viernes, 30 de mayo de 2014

"Entre lineas" capitulo 41


Poli
Casi siento  lástima  por María.  Ni siquiera  pude tolerarla  por  veinticuatro horas enteras. Resulta que sí hay tal cosa como la  adulación y  adoración excesiva.  La  siguiente fue una chica  disfrazada de animadora de Netherfield High (a la cual le pedí  que se dejara  el  disfraz  la  mayoría  del tiempo),  después fue una mujer  considerada como una de las profesoras.
He evitado  cualquier interacción social  con mis compañeros de reparto, excepto por Agus y Vico, hasta esta noche, cuando todos están  reunidos en la habitación de Paula para celebrar el cumpleaños de Ángela.
Estúpidamente he traído a la chica de la noche anterior. Vivian fue exquisita y  creativa en la cama; fuera de ella es grosera y áspera. Aun así, necesito algo  entre Lali y yo, o terminaré haciendo algo imprudente como ponerme de  rodillas y rogarle por misericordia.
Agustín  está  abriendo  una especie de botella  de Riesling.  Está  destrozando el corcho mientras Emma mira, riendo mientras se vierte el vino y  trozos de corcho  en copas,  utilizando  popotes,  cucharas,  servilletas y  palillos  de dientes.
― Acaso masticaste el corcho, Thaddeus? ―Dije.
―Vete a la mierda, hombre ―dice Agus mientras quita la última pieza.
Vivian se  desliza  hacia  mí  y  me pregunta: ― Qué estás haciendo? ―Mientras le lanza una mirada desafiante a Lali. Cristo. No necesito esto.  
―Estoy  consiguiéndote  un trago,  cariño. ―Tomo  una copa  y  se la  entrego con una sonrisa, preguntándome si el alcohol la hará suavizarse o ser  más beligerante.  Se levanta sobre la punta de sus pies y frota su nariz con la  mía, marcando el territorio. Tienen que estar bromeando.
Lali,  compartiendo  una mirada con Agus,  introduce un dedo  en su  boca, saca la lengua, y él se ríe.
Por desgracia,  Vivian se percata  del  intercambio.  Entrecierra  los ojos hacia Lali y dice: ― Tienes un problema?
―Alto ahí ―la dirijo hacia el lado opuesto de la habitación―, nadie tiene  ningún problema.
¿Por qué mi apéndice no se reveló esta noche? Si se trata de un cara o  cruz, cual era más dolorosa, esa noche o esta.

Lali
Durante casi dos semanas,  he tenido  un jodido  asiento  en primera fila mientras Pablo hace un sendero a través del reparto de extras femeninos.  Pasen y  vean. Martinez Pablo está  aceptando solicitudes para una sola noche. Por un lado, no me importa, y por  el otro, es humillante y me hace sentir como una idiota total por pensar que podría ser algún tipo de excepción para la forma en que él trata a las chicas.
He evitado  hablar o  mirar hacia  él  esta  noche,  pero  puedo  sentir  sus ojos en mí  desde el momento  en  el  que entró  a  la  habitación.  Con el  SAT  mañana,  estoy  evitando el  alcohol,  pero  ayudé a  Agus  a  descorchar la  botella  de Riesling.  Nos la  arreglamos  para  desintegrar el  corcho  con el  sacacorchos,  y  mientras  que intentábamos sacar trozos fuera  de las copas,  Pablo apareció  a  mi lado  con su pareja, quien está  pegada  a  él  como  una  lapa a un buque.
Ella estaba tratando de empezar algo antes de que él la arrastrara lejos.  No  quiero  que él  piense que estoy  celosa.  Podrías pensar que ser actriz  ayudaría con este tipo de situaciones, pero somos humanos, con emociones  como  todos los demás,  y  a  veces no  se quedan sumergidas.  Me escapé  hacia el balcón para tratar de tranquilizarme.
Cierro  los ojos y  respiro  hasta  que Peter  sale y  se para  junto  a  mí,  manos en sus bolsillos;  sé que él  está  ahí  cuando  inhalo  su familiar aroma  picante.  Vemos como  el  cielo  se oscurece y  las  farolas comienzan a  parpadear. No habla por varios minutos, y considero el hecho de que él y yo  pasamos mucho  de nuestros  tiempos juntos sin hablar,  cómodos en la  compañía del otro. Es probablemente el resultado de correr juntos, el esfuerzo no siempre conduce a la conversación.
―SAT  mañana,  verdad? ―Me encanta  la  textura de su  voz,  el  timbre ronco  que dispara  vibraciones en algún lugar dentro  de mí.  Es una lástima  que pertenezca a Paula.
―Sí.  Creo  que tengo  la  excusa  perfecta  para  irme temprano  esta  noche.
―Hmm.  Estás pasándola  bien,  con…? ―Indica  hacia  el  interior,  y  a  Pablo.
―Sí, estoy bien.
Paula se une a  nosotros.  ―Hey,  estás bien?  Porque créeme,  me  gustaría decirle que tome a su puta y se vayan.
―Estoy bien ―miento.
―Bien,  tú solo  dime  y  están fuera de aquí.  ―Le da  un apretón a  mi hombro y regresa al interior.
Mi mundo  ha  dado  un giro  de 180  grados:  Quiero  que Pablo  desaparezca,  y  de alguna  manera  Paula y  yo  nos hemos convertido  en  mejores amigas.
Qué. Demonios.

Una hora más tarde estoy en mi cuarto, quejándome con Cande. ―…y la  garrapata  de Pablo comenzó  a  ponerse territorial.  Como si yo  fuera la  competencia. 
―Dios,  cuántas son ya?
―Cuatro, que yo sepa.
―Por Dios, qué hombre más puto.
Suspiro,  tirándome contra  las almohadas.  ―Si él  comienza  a  traerlas  cuando todos estamos juntos, no creo que vaya a ser capaz de soportarlo. Ya  es bastante difícil estar junto a él en la misma habitación.
―La, puede que estés más dolida de lo que crees ―sugiere.
―Solo estoy enojada, eso es todo.
―Sí tú lo dices…
No me cree, pero tengo que olvidar a Pablo por un momento, olvidarme  de dónde  estoy  y  todo  lo  que estoy  sintiendo.  ―Lo  estoy.  Y en otras cosas,  ¿Cómo está Luca?
―Luca está  bien ―dice,  y  si es posible  algo  como  ser  capaz  de escuchar una sonrisa, estoy escuchándola sonreír a través del teléfono.

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