que la
asistente de Richter me envió por correo electrónico, la grabación comienza
mañana a las 8:00 a.m en un colegio de Austin. Tenemos dos semanas antes de que
las clases comiencen allí, así que cuando ese tiempo pase será imposible grabar
allí entre semana, por eso haremos las secuencias de la escuela primero. En el
hotel, muchas chicas se esparcían alrededor de la entrada, lo que parecía
extraño para esta hora en un sábado.
—Fabuloso. —dice
An—. El fan club de “Yo Amo a Pablo Martínez” no perdió el tiempo en planear
su acoso—. El conserje, tras disculparse profusamente por darnos a nosotras la mirada
de apestan cuando entramos, confirmó su suposición.
—Seguimos
escoltándolas a la salida, y ellas siguen entrando furtivamente, Dios bendiga
sus corazones. —Su tensa mandíbula no decía Dios bendiga sus corazones, decía
algo como me están dando una migraña.
La mayoría de las habitaciones de la cuarta
plata estaban reservadas para los actores de y el equipo de Instituto
Prejuicio, los fornidos guardaespaldas del estudio están en posición para
proteger a Pablo de sus más entusiastas fans.
Mientras localizaba mi habitación y deslizaba
mi tarjeta llave en el mecanismo de la cerradura, una puerta a dos habitaciones
se abrió y un atractivo chico salió al pasillo vistiendo un pantalón de pijama
holgado y una camiseta blanca. Miró hacia atrás como si acabara de notarme,
asintió una vez en mi dirección con una sonrisa y un suave: —Hola. —Y se metió
en otra puerta. No estoy segura sí él es del equipo de producción, pero estoy demasiado
cansada para pensar en ello por un rato.
Pablo no grabaría ninguna escena el primer día, así
que él no está en el set. Estoy inquieta de verlo, nerviosa sobre lo que
haremos en la película, en frente de todo el mundo. Nunca antes me he
preocupado por esta clase de cosas, pero nunca antes he sido la estrella de
nada. Me alegro de tener uno o dos días para familiarizarme con el resto del
elenco.
Terminamos nuestro primer día de grabación
alrededor de las cinco de la tarde. Algunos días serán mucho más largos, y
algunos requerirán grabación en la noche, por lo que debemos disfrutar de este
indulto; pero perdimos dos horas entre California y Texas, lo cual hace las
8:00 a.m. Se siente como las 6:00 a.m. Exhaustas, Eugenia y yo nos subimos en
uno de los autos que nos transportará de vuelta al hotel, y Paula colapse en el
asiento al lado de mí. Ella es básicamente una muñeca tamaño real:
perfectamente moldeada (delgada, pero con curvas en los sitios adecuados,
largas piernas de bailarina) perfecta estructura ósea, ojos azules claro,
cabello rubio. Todo es bonito y perfecto. El 95% de lo que la gente nota o
habla de su apariencia, a pesar de sus habilidades actorales.
—¿Tienen hambre
chicas? Porque yo estoy hambrienta.
Mi estómago se despertó al pensar en
comida, recordándome que me salté el almuerzo. El servicio de banquetes ofreció
pizzas gourmet y ensaladas, pero tenía nervios del primer día y no pude comer.
—Sí. —dijimos
Euge y yo a coro.
Gracias a los almuerzos de apio, cenas
sin pan y un montón de cosas dietéticas, Euge y yo somos esbeltas, con rasgos
físicos poco probables de inspirar envidia o adoración, pero recibo opiniones
favorable de hombres hablando efusivamente de mi trasero cualquier día. El
color de mi cabello (y el de Eugenia) podría llamarse almendra de acuerdo a
Malvina, una experta en colores teñidos, quién ha estado tratando de
convencerme de hacerme luces en el cabello, declarando cosas como “es tan aburrido”, para motivarme.
Paula le da al conductor la dirección de
una zona de bares y restaurantes a pocas calles del hotel, dónde nos sentamos
al lado de la ventana y miramos como la gente dejaba sus oficinas en el centro.
Le pregunté si había estado antes en Austin, y dice: —Yo crecí aquí. Sonrió
mientras un grupo de chicos universitarios pasaron, los tres se detuvieron
cuando la notaron. Uno saludó con la mano y una sonrisa tímida.
Riendo, ella cruzó los brazos sobre su
pecho sin apretarlo, suspiró. —Lo masticaría y escupiría.
El chico que había saludado miró hacia
atrás dos veces, decepcionado, y se ganó un puñetazo en el brazo de uno de sus
amigos. ¿Cómo encuentra Paula el tiempo suficiente para
experimentar la vida y causar este nivel de tedio sexual cuando yo no tengo
tiempo para ir a una escuela normal o a una cita común? Mis momentos de tiempo
libre son erráticos; por sentado, soy más propensa a pasar el tiempo con Cande
que con un chico. Los novios han sido escasos —sólo tres. Dos eran compañeros actores
y el otro era amigo de Candela. Rompimos porque literalmente nunca lo vi.
Paula escaneó el lugar después de que
comimos. Sus ojos se quedaron fijos en dos jóvenes sentados en el bar.
—Quiero un chico
mayor —dice.
Como si lo hubiera llamado por su nombre,
uno de ellos miró a Paula, justo en medio de una oración, su boca se
entreabrió. Ella sonrió, manteniendo el contacto visual por un poco más, para
dejarle claro su interés. Su amigo notando su reacción, volteó a mirarla,
también.
Sí alguno de los dos vio Life’s a Beach, la serie adolescente que Paula pasó los últimos dos
años haciendo, ella les será familiar. Lo dudo, debido a sus edades. Yo vi el
show con Candela un par de veces. Paula parecía sorprendentemente similar a su
personaje la-chica-de-playa-que-vuelve-loco-a-los-chicos. ¿Era una actuación o
su personaje era así de convincente porque estaba interpretándose a sí misma?
Ella se giró de nuevo a nosotras, arrojó
su sedoso cabello sobre sus hombros, y el chico del bar no pudo apartar la
mirada de su cabello al moverse.
—Ha pasado
tiempo desde que estuve en Texas. Tal vez sea tiempo de averiguar si todo es
más grande aquí.
—Oh-Mi-Dios
—dice Euge—. Eres tan mala.
—Lo intentó
—Paula rio y le dio una rápida sonrisa sobre el hombro al chico, quién se
debatía entre acercarse o no.
—Salgamos de
aquí.
Besos
Lunis♥
Haa quiero q llegue laliteeerr
ResponderEliminarMaass
me encantooooooooooooo el capitulooooooooooooooooo espero que laliter llegue prontooooooooooo. besosssssssssssssssss
ResponderEliminarMás!!!
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